Este año, sí

Cómo apuntarte al gimnasio y, además, ¡ir dos veces por semana!

Aunque sea un gimnasio low cost, si no vas te sale carísimo. Por eso, te damos las claves para que este año sí seas constante a la hora de entrenarte en el gym.

apuntarte al gimnasio dos veces por semana
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Mamen Lorenzo

Directora de Estrategia Digital

Actualizado a

De los buenos propósitos que nos hacemos de cara al año nuevo, el de apuntarse al gimnasio está entre los 10 primeros. Es más, puede estar incluso entre los 5 primeros. Pero una cosa es apuntarse al gym y otra muy distinta ir…

Y no es por falta de voluntad que no vamos… Casi siempre se empieza bien el primer mes (a pesar de las agujetas iniciales), pero a partir de ahí pasa a ser una cuestión de seguir pagando la cuota para correr… al sofá. Y si te he visto, gimnasio, no me acuerdo.

Si eres de las que piensa "Va, pago una cuota más, que mañana voy…", tenemos el secreto de la constancia. Te contamos cuáles son las claves que te servirán para mantenerte firme en tu decisión y ¡en forma!

1. Un gym con todo lo que necesitas

Asegúrate de que, te apuntes donde te apuntes, tengas unas condiciones para entrenar que sean de tu agrado en cuanto a instalaciones, limpieza, variedad en las actividades dirigidas y calidad del profesorado. Valora además si necesitas servicios como el de entrenador personal, que tenga sauna, masajistas, servicio de toallas…

2. Cerca de tu casa o de tu trabajo

Si no está dentro de tus rutas habituales, te costará ir, porque no hay mejor excusa que la distancia (aparte del tiempo, claro). Si vas en coche, averigua si el gimnasio dispone de parking. Muchas veces el tiempo que se pierde intentando aparcar es el mismo que lleva hacer una clase…

3. "No tengo tiempo…"

Hoy en día puedes contar con clases dirigidas de 30 minutos… Con ellas te da tiempo de entrenar, comer y volver a tus obligaciones empleando no más de 1 hora en total.

4. Cuota de día entero

Aunque es algo más cara, si sueles tener cambios de agenda, este tipo de cuota te permite adecuar tus entrenos sin perder la inversión, ni la motivación.

5. En pareja o con amigos, mejor

Está probado que es más fácil mantener la disciplina si nos entrenamos en compañía. Si no consigues liar a tu chico o a alguna amiga, piensa en coger un bono de entrenador personal. Te servirá para tener una rutina de ejercicios y también para incorporar el entrenamiento a tu agenda diaria sin saltarte ni una clase. ¡No sabes la bronca (con cariño) que te puede caer del coach!

6. Clases en grupo

Si no te da el presupuesto para un entrenador personal o no te gusta que estén tanto encima, una opción low cost es apuntarte a las clases dirigidas. Ayuda y motiva mucho ver que otras personas están intentando hacer exactamente lo mismo que tú.

7. No hay excusas

Nos las sabemos todas. A lo que tú puedas objetar, nosotras tenemos la respuesta.

  • "Me he dejado los leggins". Para que no te pase, coge el servicio de alquiler de taquillas que te ofrecen los gimnasios. Así siempre podrás dejar ropa y calzado de entreno de recambio.
  • "No voy que hoy llueve". ¿Por qué? El gimnasio no encoge por agua que caiga del cielo. Y, además, venden paraguas plegables extra pequeños y ligeros, que puedes llevar siempre en la bolsa de entreno.
  • "Hoy estoy en modo oso perezoso". Mejor nos lo pones. Ir al gym te llenará de energía y ya podrás moverte como un ser humano normal.
  • "Estoy con la regla". Lo sabemos. En estos días solo quieres sofá y una bolsa de agua caliente sobre el vientre (bueno, esto y chocolate o dulces sin límites), pero… hacer ejercicio es mejor que un analgésico para combatir el dolor de la menstruación. ¿No es suficiente beneficio para hacer el esfuerzo?