El gesto que delata a Mary Donaldson en su reaparición sorpresa junto a Federico de Dinamarca

La Corona danesa procura sobreponerse a las adversidades, pero los últimos movimientos del nuevo monarca no han terminado de convencer fuera de la institución. Federico X no lo tenía fácil desde el principio. No solo por la necesidad de estar a la altura de su madre, Margarita II, que le pasó el testigo en la responsabilidad de ponerse al frente del reinado después de anunciar su abdicación el pasado mes de diciembre. También por los siempre presuntos problemas dentro de su matrimonio. Esos mismos que, a ojos del pueblo, podrían haber sido el motor para decidir 'desaparecer del mapa'. Hasta ahora.

Como suele suceder en casos como este, lo único seguro es que no hay nada claro. Ni mucho menos se espera un anuncio oficial de cualquier crisis marital si es que las diferencias entre ellos fuesen una realidad. No obstante, son otras cuestiones como esas dobles vacaciones —tan criticadas por parte de la prensa y los súbditos de la Casa Real— las que tampoco han acabado de consagrarlo como un Rey loado. Y es que en menos de 100 días de reinado, puesto que la coronación tuvo lugar el 14 de enero, a Federico ya le ha dado tiempo a tomarse más de un descanso de sus obligaciones. Una actitud ciertamente... ¿Reprobable? Sorprendente, cuando menos. No es de extrañar que la enésima de sus 'desapariciones' haya vuelto a hacer saltar las alarmas. Tampoco que la expectación por su retorno a escena, con motivo del 84 cumpleaños de su progenitora, haya sido máxima.

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El aniversario de la mujer que hasta hace tan solo unos meses presumía de haber estado al frente de la Corona de Dinamarca por más de cinco décadas. Ha sido ese el acontecimiento que, por fin, ha conseguido que Mary Donaldson y su esposo coincidan en espacio y tiempo ante los objetivos de la prensa. Un gesto que podría leerse anecdótico en el contexto de otras monarquías, pero que en este supuesto gana un peso especial. Basta con remitir al hecho de que la australiana era la única de la pareja 'royal' que había retomado sus compromisos tras la Semana Santa. En solitario, eso sí.

Presencia en actos oficiales e incluso la inauguración de un parque natural en las que la Reina se personó sin el Rey. Ni rastro de su esposo, aunque no terminase de desentonar con la tónica general establecida en el país desde que pasaran las primeras semanas posteriores al ascenso de Federico al trono. A diferencia de otros matrimonio reales, como el que forman Felipe y Letizia, él y Mary se han caracterizado por asistir por separado a la gran mayoría de los eventos que figuran en su agenda.

Una forma de proceder que, mirando al pasado, podría beber de la hecatombe surgida después de que la revista 'Lecturas' sacó a relucir la escapada secreta de Federico a Madrid junto a Genoveva Casanova en noviembre de 2023. En agua de borrajas quedaría el beso que le profirió a su mujer en el balcón Palacio de Christiansborg el día que cogió los mandos de la jefatura de Estado después de sus últimos movimientos. Así pues, qué mejor para aparentar normalidad y acallar habladurías que volver a dejarse ver. Dicho y hecho. Ambos han reaparecido en la mañana de este 16 de abril en el castillo de Fredensborg para festejar el primer cumpleaños de Margarita como 'jubilada'.

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Sea como fuere, y aunque la exmonarca, que ahora disfruta de un retiro permanente —a excepción de esas ocasiones en las que su hijo se encuentra fuera del país, como fueron los periodos vacacionales—, se ha mostrado feliciana, el semblante de su primogénito y su nuera distaba de la alegría. Él, con el ceño fruncido y las manos a la espalda. Mary, por su parte, se ha mostrado ciertamente hierática. Con el rostro impasible y un rictus mucho más serio que de costumbre. ¿Es esta la muestra definitiva de que, a pesar de los esfuerzos por aparentar que todo está bien, están peor que nunca? La mueca es delatora, aunque podría tener una explicación que va más allá de los conflictos matrimoniales.

El duro motivo que se podría esconder tras la seriedad de Federico y Mary de Dinamarca

La realidad es que el cumpleaños de Margarita ha coincidido con una tragedia absoluta en tierras danesas. Concretamente, una que ha afectado directamente a la capital, y sobre la que los Reyes ya se han manifestado antes de acudir a su cita. La triste noticia de un incendio en el emblemático edificio de la Bolsa de Copenhague ha dejado a la ciudadanía compungida, y Federico X se ha hecho eco del asunto a través de las redes sociales de la Casa Real.

 

 

 

 

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En la red ha expresado el monarca su agradecimiento a todos aquellos que "han velado porque nadie resultase herido y han luchado por salvar lo máximo posible, tanto del edificio como de los tesoros que contiene". Sin duda, una desgracia que difícilmente invita a sonreír a pesar de que sea un día grande para la familia.