Determinación clara

El revelador gesto con el que Mary de Dinamarca saca pecho ante el desinterés de Federico

La coronación de Federico como Rey de Dinamarca calmó a las masas, pero los movimientos de Mary siguen poniendo sobre la mesa la posibilidad de crisis tres meses después

Mary de Dinamarca
GTRES
Adrian Monterrubio
Adrián Monterrubio

Periodista especializado en corazón y televisión

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En el año grande de Federico de Dinamarca, las cosas no están siendo tan sencillas como él hubiera augurado. Y eso que el hijo de Margarita II había estrenado el 2024 por todo lo alto. Basta con remitir al 14 de enero, la fecha en la que su vida dio el vuelco para el que, en realidad, llevaba preparándose desde que nació. Por fin, el gran salto de príncipe heredero a Rey del país, después de que su madre, Margarita II, anunciase su abdicación en favor del primogénito antes de la llegada del Año Nuevo. 

Sea como fuere, lo cierto es que esta alegría llegaba para él de forma abrupta y con un mal sabor de boca tras pasar por unos meses complicados en el terreno personal. La suya, una dinastía siempre bien mirada, con una monarquía más que apoyada por el pueblo, había quedado entre la espada y la pared. Además, por su culpa. Nada volvió a ser lo mismo después de que, el noviembre anterior, la revista 'Lecturas' abriese su portada mostrando las instantáneas de su escapada secreta a Madrid junto a Genoveva Casanova. Crisis marital no oficializada que resultó en este giro dramático de los acontecimientos y a la que, aunque pasen los meses, no parece tan fácil sobreponerse.

El 'después' del aterrizaje forzoso de Federico y Mary en la Corona de Dinamarca

Fue precisamente el estallido mediático que la posibilidad de su infidelidad a Mary Donaldson despertó, lo que podría haber agilizado tanto la gestión de su ascenso al trono. Una decisión inesperada por parte de su madre, pues a pesar de que muchos decían que el anuncio era inminente, la realidad es que Margarita había expresado en más de una ocasión su intención de extender el reinado hasta el día de su fallecimiento. Pero no fue así, fuese o no a raíz de un ultimátum de la esposa de su hijo. Y con el propósito de pasar página, el Palacio de Christiansborg se vistió de gala para asistir a una ceremonia de coronación para el recuerdo.

Una jornada inolvidable en la que infinitud de daneses se concentraron bajo el balcón del lugar para jalear al nuevo soberano. El mismo que, ni corto ni perezoso, le plantó un romántico beso a su mujer para deleite del populacho. El gesto definitivo para poner fin a su drama de pareja. ¿O no? Si bien las primeras semanas de su reinado sí que dieron para más de una aparición conjunta, las polémicas no se hicieron esperar. El primero de los motivos: unas vacaciones leídas prematuras que no gustaron nada de nada al pueblo danés. 

Federico X y Mary de Dinamarca
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Una desaparición de la escena pública que, con el paso del tiempo, parecía ser profecía de lo que vendría después. Y es que a ese primer retiro a su chalet de Verbier, en Suiza, lo seguirían otras tantas ausencias sorprendentes. No precisamente en lo que a Mary atañe, puesto que si hay alguien que ha decidido ponerse el mundo por montera es ella. Y a pesar de que no le falten tareas como soberano, no son pocos los medios de comunicación los que han comenzado a hacerse una pregunta sin respuesta aparente:¿Dónde está Federico?

Los movimientos de Mary ante la ausencia reiterada de Federico

Para comprender el porqué de esta duda es necesario conocer el contexto. La cuestión es que ahora que la Semana Santa ha concluido, y después de unas segundas vacaciones familiares —en menos de 100 días de reinado—, da la impresión de que la Reina es la única que ha retomado sus responsabilidades. Sin ir más lejos, solamente ella ha tenido actos públicos durante la última semana, en la que se ha dejado ver hasta en tres ocasiones. En solitario, claro está. Sin su marido, en el 75 aniversario de la Guardia Nacional y en la inauguración de un parque de ciervos. Tampoco en la conferencia sobre el mercado laboral que tuvo lugar el pasado 10 de abril en el Palacio del Príncipe, en el Museo Nacional.

A qué se debe este 'desinterés' de Federico no está del todo claro. De hecho, se espera que 'vuelva al trabajo' en cuestión de días e incluso se sabe que sí estará junto a Mary en la Royal Run del próximo 20 de mayo. En cualquier supuesto, sigue siendo impactante ver cómo apuestan por una agenda tan individualista. Poco o nada que ver tiene su forma de organizarse con la de Felipe VI y Letizia, sin ir más lejos. Ellos van por libre, como si no quisieran ser vistos. Ni verse.