Las chaquetas de tweed son otro de esos clásicos a los que podemos recurrir una y otra y otra vez y que sabemos seguro que, como a Diane Kruger, nos van a suavizar cualquier elección estilística arriesgada que hagamos. Ella, por ejemplo, lleva la suya con un mono ajustado a media pierna, pero lo mismo vale para un vestido con aberturas o unos jeans que estén muy muy rotos.