El enoturismo está de moda y te descubrimos cuatro planazos

Es época de vendimia, de clima templado y campos multicolores; de hojas rojizas, ocres y doradas. Es el momento del año en el que regresan a nuestras mesas los guisos caseros y los platos de cuchara, y apetece acompañarlos de un buen vino. Por eso hoy os proponemos cuatro planes de enoturismo irresistibles, para empaparse de la fascinante cultura del vino. Además, son perfectos para disfrutar en pareja, con amigos o con toda la familia. ¡Tú eliges!

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El vino como destino

Comenzamos con Bodegas Portia, en la Ribera del Duero, que ofrece visitas guiadas para conocer el proceso de fabricación del vino, desde el propio viñedo hasta la cata, pasando por todas las etapas intermedias de producción: los depósitos de acero, las barricas y los botelleros, cuyo diseño fue inspirado en una biblioteca de Manchester que solía visitar su creador, Norman Foster. Además de las visitas, también se organizan talleres olfativos y actividades de cata, combinadas o no con degustación de tapas. No os podéis perder el restaurante Triennia Gastrobar, que tiene una ubicación privilegiada, con terraza y con unas vistas excepcionales, ofreciendo una amplia oferta gastronómica que va desde el tapeo más informal hasta dos menús más sofisticados. El menú Brotes de Portia se compone de platos como el corte de foie, piñones y uvas; la mousse con toque crujiente y encurtidos; empanadillas de buey con fondo picante; buñuelos de bacalao con salsa romescu y brotes frescos; carpaccio y mostaza, delicias glaseadas con hierbas y jugo thai; y postres como el bizcocho de mandarina con base de griego y frutos rojos. Por otra parte, el menú Castellano, más tradicional, pero con un toque de vanguardia, ofrece, entre otras delicias, morcilla con crema de manzana y alioli de piquillo; dados de bacalao marinado y confitado; sopa tradicional castellana; ensalada de la huerta para acompañar le cordero lechal asado al estilo tradicional de Aranda de Duero, y postres como la torrija caramelizada con helado de canela y menta fresca.

• Atención porque esta bodega también dispone de un Wine Bar, un lugar ideal para tapear y probar sus vinos de una manera más informal.

Pioneros del enoturismo

Bodegas Campillo, en Laguardia, es un espacio para experimentar, saborear, disfrutar y compartir. Estas bodegas fueron de las primeras en apostar por el enoturismo. Están ideadas para acercar el mundo del vino al consumidor y que pueda ver, de primera mano, cómo se elaboran sus vinos, así como vivir una experiencia completa en la bodega gracias a sus catas sensoriales. Su amplia agenda de actividades enoturísticas incluye un entretenido paseo por los viñedos que rodean la bodega, por las salas de crianza en barrica y por el impresionante botellero, así como una didáctica cata comentada de los vinos. Además, cuentan con un espacio dedicado al mundo de arte puesto que desde su creación estas bodegas han tenido una inquietud por vincularse a proyectos artísticos. Participaron en la génesis del proyecto Guggenheim de Bilbao, pero su vinculación con el arte viene desde su misma concepción con una arquitectura de vanguardia que dio lugar a un espectacular espacio (estético, integrado y funcional).

• El entorno unido al gran viñedo que la rodea, dan como resultado una escapada que merece la pena.

Es época de vendimiar

A través de esta propuesta vais a poder vivir, en primera persona, una de las épocas más decisivas y emocionantes del ciclo de la vid: el pisado de la uva. Durante el mes de octubre en Cepa 21 retoman, por octavo año, su Taller de Vendimia, una actividad destinada a experimentar este proceso tan nuestro y vivirlo como lo hacían los primeros viticultores en la Ribera del Duero. Situada en el pueblo de Castrillo de Duero, en Valladolid, se han propuesto como objetivo elaborar vinos de altísima calidad y cuidar al detalle todos los elementos que intervienen en la vinificación: desde la selección del terruño y la uva hasta un control pormenorizado de los procesos en viñedo y en bodega. Unas jornadas que os van a introducir en las labores de la bodega, comenzando con una visita a las instalaciones, una posterior vendimia manual en viñedo y el tradicional pisado de uva. Se tienen en cuenta las medidas de necesarias para disfrutar de esta jornada en condiciones sanitarias seguras. Además, tras experimentar la primera etapa de la elaboración de vino, los podréis disfrutar de una cata de tres de sus referencias maridada con productos de la zona entre viñedos.

• Esta visita es una experiencia apta para toda la familia. Los niños disfrutarán mucho del pícnic entre viñedos en un entorno inigualable.

Historia viva de La Rioja

En Bodegas Faustino, fundadas en 1861, además de las visitas guiadas, ofrecen un plan cultural alternativo que busca trasmitir la esencia de una región por medio de la elaboración del vino desde los viñedos hasta la degustación del vino. Y lo hacen de una manera didáctica y entretenida. Atravesar sus puertas es adentrarse en la historia de una de las regiones vinícolas más prestigiosas, así como vivir una experiencia en una de las bodegas más reconocidas a nivel mundial, con 160 años de historia y presencia en más de 100 países. Esta propuesta de enoturismo incluye un recorrido por sus instalaciones, por los viñedos propios y una cata de los vinos en el Wine Bar, donde también se pueden adquirir sus icónicos vinos. Una curiosidad a tener en cuenta: Faustino I es el Gran Reserva de la DOCa Rioja más vendido en el mundo, con casi el 40% de las ventas de vino en su categoría.

• Prueba alguno de sus nuevos vinos y cavas Faustino Art Collection, son muy especiales.