Todas nos hemos encontrado en esa situación en la que tenemos que vestirnos deprisa y corriendo pero no encontramos nada que ponernos en un armario repleto de prendas. ¿Cuál es el problema? Que nos faltan los básicos que todo fondo de armario veraniego debe tener. De esta forma, y ante esta eterna duda, siempre podremos coger un par de estas prendas o un vestido bonito y salir de casa tan monas como si hubiéramos estado dos horas probándonos modelitos. Con las prendas que hemos seleccionado, puedes hacerlo fácilmente.
Cómo construir tu fondo de armario
- Menos es más. No por tener más prendas en el armario vamos a tener cubiertas todas nuestras necesidades a la hora de vestir. Si las prendas no son las adecuadas y además son numerosas, no harán más que crearnos confusión.
- El orden, tu aliado. Es importante tenerlo todo muy bien clasificado y colocado para poder encontrarlo a golpe de vista. Si tu armario es un batiburrillo de prendas amontonadas es muy probable que siempre acabes poniéndote lo mismo por no tener que 'bucear' en las profundidades de las estanterías donde se amontonan tus pertenencias.
- Solo lo que te gusta y te sienta bien. Todas aquellas prendas que constituyen tu armario tienen que sentarte como un guante y favorecer tu silueta.
- Aprender a soltar. Compras impulsivas que al final no has encontrado la ocasión de estrenar o te has puesto una vez, prendas a las que tienes cariño pero que ya se ven desgastadas, cosas que hace más de dos años que no te pones... todo esto no tiene cabida en un armario operativo e inteligente. Deshazte de todo sin remordimientos.
¿Por dónde empezar?
- "Auditar" tus pertenencias. Para ello tendrás que vaciar completamente tu armario y clasificar todas las prendas.
- Hacer cajas. Te ayudará a clasificar todo el contenido. Empieza con dos montones. La primera ronda es fácil: lo que me sienta bien y lo que no. El cuerpo y los gustos van cambiando con los años, así que elimina lo que ya no te convence.
- Lo que hay que tirar. Todo lo que acabe en la caja de lo que no te sienta bien es de lo que tienes que deshacerte. La única excepción sería alguna prenda de muy buena calidad que puede volver a quedarte bien con algún arreglo. Esta no vuelvas a meterla en el armario, porque puede quedarse allí olvidada. Ponla en una bolsa y llévala a un establecimiento especializado para ver si es viable la transformación de la prenda.
- Lo que nos sienta bien. De esta caja haremos una primera criba de lo que se ve desgastado y viejo, y también nos desharemos de ello. Si son prendas que les das mucho uso y no tienes sustituto apunta en una lista lo que necesitas reponer, pero deshazte igualmente de ellas, sin pensarlo dos veces.
- Y lo mismo con... Zapatos, bolsos, pañuelos, complementos... No dejes ni un solo rincón de tu armario sin cribar. Al final, el esfuerzo merecerá la pena...
Ha llegado el momento de enfrentarse a los “supervivientes”, entre ellos se deberían encontrar por lo menos todos los elementos que aparecen en nuestra galería, además de tus prendas de temporada.