Las discusiones son como torbellinos emocionales que nos arrastran, a veces sin previo aviso, a terrenos donde la racionalidad parece disiparse. Cuando las discusiones y desacuerdos surgen en tus relaciones, a menudo te encuentras con el desafío de reconciliarte y reconstruir la conexión. Es en ese momento cuando sacamos todo nuestro carácter y nos aferramos a nuestras convicciones. Y es que, la idea de reconciliación puede ser todo un reto y genera mucha ansiedad, especialmente para algunas personas.
El arte de reconciliarse después de una disputa radica en la capacidad de comprender, empatizar y comunicarse de manera efectiva. Pero, ¿cómo hacerlo bien? ¿Quién debe dar el paso? ¿Cuánto tiempo debe pasar?
Aunque pueda parecer un proceso delicado, Sonia Díaz Rois, experta en gestión de la ira y eneagrama, manifiesta que es posible encontrar la forma de entenderse y sanar las heridas, y te ofrece las estrategias que pueden ayudarte a reconciliarte de manera efectiva después de una discusión.
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¿Cómo resolver las diferencias?
La primera estrategia es la de saber empatizar con otros puntos de vista. Una de las mayores dificultades para resolver las diferencias durante una discusión es ser capaz de empatizar con los sentimientos de los demás. "En ese momento estamos convencidos de estar en lo cierto, lo estemos o no. Y nos puede costar mucho empatizar con otros puntos de vista, al menos, de manera casi inmediata", explica la experta.
Sin embargo, la clave para una reconciliación exitosa radica en la capacidad de escuchar y comprender las perspectivas de la otra persona, incluso si no estamos de acuerdo. Esto requiere dejar a un lado el orgullo y estar abiertos a considerar otras formas de ver las cosas.
"Cerrar el tema diciendo algo así como 'lo olvidamos y ya está', de poco sirve", reconoce Sonia Díaz. Reconocer nuestros errores y estar dispuestos a admitirlos es fundamental para avanzar hacia una reconciliación genuina. Además, "es esencial entender que cada individuo experimenta y gestiona las emociones de manera única".
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¿Cuánto tiempo hay que dejar pasar para la reconciliación?
La segunda estrategia consiste en respetar los tiempos de cada uno, no hay un periodo concreto. La experta señala que "una reconciliación requiere de más tiempo para unas personas que para otras. Cada uno tiene sus tiempos y su proceso. Y eso es algo que hay que tener en cuenta, comprender y saber respetar".
Forzar una reconciliación antes de que ambas partes estén listas puede ser contraproducente y dificultar aún más el proceso. Además, si simplemente dejamos que pase el tiempo sin abordar el conflicto, es probable que vuelvas a chocar por el mismo motivo en el futuro. Por lo tanto, es importante encontrar el momento adecuado para iniciar un diálogo constructivo.
"Algunas personas pueden necesitar más tiempo para procesar y asimilar lo ocurrido, mientras que otras buscarán la reconciliación de inmediato para restaurar el equilibrio emocional", expresa la especialista en gestión de la ira.
"Así como en el duelo, el proceso de reconciliación puede ser variable en duración y tener sus propias fluctuaciones. Sin embargo, la decisión de reconciliarse o no también depende del valor que asignemos a la relación y del daño percibido", agrega.
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¿Hay que dejar a un lado el orgullo?
La tercera estrategia que propone Sonia Díaz Rois es tener la capacidad de dejar a un lado el orgullo y no cerrar la discusión con frases banales. Según la experta, decir "no pasa nada", "lo siento mucho" o "perdóname" y cerrar el tema no es suficiente para resolver las diferencias.
"Ser capaces de 'dialogar' sobre algo en lo que no estamos de acuerdo, sin necesidad de darnos la razón, simplemente escuchando y teniendo en cuenta otros puntos de vista, es un gran paso".
Esto implica que estés dispuesta a admitir cuando te has equivocado, dejando a un lado el orgullo. Además, es importante reconocer que la forma en que cada persona experimenta y gestiona las emociones es única, lo que puede afectar el proceso de reconciliación.
¿Cómo dar el primer paso?
La cuarta estrategia corresponde a la responsabilidad. Si el ambiente sigue tenso y nadie ha dado el primer paso, evita perder los nervios. La experta sugiere que "antes de tomar la iniciativa para la reconciliación, reflexiones sobre tu propia contribución al conflicto". Reconocer tu responsabilidad en el asunto te permite acercarte al diálogo con humildad y apertura. Además, es importante evaluar la importancia de la relación y tus objetivos al buscar la reconciliación.
"Hacernos responsables de nuestra parcela es primordial. Puedes preguntarte, desde la calma, '¿Es para tanto?' y procurar relativizar", sostiene. Además, es importante evitar descargar la culpa en el otro y, "en lugar de pensar por defecto que las intenciones de la persona con la que has discutido eran 'malas intenciones', empezar por activar la 'presunción de inocencia', haciendo lo posible por intentar comprender sus motivos", para allanar el camino hacia la comprensión mutua.
CANVA
¿Cómo tener una reconciliación exitosa?
La quinta y última estrategia para cerrar con éxito una discusión es tener una comunicación asertiva.
Para lograr una reconciliación efectiva, la experta recomienda comunicarse de manera asertiva, compartiendo nuestras necesidades y escuchando atentamente a la otra persona. "Estar dispuesto a dejar de ver las diferencias y pasar a ver eso que tenemos en común, te ayudará a ser más flexible, tolerante y también a cambiar de opinión cuando sea necesario".
La comunicación asertiva, basada en compartir nuestras necesidades y escuchar activamente, es fundamental para construir puentes hacia la reconciliación. Reconocer que, al igual que nosotros, otras personas también buscan respeto y comprensión, nos ayuda a cultivar una actitud más empática y constructiva, necesaria para superar las diferencias. "Al centrarnos en lo que tenemos en común en lugar de nuestras diferencias, podemos fomentar un entendimiento más profundo y duradero".
El proceso de reconciliación después de una discusión puede ser desafiante, pero con paciencia, empatía y comunicación efectiva, es posible restaurar la armonía y fortalecer las relaciones. La experta en gestión de la ira nos recuerda que el camino hacia la reconciliación sana comienza con un paso valiente hacia el diálogo y la comprensión mutua.