Leonor en Nueva York, sin padres y con un amigo especial: el planazo de la princesa al otro lado del charco

La Semana Santa, ese primer alto en el camino del año académico y laboral. En este 2024, el 'break' necesario después de la cuesta de enero, el rápido febrero y un marzo inconcluso, para tomar aire y encarar con energía el inicio de la primavera. No queda exenta de ello Leonor, que aunque ya ha terminado los estudios obligatorios —y el bachillerato—, sigue inmersa en una nueva etapa formativa cargada de retos. Cada vez queda menos tiempo para que concluya la primera fase de su formación castrense y se despida de la Academia General Militar de Zaragoza, donde ingresó el pasado mes de agosto. Pero antes de poner punto final, tocaba descansar.

Fue el pasado martes 26 de marzo por la tarde cuando la Princesa de Asturias dio el pistoletazo de salida a este último periodo vacacional antes de encarar la recta final de su paso por el Ejército de Tierra. El primer 'check' de esa andadura por las Fuerzas Armadas que, en realidad, queda lejos de terminar. Todavía le quedan dos cursos más, formándose en Agua y Aire. No es de extrañar que, además de ver a su familia, la heredera haya querido despejarse en medio de esta vorágine de responsabilidades que la vida adulta supone. Más cuando debe prepararse para ser la futura Reina. Así que de familia lo justo y necesario, aunque no haya apartado a sus padres de su hoja de ruta. Sea como fuere, la hija de Felipe VI ha preferido no perder el tiempo y coger un avión con destino los Estados Unidos.

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La escapada de Leonor a Nueva York con uno de sus mejores amigos

Nadie vio venir que Leonor se 'escaparía' a Nueva York en estas fechas, aunque no debiera causar excesiva extrañeza atendiendo a su situación. Al fin y al cabo, la nieta de Juan Carlos I ya no es una niña pequeña. El pasado 31 de octubre cumplió por fin la mayoría de edad, y ya son casi tres los años que lleva viviendo alejada de sus progenitores. Antes de comenzar su camino como cadete, pasó dos años interna en el UWC Atlantic College, en Gales, para estudiar el Bachillerato Internacional, como hace ahora también su hermana Sofía. Tiempo fuera de casa para descubrirse y explorar el mundo, así como conocer personas de todos los lugares y culturas. Ese primer paso como adulta que, además, le permitió comenzar a forjar su particular círculo de íntimos.

Es el hecho de haber construido un grupo de amigos tan variopinto lo que la habría llevado, según adelanta la revista '¡Hola!', a viajar en esta ocasión. Y es que, según ha apuntado la publicación antes citada, uno de los motivos para trasladarse a Manhattan en estas jornadas de desconexión, podría ser también poder reencontrarse con Gabriel Giacomelli, uno de sus mejores amigos. El joven, al que conoció durante su tiempo en el Reino Unido, estudia en la Universidad de Nueva York y vive afincado en una zona próxima al río Hudson. 

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Un buen compañero de aventuras que no necesariamente es su pareja. Lo confirma también este medio, que recalca que fuentes de toda solvencia aseguran que nunca fueron novios. Lo anterior, a pesar de los rumores después de que la princesa lo invitase a pasar unos días en España. No obstante, el cariño entre ellos es algo especial e innegable. Tanto como para que la primogénita del Rey haya apostado por tomar su primer vuelo totalmente sola, en el vivo ejemplo de que su vida como mujer independiente no ha hecho más que empezar. 

Los otros planes de Leonor durante la Semana Santa

Y aunque la futura Reina haya sabido poner tierra de por medio con su familia en estos días libres, la realidad es que es su sentido del deber y el amor por los suyos no ha desaparecido en ningún supuesto. La muestra de ello es que, antes de emprender esta travesía hasta América, Leonor se marchó de Zaragoza tras una sorpresa de sus padres en la capital aragonesa. Sucedía después de la visita de Felipe a la Academia, donde compartieron un turno de comida juntos, aunque esta vez compartirían un menú fuera de la cantina. El soberano y Letizia despejaron su agenda y fueron a buscar a la princesa. Una vez juntos, disfrutaron de una comilona tan mundana como "jamón, chipirones y raciones para compartir" en el Hotel El Patio, ubicado en el pueblo aragonés de La Almunia de Doña Godina.

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Además, y aunque parecen quedar muy lejos los días en los que acudían año sí y año también a la Misa del Domingo de Resurrección en la catedral de Palma, tampoco ha faltado tiempo para la tradición. Bajo ese pretexto surgiría la idea de aparecer, también sin previo aviso, en plena calle de Alcalá para ver la procesión del Encuentro. Paraguas en mano y abrigados ante tan adversa climatología, los Reyes y sus hijas disfrutaron del paso. De fondo, sonaba el himno nacional, mientras que muchos de los presentes vitoreaban para alabar la figura del monarca. Un día redondo y cargado de emoción que ni la lluvia pudo empañar.