El oxígeno es fundamental para mantenernos con vida y, siendo tan decisivo, no damos a la respiración la importancia que sí otorgamos a otras funciones vitales como comer o dormir. Pero de respirar bien depende tanto nuestra salud como nuestro ánimo, incluso nuestro peso o nuestra sexualidad.
- El poder de la respiración. Cuida el sistema cardiovascular y baja la tensión, hace más fácil la digestión, proporciona más concentración y mejora la memoria, combate el insomnio, ayuda a perder peso, relaja y combate el estrés, calma el dolor y lo hace más llevadero, mejor las relaciones sexuales y tiene efecto antienvejecimiento.