Más guapa en 2021: el RETO de los 12 pasos para resplandecer y verte más joven

Empecemos por lo esencial. No nos cansaremos de repetirlo. Aunque no te maquilles, es recomendable limpiarse la cara dos veces al día. El reto de este primer mes sería hacerlo por la mañana para deshacernos de las células muertas, suciedad y sudor que se han acumulado durante la noche y taponan los poros; y por la noche, para eliminar los restos de productos que nos hayamos ido poniendo a lo largo del día (maquillaje, BB Cream, etc), así como el polvo y/o la polución.

• Elige bien. No te conformes con el agua del grifo, sin más. A las pieles secas les va mejor los aceites y las leches desmaquillantes, mientras las pieles mixtas o de tendencia acneica agradecen las espumas y geles faciales, que se tienen que enjuagar con agua. Si quieres una limpieza profunda como la de las coreanas, puedes hacer doblete y usar primero un aceite para eliminar la suciedad o maquillaje más persistentes y acabar con un producto espumoso. Por supuesto, en cualquier caso, siempre se debe usar después un tónico para equilibrar el pH de la piel.
• El agua micelar, una muy buena opción.  Es la elección ideal para las que, por el contrario, les gusta simplificar al máximo su rutina de limpieza facial. Las micelas de este producto atrapan todo resto de suciedad y no es necesario usar después un tónico. Además, las puedes encontrar específicas para pieles grasas, secas o sensibles. Eso sí, aclárala.
• Los beneficios de la limpieza facial. Además de permitir que tu piel respire de nuevo, penetrarán mucho mejor los ingredientes de la crema que te pongas a continuación.

Foto: @caudalie

Ahora que ya te has habituado a hacer la limpieza facial dos veces al día, ¿qué tal si perfeccionamos la limpieza con una exfoliación semanal? Además de ayudarte a eliminar más a fondo las impurezas, contribuirás a combatir el tono apagado de tu piel. 

• Más ventajas. Combatirás el exceso de sebo, activarás la microcirculación del rostro y mejorarás el nivel de hidratación de tu crema, que penetrará en las capas más profundas de la piel.
• Cuál elegir. Conviene elegir un exfoliante facial con microgránulos (nada de partículas grandes que irriten la piel) y, si tu piel es especialmente sensible, no tienes por qué prescindir de la exfoliación. Elige exfoliantes enzimáticos a base de frutas como la papaya o la piña. Son las enzimas vegetales de estas frutas las que acaban con las células muertas sin agredir la piel.
• Y después, la mascarilla. Una vez acabada la exfoliación es el momento ideal para aplicarte una mascarilla. Piensa qué es lo qué necesita tu piel en ese momento (eliminar signos de fatiga y darle más  luz, combatir rojeces, regular el sebo, más firmeza) y elige una mascarilla iluminadora, calmante, purificadora o reafirmante... Las mascarillas monodosis te permiten poder ir alternándolas semanalmente.
• ¿Quieres simplificar? Puedes combatir las impurezas usando directamente una mascarilla de arcilla (blanca, verde o rosa, en función de tu tipo de piel).

¿Tienes más de 30 años? Es la hora de reforzar la acción de tu crema habitual con un sérum o un booster. Aunque los dos se usan después de la limpieza facial y antes de tu crema de día o de noche habitual, el booster, que también se conoce como concentrado, es más potente que el sérum y tiene todavía mayor capacidad de penetración en la piel debido al menor tamaño de sus moléculas. 

• ¿Qué ingredientes debo buscar? Pues, de nuevo, el sérum o booster lo debes escoger en función de las necesidades específicas de tu piel. Los sérums o boosters solo tienen un ingrediente (2 o 3 máximo) para tratar problemáticas concretas. Si a tu piel le falta luz, nada como unas gotas de un sérum de vitamina C antes de tu crema; en caso de que te preocupen las manchas, elige un sérum con ácido azelaico, con un gran poder despigmentante. ¿Tu piel es madura y sensible? Apuesta por un sérum con niacinamida, el versátil ingrediente de moda, que no solo es calmante, sino que tiene acción seborreguladora, iguala el tono de la piel, combate las arrugas y tiene una función barrera protectora frente a las agresiones externas.
• La protección indispensable, la solar. Otro refuerzo que no puede faltar en tu rutina facial es la protección solar. Si tu crema habitual no la incorpora, no te olvides de aplicarte un fotoprotector tras la misma. Este mes (como cualquier otro) es un buen momento para tomar conciencia de los peligros de las radiaciones solares, las culpables de la aparición de las arrugas y las manchas. ¡Ah! Y no debes usarlo solo en verano, los rayos UVA, UVB e Infrarrojos también pueden perjudicar tu piel en invierno.

