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¿Por qué se mueren mis plantas dentro de casa? Los errores más comunes según un jardinero

Si tus plantas de interior cada vez te duran menos, aquí tienes los diez errores que puedes estar cometiendo sin darte cuenta. Nos los cuenta un experto.

por que se mueren mis plantas interior

Un experto nos cuenta los errores que puedes estar cometiendo sin darte cuenta.

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Isabel Zúñiga

Especializada en temas de decoración, hogar, alimentación y bienestar.

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Diego Olivares

Ingeniero agrícola especializado en horticultura y jardinería

Actualizado a

Las cuidas, las riegas, las pones al sol, las mimas, ¡hasta les cantas cuando nadie te ve (ni te escucha)! Entonces ¿por qué se mueren tus plantas dentro de casa? No nos extraña que no encuentres respuesta porque en este caso no sería por falta de compromiso por tu parte, dejadez o despiste. Simplemente es que quizá estés cometiendo algún error común y habitual sin darte cuenta. Tan sencillo como eso.

Pero no te preocupes, porque en este artículo te contamos cuáles son y, sobre todo, cómo ponerles remedio. Si quieres ampliar información, no dudes en echar un vistazo al libro Manual para amar (y no matar) tus plantas de Diego Olivares, una obra de referencia rigurosa, pero a la vez sencilla y amena, que dará respuesta a muchas de tus preguntas, como por ejemplo conocer las plantas de interior más indicadas para las condiciones de tu casa, o las plantas ideales si vives al lado del mar.

¿Preparada? Aquí tienes los errores más comunes por los que puede que tus plantas se mueran dentro de casa.

Pensar que todas las plantas son iguales

Uno de los errores más comunes a la hora de escoger plantas es pensar que todas son iguales, con lo que al final nos decantamos por las que más nos gustan y las tratamos de modo universal. Cada planta tiene sus necesidades de luz, agua, temperatura o humedad. Y aunque en algunos casos sí sobreviven simplemente aplicando el sentido común, en otros no es así. Antes de adquirir una, infórmate bien sobre ella.

No tener en cuenta las características de Tu casa

En la línea del caso anterior, a veces nos empeñamos en escoger una planta sin tener que en cuenta el hábitat a la que vamos a llevarla. En realidad es muy sencillo: es preferible priorizar las que más se adecúen a nuestro espacio y estilo de vida. Las plantas tienen sus microclimas predilectos, su combinación perfecta y su ubicación preferida para crecer sanas y fuertes. Coméntale tu caso a un profesional de tu tienda de confianza y te asesorará con criterio. 

no proporcionarles luz

Aunque existen plantas de interior que necesitan poca luz como el ficus o el poto, sin luz no hay fuente de energía para las plantas, sin energía no crecen, y si no crecen, ya te puedes imaginar el resto. La luz es fundamental para que las plantas hagan la fotosíntesis, así que tenlo en cuenta a la hora de buscarles una ubicación. 

Exponerlas al sol directo

Aunque muchas lo toleran, la mayoría de plantas prefieran una zona luminosa sin la incidencia continua de los rayos del sol. Incluso las propias suculentas pueden llegan a morir por su causa. Si tu casa recibe mucho sol y tienes plantas cerca de las ventanas, no dudes en tamizarla con unas cortinas finas.

Cambiarlas constantemente de sitio

Ponte en situación: acabas de comprar una planta, ves que se pone mustia y que algo no anda bien. Después de asegurarte que tiene agua ¿a qué la cambias de sitio una y otra vez por si acaso fuera un problema de luz o de temperatura? Tienes que saber que cuando llega una planta nueva a casa, tarda un poco en aclimatarse a su nuevo entorno, incluso aunque sea el ideal para ella. Así que paciencia y dale un margen de unos días.

Tener plantas de exterior en interior

Es verdad que las plantas tropicales se dan bien en interior por tratarse de condiciones similares a las de su hábitat, tal es el caso de marantas, calateas o bromelias. Sin embargo, hay otras muchas de exterior que, por muy bonitas que sean, no serán felices si no se encuentran en su entorno, de ahí que pronto empiecen a manifestar síntomas de ello. La hiedra, la adelfa, el durillo y el jazmín serían algunas de ellas.

Falta de humedad ambiental

Si tienes una planta tropical de interior, como maranta, calatea o cierto tipo de orquídeas, tienes que saber que les encanta que el ambiente contenga entre un 60% y 80% de humedad, aunque se adaptan a vivir en ambientes del 50%. Si ves que los bordes de las hojas comienzan a secarse, pon remedio porque hay bichitos y patógenos varios que aprovechan la situación de baja humedad para ir a por tus plantas. Pulveriza, riega o llévalas al baño para que absorban la humedad de esa estancia.

Regar demasiado

Si eres de las que ves a tu planta algo marchita o con una hoja amarilla, y enseguida la riegas como si no hubiera un mañana, lee con atención: cuidado con el exceso de agua. Para empezar, no todos los problemas se solucionan con agua; de hecho, muchos pueden complicarse. Y para continuar, el encharcamiento puede producir hongos o incluso llegar a pudrir las raíces. Es preferible quedarse corta que pasarse.

No regar nunca

Si te gustan las plantas, te sabrás de memoria la lista de las más resistentes, o las que menos agua necesitan, pero esto no te libra de no regarlas nunca. El agua es vida. Además de luz y dióxido de carbono, para que la planta obtenga energía en forma de azúcar necesita agua. Sin agua, las plantas cerrarán sus estomas, el dióxido de carbono no llegará a su destino y no habrá fotosíntesis. Sí, por si te lo estás preguntando, los cactus también necesitan agua.

No observar tu planta

La planta es un ser vivo, y como tal necesita más atención que la que le das cuando la riegas. Evidentemente no hace falta que estés todo el día pendiente de ella, pero sí que la observes de vez en cuando para comprobar que todo esté en orden. Además de disfrutar de ella, podrás detectar cualquier problema a tiempo y actuar en consecuencia.