La estrategia de Guillermo para acallar rumores sobre la salud de Kate Middleton en su día más controvertido

Combinar los compromisos familiares, con los personales y con una agenda real es complicadísimo. Y más aún sí llegan imprevistos o polémicas que se generan en minutos. Si no, que se lo digan al Príncipe Guillermo de Gales, que acaba de volver al trabajo en uno de los días más complicados para su familia.

Después de que el otro día el heredero se ausentara de una cita importante para la monarquía europea, la misa homenaje de Constantino, levantando sospechas sobre la salud de su mujer que han generado un gran revuelo y cientos de rumores en el Reino Unido y en el mundo entero. Hoy, sin indicar nada que presagie nerviosismo, ha retomado su agenda oficial en una visita muy especial. 

Un encuentro muy emotivo

El primogénito de Carlos III ha reaparecido en un encuentro muy especial y emotivo. Ya que se ha trasladado hasta la sinagoga Western Marble Arch, en Londres, para reunirse con la comunidad judía de Reino Unido, y encontrarse con una superviviente del holocausto.

Allí, ataviado con una Kipá, el gorro tradicional judío, el heredero ha podido charlar con un grupo de estudiantes de la Torá, que le contaron cómo se había producido lo que uno de ellos describió como “una explosión" de antisemitismo, incluidas amenazas de muerte y agresiones”.

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El hijo de Lady Di ha aprovechado la ocasión para emitir unas palabras contra el antisemitismo, por el que se encuentra realmente preocupado y que considera que cada vez es mayor en Reino Unido. "Tanto Catherine como yo estamos extremadamente preocupados por el aumento del antisemitismo y lamento mucho si alguno de ustedes ha tenido que experimentar eso", dijo el príncipe.

Aunque la monarquía británica suele mostrarse como apolítica, el Príncipe Guillermo no ha dudado en pedir públicamente la paz entre Israel y Palestina y solicitar a Hamás que libere a los rehenes.

También ha podido compartir un momento con Renee Salt, una anciana de 94 años, superviviendo del Holocausto, que ha podido transmitir al Príncipe de Gales toda su sabiduría. Además, durante el trascurso de su visita, Guillermo ha recibido un ramo de flores para que se las entregara a su mujer, Kate Middleton, que se encuentra aún convaleciente y envuelta en polémica.

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Un feo con su familia Griega y una disculpa de último momento

Esta aparición es la primera de Guillermo tras el feo que hizo a su familia griega. El pasado 27 de febrero se celebró en la capilla de St. George de Castillo de Windsor, una misa en homenaje a Constantino de Grecia. Fue un evento solemne, y muy emotivo, que reunió a miembros de la realeza de toda Europa para recordar al exmonarca griego fallecido hace un año.

La misa, que se había pospuesto de enero a febrero por motivos de salud de Carlos III, que se encuentra tratándose del cáncer que padece, iba a contar con Guillermo como anfitrión del evento. Pero el Príncipe de Gales indicó, a muy pocas horas de la celebración del acto, que no podría acudir a la misa "por motivos personales". Por ello fue Camilla la que tuvo que encabezar este homenaje.  

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La Casa Real Británica no dio más detalles sobre la razón de su ausencia, lo que generó especulaciones sobre la salud de Kate Middleton, quien también se ausentó del evento. Sin embargo, la Casa Real aclaró que Kate se encontraba "mejor", en su residencia de Adelaide Cottage. Además de este evento, Guillermo confirmó que también “liberarían” parte de su agenda de la semana

Allí, además de la propia familia griega con Pablo de Grecia y Marie Chantal a la cabeza, se reunieron representantes de todas las casas reales europeas, de España acudieron tanto los Reyes Felipe VI y Letizia, como los reyes Eméritos, Juan Carlos I y Sofía, así como las dos infantas Elena y Cristina, acompañados de su hijo Pablo Urdangarín.