​Foto: shutterstock

Tan importante como ponerte la crema es hacerlo con un masaje que favorezca su penetración y ayude a reafirmar la piel. Este mes concéntrate en incorporar otro hábito a tu rutina facial:  "ejercitar" la piel de tu rostro. Como siempre, tenemos opciones para que no falles en tu reto. Si no eres muy amiga de los automasajes o del yoga facial, puedes recurrir a la aparatología doméstica y optar por masajeadores faciales.

Foto: Foreo

Igual que hidratas tu cara a diario, deberías hacer lo mismo con la piel de tu cuerpo. Si tienes la suerte de tener una piel tersa y firme, bastará con que lo hagas una vez, después de la ducha. Pero si la flacidez o la celulitis ha hecho acto de presencia, lo recomendable es que asumas que la constancia desempeña un papel fundamental para combatirlas. Por lo tanto, te animamos a que te plantees un reto a partir de ahora: usar una crema reafirmante o anticelulítica por la mañana y por la noche. No estás sola en esta batalla, piensa que la celulitis, ya sea blanda, dura o edematosa, afecta al 90% de mujeres entre 15 y 55 años.

• Elige bien. Ten en cuenta que más que mucha cantidad de ingredientes en tu crema anticelulítica o reafirmante, es mejor que haya pocos, pero muy concentrados. Por ejemplo, si contienen algas o cafeína, dos de los activos anticelulíticos estrella, mejor al 10% que al 3%. Y esto es aplicable también para las cremas reductoras especiales para zonas rebeldes.
• Tratamientos médico-estéticos. En el caso de que las cremas anticelulíticas o reafirmantes se te queden cortas, hay tratamientos muy efectivos que te puedan aplicar en centros de belleza. Piensa, eso sí, que elijas el que elijas (carboxiterapia, radiofrecuencia, ultrasonidos, electroestimulación, ozonoterapia...), se requieren varias sesiones para que se puedan notar bien los resultados. Es decir, si quieres lucir palmito en verano, conviene que a finales de invierno o principios de primavera, te pongas por la labor... Y, por supuesto, ayudes el tratamiento con una dieta equilibrada y algo de ejercicio.

Un par de veces al año, tu cuerpo agradece un reset general con una buena cura détox global. Es decir, desde incluir caldos depurativos en tu dieta hasta hacerte una buena exfoliación o tratamiento con barros o algas, que ayuden a desintoxicar tu piel. Piensa que esto también reforzará la acción de tu crema anticelulítica y te ayudará a combatir la hinchazón y la retención de líquidos. 

• También en el cuero cabelludo. Puestos a iniciar una cura para eliminar impurezas, ¿por qué no incluir un paso más en tu rutina capilar y exfoliar también el cuero cabelludo? Usando un exfoliante capilar una vez a la semana o cada diez días, eliminarás los restos de los productos de styling,  partículas de polución o cualquier resto que ahogue al bulbo piloso e impida que se oxigene bien para que el pelo crezca mejor y más sano.

¿Todavía no tienes el hábito de usar mascarilla capilar y piensas que con el acondicionador ya es suficiente? Debes saber que sus funciones son distintas. Mientras el acondicionador ayuda a dejar el pelo suave y brillante, ayudando a desenredarlo y manteniendo a raya el encrespamiento, la mascarilla ayuda a recuperar el estado óptimo de la fibra capilar y la hidrata y nutre profundamente. Si todavía no forma parte de tu rutina capilar habitual, ya sabes, es el reto de este mes.

• Mascarillas exprés. Si te da pereza esperar 15 o 20 minutos a que actúe la mascarilla y por eso no la usas, no tienes excusa. En el mercado hay mascarillas de acción instantánea, con las que puedes conseguir resultados en solo tres minutos. Elige la que más te convenga en función del estado de tu cabello. Si necesita un extra de hidratación, busca una que contenga ácido hialurónico o aloe vera. Y si lo que buscas es reparar tu pelo porque está muy dañado, dos de los ingredientes estrellas son la keratina o el bambú.

