Respirar es vivir. La respiración calma nuestra mente, aumenta la capacidad pulmonar y también regenera la sangre por completo. Es el maestro que todo lo gestiona: cualquier órgano necesita la energía del aire que respiramos. Todo el funcionamiento del organismo depende de ella y, asombrosamente, no le prestamos nada de atención.
Dicen que disponemos de un número de respiraciones durante nuestra vida, y hoy te voy a enseñar a sacarles el máximo partido emocionalmente a través de dos posturas: la postura de la Montaña y la postura del Sol. Con ellas podrás respirar más y mejor.
Mientras sigas respirando inconscientemente, seguirás viviendo inconscientemente
Los pulmones son los conductores de energía; pueden ser la alegría de vivir o la tristeza que nos ahoga. La respiración nos regala vida y modifica nuestras emociones, pero la hemos automatizado de tal manera que no sabemos ni cómo observar nuestra manera de recoger toda esta energía. Con estos vídeos aprenderás la importancia de tener una buena respiración así como un pranayama (técnica de respiración sencilla).
Es importante que practiquemos cada día la respiración completa para oxigenar nuestro cuerpo y destensar rigideces causadas por el estrés, la tristeza, el miedo... Y de esta manera, recuperar el amor por estar vivo.
Te recomiendo que hagas ejercicios de respiración de fuego durante 1 minuto al día.
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Postura de la Montaña
La Montaña, o Perro boca abajo, es una de las más populares. Tiene muchísimos beneficios: fortalece el cuerpo, aumenta la flexibilidad y mejora dolores. Puedes aguantar hasta 5 minutos pero lo ideal es ir practicando cada día y avanzar poco a poco: el primer día 20 segundos, el segundo día 30... Escuchando siempre a tu cuerpo.
Postura del Sol
La postura del Saludo al Sol es un poquito compleja –todo un reto–, así que haré dos variedad de diferente dificultad: la primera más sencilla y la segunda más complicada. Con esta postura ensancharás tus pulmones, haciendo que entre más aire. Consigue estar en calma contigo misma.