Cómo exprimir Florencia en un fin de semana

¿A quién de nosotras no le apetece darse el capricho de hacer una escapada a una ciudad tan romántica como monumental? No hay rincón ni edificio que no merezca una parada para deleitarnos con su belleza.

Descubriendo la Toscana

Y si disponemos de más días, es imperdible profundizar en la bucólica región de la Toscana: si este es vuestro caso, no dejéis de visitar Siena, una ciudad medieval que os va a enamorar a cada paso que deis. Y pasad un día en San Gimignano, situado en lo alto de una colina y salpicado con sus infinitas torres medievales, uno de los pueblos con más encanto que vais a encontrar en las campiñas europeas.

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Florencia: arte e historia

Pero si solo viajáis el fin de semana, os vamos a dar las pautas clave para disfrutar al máximo de la ciudad de los Médici. El centro histórico de Florencia no es muy grande, así que lo más adecuado es caminar por sus calles y sus agradables plazas, sin prisas, para ir descubriendo sus infinitos rincones mágicos.

Para saborear aún más intensamente la experiencia y trasladarse a épocas cercanas a las del Renacimiento italiano, un buen comienzo puede ser pasear por el corredor de Vasari, que conecta el palacio Vecchio con el impresionante palacio Pitti, pasando por la Galería de los Oficios y llegando al baptisterio de San Juan. Haz tu siguiente parada en el Palazzo Vecchio, el edificio que se alza en la emblemática plaza de la Signoria y que en la actualidad es la sede del ayuntamiento. Allí es obligatorio sentarse unos minutos en la distinguida terraza del centenario Rivoire para tomar un café, un chocolate o un Martini con unas excepcionales vistas.

Las joyas florentinas

Cuando llegues al Ponte Veccio, además de fotografiar un entorno tan famoso como icónico, debes escuchar y contemplar a los músicos y artistas callejeros que animan sus alrededores. Es una de las zonas más alegres de toda la ciudad en la que seguro acabarás comprando alguna pieza de joyería. ¡Los escaparates repletos de joyas y orfebrería de altísima calidad son una locura!

Si eres una mitómana empedernida, tienes que visitar los sepulcros de la iglesia de la Santa Croce. Entre otros, aquí se encuentran los mausoleos de Dante, Galileo, Maquiavelo o Miguel Ángel. Por supuesto tienes que dejar un hueco en la agenda para visitar la Galería de la Academia: no solo para recrearte con una obra escultórica inigualable, el David de Miguel Ángel -con sus más de cinco metros de altura-, sino también con su colección pictórica que merece mucho la pena. En definitiva, arte en estado puro y talento humano en su máxima expresión.

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Los sabores de Italia

Si tus preferencias tiran hacia lo gastro y gourmet, acude a Enoteca Pinchiorri, con tres Estrellas Michelin y además su sala es preciosa, repleta de elegancia clásica. Si sucumbes a sus platos, posiblemente sea el capricho de tu viaje (los menús superan los 200 euros), pero la experiencia gastronómica merece mucho la pena.

Si, por el contrario, eres una fanática de los mercadillos y de los mercados tradicionales, estás de enhorabuena: el Mercato Centrale es tu sitio. Además de los puestos habituales de frutas, verduras, productos típicos, flores… hay una zona donde puedes degustar la gastronomía de la zona en la planta baja y toda la planta superior está dedicada a puestos de cocina italiana e internacional.

¿El bocado que no te puedes perder? Una fabulosa tabla de embutidos toscanos acompañada por un buen vino de la región, con especial atención a los bocadillos de auténtica mortadela regados con aceite de trufa blanca. ¡Deliciosos! Y, por supuesto, no puedes perderte los famosos bocadillos en pan de focaccia de All' Antico Vinaio, toda una institución en la ciudad: enormes, jugosos, con una gran selección de rellenos y a precios más que asequibles. El de burrata con pistacho, el de salami y embutidos toscanos… Cualquiera que pides es una explosión de sabores italianos.

Recuerdos de Florencia

Más allá de volverte loca con los escaparates de las firmas internacionales cuyas tiendan copan las calles principales, vas a traer en tu maleta algún artículo de piel (hay cazadoras de cuero y bolsos de altísima calidad a precios estupendos en los puestos callejeros).

Y tienes que conocer la Farmaceutica di Santa Maria Novella, con una historia centenaria, ya que lleva abierta desde el siglo XVII; su entorno de época y los frascos de antaño preciosos y además es imposible resistirse a sus velas, esencias, aceites aromáticos… Y los perfumes son una maravilla y no excesivamente caros.

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Las mejores vistas de la ciudad

Otra parada más que recomendable es el rooftop de los almacenes La Rinascente: ubicados en el centro, tienen una azotea con unas vistas impresionantes sobre el casco histórico y la catedral. Un lugar ideal para desayunar, tomar un tentempié o un cóctel al atardecer.

Cuando comienza a caer el sol las mejores vistas de Florencia se disfrutan desde el Piazza le Michelangelo. En la ladera de la colina Montecuccoli y con el río Arno a tus pies, podrás disfrutar de un ocaso inolvidable (aunque muy concurrido). Más arriba se encuentra la abadía de San Miniato al Monte, con panorámicas igual de estupendas, pero usualmente vas a encontrar menos gente alrededor.

Desde la impresionante terraza de Il Salviatino (una lujosa villa italiana del siglo XV, que fue la residencia de verano de la conocida familia Salviati) también se obtiene una vista de postal sobre la majestuosa y mítica catedral del Duomo con su fachada neogótica (no dejes de subir a su cúpula). Aquí podrás disfrutar de la caída del sol en un ambiente distinguido, saborear un delicioso cóctel elaborado al momento o compartir una entretenida velada al atardecer. Magníficamente ubicado sobre las colinas de Fiesole, es considerado uno de los hoteles más cool del mundo. Y tú, ¿cuándo comienzas a planear tu escapada a Florencia?