Foto: @number4haircare

Ya que nos pasamos el día agendando citas, tareas y eventos varios, deberías programar una visita a la peluquería, si no cada mes, como mínimo cada dos meses. Aunque te retoques las raíces en casa, de vez en cuando conviene sanear el cabello, repasar tu bob para que no pierda la gracia el corte, rejuvenecer el pelo haciendo algún tratamiento reparador o, por qué no, darle un aire nuevo a tu look probando algunas de las técnicas de moda y con resultados más naturales, como las  nuevas mechas melting Vanila. El reto es procurar siempre un mantenimiento a tu pelo, porque un cabello encrespado, sin forma y con el color descuidado pone años.

¿Te ha apetecido ir a la pelu a hacerte un cambio de look? Entonces, echa un vistazo a todas las tendencias de cortes de pelo y color que veremos en 2020.

Foto: @bestofbalayage

Aunque no seas de las que se maquilla habitualmente, el reto es ir introduciendo pequeños gestos que suban tu look en el acto. Por ejemplo, si no eres de ponerte base de maquillaje a diario, opta por una BB Cream (hidratante con color), que aparte de tratamiento te aportará una nota de color y unificará el tono de la cara, disimulando las imperfecciones.

• Notas de color estratégicas. No, no te vamos a proponer un contouring ni un tutorial de sombras. De hecho, somos muy fans del maquillaje nude. Pero hay detalles casi imperceptibles que, sin embargo, mejoran mucho el aspecto de tu rostro. Entre ellos, perfilar tus cejas para darle más carácter a tu mirada. Recuerda que unas cejas definidas y pobladas rejuvenecen. Y, por supuesto, aunque sea un par o tres de veces a la semana, pinta tus labios de rosa, rojo o de un favorecedor tono coral. Esta demostrado que un labial subido de tono reaviva el rostro al momento, eliminando los signos de cansancio y eleva el ánimo.

Foto: Shutterstock

Este año ha sido especialmente duro para nuestras manos. Tanto gel hidroalcohólico las ha perjudicado y nos hemos puesto más cremas de manos en 2020 que en los últimos 10 años. Quizá esa percepción del mimo extra que necesitan nos ha hecho reparar más en ellas y nos ha llevado a muchas a experimentar con la manicura.

En el reto de este mes te animamos a que rejuvenezcas tus manos, aportándole color a tus uñas y que dejes volar tu imaginación con la multitud de diseños con los que nos sorprenden las nuevas tendencias de manicura. Las manos, que movemos constantemente y están tan a la vista, son una carta de presentación de cara a los demás. Sorpréndete y sorpréndeles. 

Foto: @betina_goldstein

¿Desde cuándo no has limpiado tus brochas de maquillaje? ¿Y si están perjudicando tu piel porque acumulan bacterias? Igual es hora de sustituir alguna y quedarte con los pinceles básicos. Por no hablar de ese secador que hace tiempo que deberías haber jubilado porque intuyes que en vez de "ayudarte" a lucir pelazo, hace que cada vez se vea más encrespado... ¿Has oído hablar de los secadores iónicos? Secan más rápido y gracias a la acción de sus iones evitan la electricidad estática en el pelo. 

Este mes te sugerimos que revises todos tus utensilios y accesorios de belleza, desde peines, pasadores o coleteros a cualquier herramienta térmica como tenacillas, cepillos eléctricos o planchas. Las planchas de vapor, por ejemplo, son un acierto seguro, porque no solo no dañan el pelo, sino que mejoran y tratan la fibra capilar. ¡Para mejorar nuestro aspecto hay que aliarse con un material de calidad!

Porque es tu cumpleaños, porque estás estresada o porque sí: tres o cuatro veces al año deberías darte un capricho y mimar tu cuerpo con una sesión de spa.  Resérvate una mañana o una tarde solo para ti y regálate todos esos mimos que tanto añora tu piel. Puedes montarte el spa en casa (baño de sales, mascarillas, aromaterapia, pediluvio) o pasarte por un centro. Lo importante es gratificarte con un tratamiento o tratamientos que no solo cuiden de tu piel, sino que relajen tus músculos y tu estado de ánimo, y te aporten una agradable sensación de bienestar. Este reto sí que no te va a costar ningún esfuerzo.