5 plantas que sobreviven en otoño y 5 que se mueren (o no)

Entre las flores de otoño más bonitas representativas se encuentra el brezo, gracias en parte a sus llamativas flores blancas o fucsias. Aunque el brezo es un arbusto lo encontrarás como planta de interior, en concreto el grupo perteneciente a la familia de las Erica gracilis. Le gusta la luz y nunca debe faltarle agua, pero sin encharcarlo.

Si cuidas bien esta preciosa planta de exterior puede estar en plena floración durante toda la temporada. Como es de ciclo invernal, el exceso de calor y sol no son nada buenos para el ciclamen (Cyclamen persicum). Puedes tenerla en interior pero colocándola cerca de una ventana y protegerla con una cortina en caso necesario. El mejor método para regarla es por inmersión evitando mojar el tubérculo.

El crisantemo (Chrysanthemum spp.) es otra de las plantas perfectas para otoño que se dan bien en la mayoría de hogares. Quizá sea de esos nombres de flores que nunca recuerdes, pero toma nota porque es resistente, fácil de cuidar y florece con distintas tonalidades como blanco, amarillo, naranja, rojo o azul. Será feliz si la pulverizas regularmente y la colocas en un lugar muy luminoso, bien ventilado y a salvo de las corrientes de aire.

El cóleo (Solenostemon) tiene unas hojas preciosas matizadas en colores intensos que representan muy bien la esencia del otoño, aunque puede variar según la variedad de la que se trate. Agradece un lugar luminoso con una temperatura agradable de mínimo 15ºC. También se da bien en exterior así que puedes colocarla en una galería o sacarla al balcón, pero solo si es cálido ya que su mayor enemigo son las heladas. 

¿Te apetece darle un toque otoñal a tu cocina? A menudo olvidada en este sentido, te proponemos que la decores con estos pimientos decorativos o chiles (Capsicum annuum) que puedes encontrar en rojo, naranja y amarillo ¡los colores de la nueva estación! Necesitan exposición al sol y una alta humedad ambiental. El sustrato debe estar siempre húmedo pero no encharcado y toma buena nota porque no soporta el frío.

El romero (Salvia rosmarinus) es un arbusto perenne que, al igual que sucede con otras hierbas aromáticas, en otoño tiene menos ebullición de flor. Esto no quiere decir que llegue a su fin y tengas que deshacerte de ella, sino que tiene menos actividad. Asegúrale un sitio con sol y protegido de las heladas. Reduce el nivel de riego y mantén el sustrato seco.

El otoño es una estación de transición para muchas plantas y hay que prepararlas para el aletargamiento del invierno. Si tienes un rosal (Rosa spp), es momento de planificar una buena poda que le permita crecer con más fuerza cuando lleguen los meses de calor. 

¿Sabías que la salvia (Salvia officinalis) es un repelente natural de muchos insectos como hormigas, caracoles, babosas y orugas? Tras su floración en verano, tendrás que recortarla de tal manera que quede a unos 6 centímetros del suelo. ¡Ya verás que bien le sienta!

Por lo general, las suculentas son fáciles de cuidar, por lo que es habitual encontrarlas en muchos hogares. En esta época la mayoría entran en parada invernal. como el cactus piedra (Lithops), Echeveria o Mammillaria (en la imagen). ¿Qué quiere decir esto? Que no crecen, con lo que prácticamente no hay que regarlas ni tampoco fertilizarlas. 

Después de la estupenda floración de tus geranios, llega el otoño y toca podarlos para rejuvenecerlos y que no espiguen. Si vives en una zona donde los inviernos sean muy duros, es mejor que los podes a principios de primavera. Los geranios no son nada amigos de las heladas.