¿Te duele?

10 ejercicios para aliviar el dolor lumbar

Los estiramientos te ayudan a recuperarte cuando el dolor lumbar te deja "clavada" y también para prevenir que vuelva a repetirse.

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

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Flexibilizar la pelvis

Colócate con los pies paralelos y una pelota flexible bajo el sacro. Realiza movimientos con la columna y la pelvis pivotando sobre la pelota hacia adeltante y atrás, a un lado y a otro. Explora las sensaciones de mover la columna no solo en una flexión y extensión, sino en las diferentes direcciones del espacio.

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Rotacion de columna

Tiéndete de lado, con la pierna en ángulo de 90 grados sobre una esterilla enrollada. Haz movimientos suaves haciendo rodar la esterilla adelante y atrás, mientras realizas movimientos de rotación en la columna aprovechando la gravedad de manera relajada.
 

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Movilizar y relajar la columna

Con los pies y las manos paralelos y apoyada sobre una base estable como un taburete o una mesa baja, alterna los movimientos manteniendo los dos pies en el suelo, levantando los talones mientras llevas la cabeza hacia el pecho dejando que se redondee la espalda. Mantén los hombros relajados en todo momento. Explora la sensación de moverte en coordinación con la respiración y en las diferentes direcciones del espacio. Observa las zonas donde acumulas más tensión para liberarlas.

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Micromovimientos para la zona lumbar

Con una mano en cada rodilla, acerca las piernas hacia el abdomen mientras exhalas. Siente el estiramiento de la zona lumbar y, mediante micromovimientos, su movilización en todas las direcciones del espacio. Percibe el masaje que genera esta postura en el abdomen.

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Estirar, relajar y movilizar

Con la mano izquierda cruzada en el lado externo de la derecha deja caer tu peso hacia la izquierda, realiza micromovimientos coordinados con tu respiración y siente cómo estiras, relajas y movilizas el tejido y la columna. Cambia de lado y finaliza con las dos manos paralelas.

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Doblar y estirar

Respira relajadamente y lleva las manos al suelo flexionando las rodillas mientras acercas el pecho a los muslos. Si no llegas a tocar el suelo, apoya las manos sobre ladrillos de yoga por ejemplo. Estira las piernas sin despegar las plantas de los pies del suelo y aguanta lo que puedas. Para incorporarte, vuelve a flexionar las rodillas y levántate poco a poco, vértebra a vértebra.

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Alinear la columna

Con las manos y pies paralelos, alinea la columna y siente cómo su musculatura, la de la zona lumbar y la musculatura profunda del abdomen ayudan a estabilizar la posición. La versión fácil de esta postura implica apoyar rodillas y antebrazos, Y la versión difícil consiste en elevar una pierna.

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Medio puente

Con los pies paralelos, las rodillas alineadas con el centro de las caderas y los brazos a los lados del cuerpo con las palmas de las manos mirando hacia arriba, inhala y eleva la pelvis y la columna hasta formar una línea recta de los hombros a las rodillas. Al exhalar, baja la columna lentamente, sintiendo como cada vértebra contacta con el suelo. Procura mantener el peso bien distribuido y evita llevarlo hacia la zona cervical.

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Ganar flexibilizar

Desde la posición inicial del ejercicio anterior, eleva una pierna y realiza movimientos ondulatorios desde la columna, pelvis y pierna. Apóyate bien sobre el pie y los hombros, evitando poner el peso en la zona cervical para no sobrecargarla.

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Corregir las desviaciones de la espalda

Con los pies paralelos a las caderas, apóyate sobre el palo de la escoba, por ejemplo. Relaja codos y hombros para proteger la articulación. Flexiona las rodillas y explora la alineación de la columna, ajustándola para evitar un exceso de curvatura en las zonas lumbar, cervical, sacra o dorsal.
 

Cuando tienes dolor lumbar, o sea, en la parte baja de la espalda no es recomendable hacer reposo. Al contrario, en cuanto el dolor te lo permita, lo ideal es caminar, aunque sea a pasitos cortos y sin moverte de casa y empezar a estirar.

Los estiramientos son un tratamiento efectivo para el lumbago. Consulta con el médico cuándo puedes empezarlos si te has quedado "clavada". Si el dolor no es incapacitante, puedes hacerlos para evitar que vaya a más. Y cuando te hayas recuperado, para evitar que el dolor en las lumbares vuelva a aparecer.

Cómo hacer los ejercicios para aliviar el dolor lumbar

Hay que buscar el momento para poder hacerlos sin prisas, tomándote tu tiempo. No necesitas más de 20-30 minutos y puedes hacerlos al levantarte de la cama o antes de irte a dormir, por ejemplo, pero siempre tiene que ser un rato de relax en los que puedas centrarte en ti.

Practicar yoga en casa mejora tu estado físico, para sentirte más en equilibrio, más ágil y saludable, y te aporta calma y concentración. Conoce más.

Cómo tienen que ser las posturas

Lo ideal es que sean posturas fáciles, como las que te proponemos en la galería, para que no te sientas forzada al adoptarlas. Debes poder relajarte en la postura que adoptes para mantenerla el tiempo suficiente para que las fibras de los músculos se elonguen y el estiramiento sea efectivo. Durante el estiramiento debes poder respirar con una cierta profundidad, nunca bloquear la situación. Cada vez que sueltes el aire, puedes tratar de profundizar un poco más en la postura y hacer el estiramiento más profundo.

Cuánto tienen que durar

Lo ideal es que el estiramiento sea largo. Cuando empiezas a estirar tal vez puedas mantener el estiramiento menos tiempo. No te preocupes, poco a poco podrás ir alargando el tiempo del estiramiento, ayudando así a que los músculos vayan cediendo poco a poco.

¿Te duele al estirar?

Si te duele, no continúes estirando. Revisa tu postura y, si es correcta y vuelve a dolerte al estirar, consulta con el médico o un fisioterapeuta.

Y, además, refuerza el core

El core son los músculos pélvicos, abdominales, lumbares y la musculatura de la columna. Trabajarlo es básico para estabilizar la columna vertebral y evitar el dolor lumbar. En este artículo te proponemos abdominales fáciles y seguros para trabajarlos.

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