¿Cómo saber si tengo intestino permeable?

Durante los últimos años se ha hablado mucho del síndrome del intestino permeable. Las redes sociales están llenas de publicaciones que explican qué es y cómo se puede evitar.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que el intestino es permeable a muchas sustancias, sobre todo a los nutrientes que tomamos. Sin embargo, cuando esa permeabilidad se ve alterada el intestino también deja pasar a la sangre cierto tipos de sustancias tóxicas para nuestro organismo.

Algunos estudios han relacionado esta alteración intestinal con enfermedades autoinmunes, neurológicas, hepáticas y con enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

¿Qué es el intestino permeable y cómo se cura?

El intestino permeable es una afección digestiva que afecta el revestimiento de los intestinos. En el síndrome del intestino permeable, los vacíos en las paredes intestinales permiten que las bacterias y otras toxinas pasen al torrente sanguíneo, provocando inflamación en nuestro organismo, ya que es en esta parte de nuestro cuerpo es donde tiene lugar la digestión y la absorción de los alimentos. Es decir, es como si nuestro intestino estuviera agujereado.

Algunas de las causas que pueden provocarlo son:

• Mala alimentación. La alimentación influye directamente en la permeabilidad intestinal. Si abusamos del consumo de alimentos inflamatorios podemos favorecer a que la mucosa del intestino se vea alterada.
• Estrés. El intestino es nuestro segundo cerebro. El estrés puede llegar a dificultar la digestión. Además, el estar expuesto de manera prolongada al cortisol – la hormona del estrés- también favorece la inflamación crónica de primer grado.
• Infecciones. Padecer algunas infecciones, como la candidiasis o las lombrices intestinales, aumenta el riesgo de sufrir este síndrome.
• Abuso de fármacos. El uso abusivo de algunos fármacos también puede causar una alteración en la permeabilidad del intestino. Lo mejor es consultar con un médico.
• Uso de antibiótios. Que dañan directamente a la flora intestinal provocando pérdida de protección y agresión sobre la mucosa intestinal.
• Durante el embarazo y lactancia. También puede haber cierta permeabilidad intestinal.

Descubre aquí si tienes grasa abdominal o tienes inflamación.

¿Cómo saber si tengo el intestino permeable?

Los síntomas del intestino permeable son muy generales, pero se pueden realizar algunas analíticas de heces o de sangre que nos pueden confirmar que sufrimos permeabilidad intestinal. Uno de los marcadores de este síndrome es encontrar niveles altos de zonulina.

Los síntomas de tener intestino permeable son:

• Malas digestiones
• Hinchazón abdominal
• Diarrea crónica o estreñimiento
• Sensación de pesadez
• Alergias alimentarias

¿Qué alimentos son malos para el intestino permeable?

Algunos alimentos pueden causar inflamación en el organismo, lo cual favorece el crecimiento de bacterias no beneficiosas en nuestro intestino y daña la permeabilidad intestinal. Algunos de los alimentos que debemos evitar son:

• Lácteos de vaca
• Alcohol
• Azúcar y sus sustitutivos
• Gluten
• Carne procesada
• Aceites refinados
• Los alimentos ultrapocesados

¿Cuál es el mejor suplemento para el intestino permeable?

Para hacer frente al síndrome del intestino permeable la alimentación es clave. Nuestra dieta se debe basar en alimentos que nos ayuden a regenerar la mucosa y la flora intestinal. Hay profesionales que aconsejan seguir una dieta FODMAP si tienes el intestino permeable. En cualquier caso, antes de hacerlo, consulta con un médico.

• Los tubérculos. Como las patatas, que contienen almidones con propiedades que suavizan y calman la mucosa digestiva irritada.
• Polifelones. Una dieta rica en polifenoles (los arándanos, manzana, chocolate negro, té verde o naranja) mejora la permeabilidad intestinal en personas mayores, según revela un artículo publicado en la revista Clinical Nutrition.
• Glutamina. Un aminoácido presente, por ejemplo, en el caldo de pollo. La glutamina mejora la función de barrera intestinal al actuar como fuente de energía para las células del intestino delgado.
• Alimentos antiinflamatorios. Incluir en nuestra dieta alimentos que ayuden a contrarrestar la inflamación o seguir la dieta mediterránea, reduce la inflamación y el estrés oxidativo que causa el síndrome metabólico.
• Probióticos. Aumentar el consumo de los alimentos probióticos puede ayudarnos a mejorar nuestra salud intestinal. Entre los alimentos probióticos destacan: el yogur natural y el kéfir.