¡Qué gustazo ver crecer tus plantas cada día sanas, bonitas y fuertes! Y es que llenar tu casa de verde es una de las maneras más eficaces y rápidas de aumentar la sensación de bienestar de quienes viven en ella. Pero ¿qué pasa cuando de repente a tu planta le sale una hoja amarilla?
Una hoja amarilla es una clorosis que puede significar muchas cosas, tal como puedes comprobar en el libro Manual para amar (y no matar) tus plantas de Diego Olivares.
Así de primeras, nuestra reacción suele ser la de preocuparnos, entrar en pánico y directamente dar por perdida la planta (¡ni se te ocurra tirarla!). Tampoco vale solucionar el problema metiendo la tijera al ras, ni encharcarla, ni volverla loca cambiándola de ubicación, y mucho menos de abonarla como si no hubiera un mañana. ¿Te suena?
Y ahora que tienes claro las 5 cosas que NO tienes que hacer, toca ponerse manos a la obra para solucionar el problema.
![Plantas interior resistentes](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 900 900"%3E%3C/svg%3E)
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Revisar si tiene plagas
Lo primero que tienes que hacer si a tu planta le sale una hoja amarilla, es ponerte en modo detective y observar cuidadosamente cualquier rastro que haga sospechar de la presencia de plagas. Según la planta de la que se trate, ya sabrás cuáles son las más habituales y qué rastro dejan. El pulgón, la cochinilla, la mosca blanca, la araña roja, el gusano y la babosa suelen ser algunos de los intrusos más comunes.
dejar de regarla
Nos da la impresión de que el agua es la solución a todos los problemas de las plantas, cuando lo cierto es que a menudo es mejor quedarse corto que pasarse. Un riego excesivo complica más las cosas en las raíces, de hecho puede llegar a pudrirlas, y solo empeoraremos el problema. Además, podría ser que el pH fuera el inadecuado.
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Dejarla donde está
Otro de los impulsos más habituales es cambiarla de sitio varias veces al día. A algunas plantas no les sienta bien el sol directo, las corrientes del aire y las fuentes de calor. Salvo que tengas muy claro que puede ser por uno de estos motivos, lo mejor es que la dejes en su ubicación. Tantos cambios pueden generar estrés en la planta y ocultar las causas reales de esa hoja amarilla.
No fertilices más de la cuenta
En ocasiones pensamos que a más abono, más crecimiento. Para nada. En este punto hay que seguir siempre las instrucciones del fabricante. Además, olvídate de aplicar remedios caseros al tuntún. Hemos visto de todo: desde leche, cerveza o levadura hasta cáscaras de huevo, café o plátano. Por otro lado, si ya lleva un tiempo contigo y no la has fertilizado nunca, quizá sea el momento de empezar.
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¿Cortar o no cortar?
Esa inesperada hoja amarilla suele aparecer en las partes donde menos llega luz. Si la planta está exuberante y es solo una hoja, no hay por qué preocuparse. Puedes cortar la hoja o no, en cualquier caso ¡no la arranques! La planta es más inteligente de lo que pensamos y su salud no dependerá de este pequeño detalle. Solo son señales que la planta muestra, otro tema sería si fueran demasiadas.