el otro oro líquido

Aceite de argán: qué es, para qué sirve y cuáles son sus propiedades

Si todavía no lo has introducido en tu rutina de belleza es porque aún no conoces todas sus propiedades y beneficios para tu piel y tu pelo. Te contamos todo lo que siempre has querido saber sobre el aceite de argán.

El aceite de argán tiene muchos beneficios para la piel del rostro, cuerpo y cabello.

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Sonia Murillo

Periodista especializada en moda y belleza.

Actualizado a15 de marzo de 2023, 18:03

Es habitual encontrar el aceite de argán como ingrediente en cremas, sérums, champús o mascarillas porque tiene muchas propiedades. Es rico en antioxidantes (vitamina E y gamma-tocoferol), protectores (betacarotenos), omega 6 y sustancias antiedad de última tendencia, como el escualeno, que estimula la regeneración de colágeno y ácido hialurónico. También podemos usar su forma pura directamente e incorporarlo como un paso más en nuestras rutinas. Pero, ¿qué beneficios tiene? ¿Cómo se utiliza?

¿Qué propiedades tiene el aceite de argán?

El aceite de argán se obtiene del prensado de los frutos del árbol de argán, que solo crece en Marruecos, en la zona suroeste. A la hora de elegirlo, mira que sea puro y que se haya extraído mediante una primera prensión en frío. Lo identificarás, además de por su etiqueta, por su color dorado clarito y su olor suave. Una de sus principales propiedades es que contiene altas dosis de vitamina E y ácidos grasos omega 3 por lo que es un buen antioxidante. También incluye lupeol, que hace que sea muy hidratante. Pero el aceite de argán tiene muchas más propiedades y usos...

¿QUÉ BENEFICIOS TIENE EL ACEITE DE ARGÁN?

Rejuvenece la piel. Reduce los daños solares y alisa líneas de expresión, patas de gallo, el surco nasogeniano o el código de barras en los labios. Su riqueza en vitamina E fortalece la barrera protectora de la piel y previene las arrugas. Un buen hábito es aplicar a diario 2 o 3 gotas con las yemas de los dedos en las zonas más marcadas y hacer ligeros toques hasta que la piel se lo “beba”.
Hidratante y nutritivo. Ayuda a curar grietas y heridas por deshidratación en labios, manos, cutículas y zonas muy expuestas. Solo hay que aplicar una pequeña cantidad y frotar hasta que se absorba. Para mejorar la piel muy seca, mejor ponerlo a última hora y dejarlo actuar durante la noche. Si se usa en los labios, al día siguiente despiertan más suaves y jugosos.
Antiacné y renovador. Regula el exceso de sebo y reduce el acné, porque estimula la regeneración natural de la piel, la hidratación y la elasticidad. Además, disminuye el tamaño de los comedones y ayuda a limpiar los poros. Por sus propiedades antisépticas, previene las infecciones. ¿El resultado? Una piel con menos inflamación y escoceduras. Para tratar el acné, se aplica directamente aceite puro, masajeando suavemente hasta que se absorba.
Calma irritaciones. Al ser rico en omega 6, calma la piel, la protege y la repara. Estimula la oxigenación de las células cutáneas, restableciendo el equilibrio de agua y lípidos de su barrera natural de hidratación. Por eso es un excelente remedio natural para calmar picores e irritaciones y reducir la sequedad en pieles con psoriasis, dermatitis atópica, eccema y herpes labial.
Cicatrizante y antiestrías. Tiene un alto poder cicatrizante que ayuda a difuminar marcas, cicatrices y manchas solares. Es especialmente efectivo para prevenir la aparición de las estrías, ya que estimula la regeneración natural de la piel y aumenta la hidratación. En caso de que ya hayan aparecido, aumenta la elasticidad en la zona y difumina su tamaño.
Para el cabello. Repara las puntas abiertas y aporta un aspecto más sano, brillante y suelto al pelo si se usa de manera frecuente. Una buena opción es usarlo como mascarilla: vierte unas gotas en las manos, frótalas para calentarlo, y distribuye el aceite sobre el pelo seco o húmedo, por mechones, deja actuar de 15 a 30 minutos y enjuaga bien. También es perfecto como acondicionador natural para el cabello fino ya que, a diferencia de otros aceites, no aporta peso. Su acción antioxidante protege del sol, los tintes y el calor de planchas y secadores. Además, tiene acción antiinflamatoria, por lo que “calma” el cuero cabelludo y evita brotes de caspa.

Fortalece las uñas. Antes de hacerte la manicura, date un masaje en las manos, las uñas y, sobre todo, insiste en las cutículas para hidratarlas bien.

¿CÓMO USAR el aciete de argán en el rostro?

Sobre la piel limpia. Antes de aplicar el aceite, es imprescindible eliminar el maquillaje y la suciedad para que sus principios puedan penetrar perfectamente.
Calentarlo en las manos. Vierte tres gotas de aceite en las palmas y frota para calentarlo y activar así sus propiedades.
Masajear la piel. Extiéndelo con un masaje desde la barbilla ascendiendo hasta los pómulos, con suaves círculos. En la frente, masajea desde el centro hacia el exterior.
Dejar absorber. Asegúrate de que el producto penetra completamente en la piel para que esta aproveche al máximo sus beneficios.

¿Qué precauciones hay que tener utilizando aceite de argán?

Como con cualquier otro cosmético, hay que tener cuidado de que no entre en contacto directo con los ojos y las mucosas. Tampoco es recomendable aplicarlo en heridas abiertas ni sobre pieles reactivas o que tengan algún tipo de patología.

¿Se puede comer?

Sí, el aceite de argán se puede usar en cocina, pero nunca será el mismo que el de uso cosmético ya que el proceso de extracción del aceite debe ser diferente en ese caso. Se utiliza de la misma manera que el aceite de oliva o el de coco, pero siempre será preferible utilizar el aceite de oliva virgen extra para consumo alimenticio que cualquier otro. Además, sus propiedades y beneficios no son muy diferentes a las del de oliva.