Fue en San Isidro, durante una tarde toros de hace menos de un año. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se atrevía a dar uno de los pasos más importantes de su vida y presentaba, de manera pública, a su nueva pareja, la analista especializada en inversión inmobiliaria Teresa Urquijo Moreno de Borbón. 

Aquella tarde taurina muchos hablaron de la diferencia de edad entre ambos, 22 años. El político le sacaba a su joven pareja casi la misma edad que tenía esta; pero ellos, convencidos de su amor, parecían no hacer caso al salto generacional que les separaba. Se miraban y se sonreían, fascinados el uno con el otro, pero sobre todo entregados a la idea de formalizar lo suyo. Su romance, sabían, no iba a ser flor de un día. Lo suyo, aseguraron, era un ‘para toda la vida’. 

Y así llegamos hasta el día de hoy. No ha pasado ni siquiera un año de esa primera aparición conjunta y ya les estamos viendo caminar hacia el altar. Hay quien dice que han corrido mucho; también hay quien opina todo lo contrario, que ‘Teresita’, como llaman cariñosamente a la novia haciéndola parecer (aún más) joven, estaba ansiosa por dar el paso. 

La boda ‘exprés’ del alcalde de Madrid en la iglesia más solicitada

José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo se comprometieron en diciembre y en cuestión de cuatro meses lo han organizado todo. Una boda exprés. Parece que los novios tienen tantas ganas de ser un matrimonio que no han querido perder un segundo más de su futura vida juntos y así han logrado un hueco en una de las iglesias más solicitadas de Madrid, San Francisco de Borja. Para él tenía que ser ahí sí o sí. No había otra opción posible. Lo primero, por el emplazamiento, en el Barrio de Salamanca, lo segundo, por la cantidad de gente que puede albergar, y, lo tercero, por el significado tan especial que guarda para la familia de Almeida. Y es que sus padres pronunciaron sus votos en este mismo templo; por lo que era una manera de tenerles cerca un día tan señalado. 

Almeida y Teresa Urquijo.
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Sin preboda 

Si los nervios les han dejado dormir, los novios recorrerán el camino hacia el altar a las doce del medio día. Lo harán descansados y sin resaca. Tanto José Luis Martínez-Almeida como Teresa Urquijo no han querido celebrar una preboda el viernes antes al gran día. Estos, de lo más tradicionales, han preferido reservar todas sus fuerzas hasta la boda, declinando celebrar cualquier fiesta previa. 

Teresa avanzará por el pasillo de los Jesuitas del brazo de su padre, Lucas Urquijo, que ejercerá de orgulloso padrino. El papel de la madrina, en el caso del novio, será ocupado por una de las hermanas de este. Casilda, la mayor de los hermanos, ha sido una segunda madre para el alcalde, así que, presumiblemente, sea ella quien entregue al futuro desposado. 

Una boda con una enorme implicación familiar

Será una boda romántica, repleta de flores y de momentos emotivos. Un enlace del que ambas familias se han involucrado activamente y se han entregado para que todo sea perfecto. Por ejemplo, los arreglos florales corren a cargo de Aquilea, floristería especializada en grandes eventos, y,  además, familia de la novia. La tía de Teresa también está detrás del ramo que porte, una pieza que, imaginamos, irá a juego con los ramilletes que inundarán tanto la iglesia como el lugar en el que se celebrará el almuerzo. 

Pero podemos hilar aún más fino y descubrir todavía más lazos familiares que se encargarán de que la boda de José Luis y Teresa sea un éxito. Uno de los secretos mejor guardados, el vestido de la novia, correrá a cargo de una de las empresas nupciales de más renombre de nuestro país, Navascués. Da la casualidad que Cristina Martínez Pardo Cobián, propietaria de la firma, es familia del alcalde; así que en sus manos estaría hacer esta pieza que parte como una versión 2.0 del modelo que ya lucieron la madre y la abuela de la novia. Para Teresita es fundamental mantener viva la tradición familiar, así que habría pedido una alternativa actual a la pieza que llevó su abuela, Teresa de Borbón Dos Sicilias, que la hace conectar de manera directa con la casa real española. 

Fiesta en la finca de la abuela de la novia

Una vez la pareja ya se haya convertido en marido y mujer ante los ojos de dios, se dirigirán a celebrar su unión. No hay números oficiales, pero se calcula que será una boda grande con numerosísimos invitados; dado, por un lado, la profesión de Almeida y por otro, los enormes compromisos familiares de la novia. Por suerte, el espacio no es problema para ellos, puesto que celebrarán una comida en la finca Canto de la Cruz, localizada en Colmenar Viejo. Se trata de un terreno de 25 hectáreas propiedad de la familia de la novia; más concretamente, de su abuela. La matriarca del clan cede su actual casa para celebrar el banquete nupcial de su nieta, y lo hace prestándole uno de los espacios más especiales de todo el recinto: la enorme terraza que cuenta el edificio principal. 

Sobre ella, y aprovechando el buen pronóstico de tiempo que se prevé en la capital, se servirá la comida y posteriormente se llevará a cabo el baile y la fiesta, que se alargará hasta la madrugada.

La comida correrá a cargo de uno de los restaurantes de más solera de la capital, el Lhardy. Los novios se han decantado por un menú de 175 euros, que incluye solomillo, además de un primero a elegir, entrantes variados, y, por supuesto, postre. 

¿Quién de la familia real acudirá a la boda de Almeida y Teresa Urquijo? 

Teresa de Borbón Dos Sicilias, abuela de la novia, tiene consideración de Su alteza real y es, además, duquesa de Salerno y marquesa de Laserna. Su abuela es prima hermana de Juan Carlos I, con el que siempre ha tenido una buena relación. De ahí que cuando se casó su hija Beatriz, toda la familia real acudió al enlace, incluyendo, por supuesto, a Cristina, Elena y Felipe VI; primos segundos de la novia. A este nuevo enlace han vuelto a ser invitados, ahora ya en calidad de tíos segundos de Teresita.

Almeida y Teresa Urquijo
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¿Significa esto que todos van a acudir a la boda del alcalde? No. Sería toda una sorpresa ver a Felipe VI y a Letizia acudir a la boda, puesto que ese mismo día tiene lugar la final de la Copa del Rey, que debe presidir el monarca. Los que sí parecen haber confirmado son Juan Carlos y sus dos hijas, Elena y Cristina. La mayor de las infantas tiene una gran vinculación con Teresa de Borbón, puesto que comparten pasión por el mundo ecuestre. La presencia de doña Sofía también ha sido confirmada. La reina conserva una buena amistad con la prima de su marido.

También se ha hablado de la presencia de Victoria Federica en el enlace, puesto que la joven comparte círculo de amistades con Juan Urquijo, hermano de Teresita. 

Los planes post boda de Almeida y Teresa Urquijo

Tras la celebración de la boda, los recién casados pondrán rumbo a su exótica luna de miel. José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo han escogido Maldivas para sus primeros días como marido y mujer, un destino en el que relajarse y aprovechar sus playas. 

Tras el relax de la primera etapa, se dirigirán a Bután, donde la espiritualidad se apoderará de su viaje. Templos y monasterios para rematar un viaje de lo más exprés, pues se ha dicho que el alcalde solo se tomará 8 días para su viaje de novios. Si rápido fue el noviazgo, no podía menos serlo también la luna de miel.