Escapada romántica

El fin de semana perfecto en Venecia: viaje de ensueño para hacer en primavera

Con la llegada del buen tiempo, es momento de planear tus viajes para el 2024. Este año, explora la ciudad italiana más mágica y empápate de su cultura, arte e historia.

Gran Canal
Carmela Díaz

Actualizado a

Un destino atemporal y único es Venecia: se trata de una ciudad polifacética como pocas porque tiene tantas caras como canales y rincones; tantos matices como observadores y viajeros.

Si una se deja llevar, empapándose de lo que contempla, puede vislumbrar una Venecia solo para ella. Atesora tanta inspiración cinematográfica y literaria que, en multitud de lugares cuando entras por primera vez, tienes la sensación de ya haber estado entre sus muros.

Ahora que se acerca el Carnaval e incluso el Día de los Enamorados, nos encontramos ante un destino ideal en cualquiera de ambas fechas. Por ello vamos a aconsejaros sobre algunas visitas indispensables para disfrutar de un fin de semana inolvidable en la ciudad de las máscaras.

Campanile
Carmela Díaz

Para empaparos a fondo de la ciudad, hay que perderse entre los recovecos del laberinto: sus escondites, callejones, rincones ocultos, canales estrechos o puentes singulares. Pero para una primera toma de contacto son imperdibles los siguientes enclaves: San Marcos, el Campanile, el Gran Canal, Santa María della Salute, el Palazzo Cantarini del Bobolo, el Palacio Ducal, Ca d´Oro, el Casino, la Bienal o Rialto.

El aperitivo del sábado

Es más que obligado, casi un ritual, acudir al Harry´s para saborear un Bellini -que sea doble-. El local es pequeño, antiguo, sencillo, pero cargado de Historia y de historias, siendo casi tan protagonista como los personajes de la novela de Hemingway Al otro lado del río y entre los árboles. Antaño fue punto de encuentro de otros tantos escritores míticos (Scott Fitzgerald, Truman Capote, Stein…) y ahora lo es de celebridades y visitantes.

Comida del sábado

El Gritti Palace, en pleno Gran Canal, es uno de los hoteles míticos y que regala las mejores vistas a la impresionante Santa María della Salute. Se sitúa en una ubicación privilegiada, a pocos pasos de San Marcos, pero en una callejuela no tan transitada. Su terraza es una de las más exclusivas de Venecia e ideal para un almuerzo ligero o un cóctel al caer el sol.

Desde la terraza del Gritti
Carmela Díaz

Hora de la cena

Una buena idea es acudir al restaurante de la última planta del Hotel Danieli y organizar una velada para dos. Posiblemente su terraza ofrece una de las mejores panorámicas que un restaurante puede ofrecer: vais a reventar Instagram desde las alturas de este edificio histórico.

También es aconsejable hospedarse allí en alguna visita a Venecia: al menos por una noche y una vez en la vida. Su interior es el reflejo exacto de lo que la ciudad ofrece por fuera: lujo, exceso, esplendor, romanticismo y la decadencia de lo vintage.

Otro de los lugares que merecen la pena para una cena especial es el restaurante más antiguo de la ciudad: Antica Trattoria Poste Vecie, que data, ni más ni menos, del año 1500. Uno de sus comensales más célebres fue el mismísimo Casanova. Además, se encuentra a pocos pasos del puente de Rialto, se cena estupendamente (no os perdáis su pasta al nero) y tiene unos precios más que moderados en comparación con lo que se suele pagar en la Serenísima

Poste Vecie
Carmela Díaz

Desayuno dominical

Una de las mejores formas de comenzar el día es sentarse en el café más antiguo de Venecia y uno de los más famosos del planeta: el Florian. Presidiendo San Marcos se saborea uno de los capuccinos más caros del mundo, servido en bandeja de plata y con toda la parafernalia propia de la época de los duxes, mientras se escuchan en directo acordes de piano y violín, y se disfruta de un decorado de ensueño, casi irreal por su perfección.

Un alto en el camino

Callejeando alejados del circuito más turístico, abandonado el glamour veneciano más puro, también hay que conocer otro tipo de establecimientos dotados de autenticidad, como la Osteria Zucca, restaurante con capacidad para tan solo treinta comensales. Es coqueto, acogedor y un buen lugar si te apasionan las verduras: su lasaña, el pastel de calabaza o el pesto son de chuparse los dedos.

Y cuando cae el sol…

Si necesitáis alejaros del bullicio del epicentro durante unas horas, podéis elegir la Giudecca. Algunos de los mejores ocasos de la ciudad pueden observarse desde aquí. Un atardecer inolvidable -no dejéis de contemplar cómo muere el sol sobre el Gran Canal brindando con una copa de champán- se sitúa a través de las impresionantes balconadas del Cipriani.

Cultura contemporánea

Si tenéis inquietudes culturales o si estáis en permanente búsqueda de lo más cool, tenéis que visitar los Grassi, el Palazzo y la Palazzina. El Palazzo fue construido por el mecenas francés Francois Pinault para mostrar su formidable colección de arte contemporáneo, que incluye obras de Jeff Koons, Damien Hirst o Takashi Murakami.

Rincones venecianos
Carmela Díaz

El diseñador Philippe Starck diseñó el interior de la Palazzina, un hotel de lujo distinto a los típicos venecianos: las habitaciones tienen espejos que cubren el techo, las sillas están inspiradas en pop-art y predominan los colores minimalistas. Y, por supuesto, hay que dejarse caer por la colección Peggy Guggenheim, uno de los museos más importantes de Europa.

Dos últimos consejos para exprimir al máximo vuestra estancia:

¿Una excursión?

Si os queda tiempo tenéis que conocer Burano: es una isla de la laguna de Venecia famosa por sus encajes y sus preciosas casas de colores. Os recomiendo callejear durante la mañana y quedaros a comer, porque es un lugar con muchísimo encanto.

Burano
Carmela Díaz

¿El must para parejas?

Un paseo en góndola al atardecer. No es barato, pero se trata de una experiencia única en el mundo, repleta de simbolismo, magia y romanticismo.