Sonsoles Ónega se encuentra en uno de los momentos profesionales más exitosos de su vida. Desde que decidiera decirle adiós a Telecinco para apostar por una nueva aventura televisiva al frente de 'Y ahora Sonsoles' en Antena 3, su fama no ha hecho nada más que dispararse. También, ha recibido el Premio Planeta, una de las condecoraciones más prestigiosas en el mundo de la escritura gracias a 'Las hijas de la criada', su séptima novela. Por este reconocimiento, la periodista ha recibido una suculenta suma de dinero, nada más y nada menos que un millón de euros. Una cantidad que ya ha dejado claro en qué piensa invertir: "Aún no lo he cobrado, pero tengo muchas deudas y saldaré algunas. Lo que debemos el noventa por ciento de los españoles son las casas —tengo una hipoteca como todo el mundo—, así que intentaré tapar agujeros", manifestaba en una entrevista concedida en la revista Hola.

Sin embargo, su vida personal también ha acaparado la atención de todos sus seguidores. Sonsoles Ónega siente devoción por sus dos hijos fruto de su matrimonio con Carlos Pardo. Yago y Gonzalo se han convertido en el motor de la periodista, y por muchos es sabido la dura batalla que está librando contra la enfermedad que padece su hijo pequeño

La lucha de sonsoles ónega contra la enfermedad que padece su hijo gonzalo

Aunque todo lo relacionado con la maternidad lo ha llevado en un discreto segundo plano, Sonsoles Ónega ha hablado sin pelos en la lengua de las dolencias que padece su hijo Gonzalo (10 años). Con tan solo un año, el pequeño fue diagnosticado como celíaco y con cuatro con Diabetes tipo 1, algo que ha cambiado la vida y el día a día de la periodista de manera radical. Además, el peor momento de su vida fue el ingreso de su pequeño durante varias semanas después de sufrir un pico de azúcar muy elevado.

Sonsoles Ónega se ha convertido en el punto más fuerte de apoyo de su hijo Gonzalo y así lo ha demostrado en redes sociales al compartir los mensajes más reveladores demostrándoles que siempre va a estar a su lado en todo lo que necesite: "Caminaremos juntos y de la mano. SIEMPRE. Avanti mi bebé grande", escribía recientemente a través de su perfil oficial de Instagram junto a una instantánea en blanco y negro donde aparecen los pies de madre e hijo, uno de los mayores símbolos de unión.

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El día a día de sonsoles ónega condicionado por la enfermedad de su hijo

Sonsoles Ónega ha hablado abiertamente sobre cómo ha condicionado la enfermedad de su hijo Gonzalo a su rutina diaria. Y no solo a ella, también al resto de la familia: "Te condiciona la alimentación, te condicionan sus ritmos...", contaba recientemente en una exclusiva en la revista Lecturas. Además, como madre coraje, siempre intenta buscar el lado positivo a toda esta situación: "He aprendido muchísimo a evitar los procesados. Estoy agradecida, porque este aprendizaje ha sido una parte positiva".

Eso sí, en esta misma entrevista ha confirmado que tiene días buenos y otros no tan buenos, en los que el pesimismo se apodera de ella: "Tengo mis momentos de verlo todo negro y no querer salir de casa".

sonsoles ónega muy concienciada por dar visibilidad a la enfermedad de su hijo

A través de sus redes sociales, donde cuenta con más de 200.000 seguidores, Sonsoles Ónega ha querido dar visibilidad a esta dolencia que padecen miles y miles de personas en nuestro país. Un llamamiento para que las entidades a cargo de ese problema de salud apuesten por la investigación y se consiga, de una vez por todas, la cura a esta enfermedad crónica que sufre su pequeño: "Una cura para la Diabetes tipo 1", ha reivindicado la periodista en más de una ocasión, una lucha a la que no piensa poner fin velando siempre por el bienestar de Gonzalo.

El ingreso de su hijo, el peor momento en la vida de Sonsoles Ónega

También, Sonsoles Ónega ha querido hablar sin tapujos sobre los peligros y las complicaciones a las que se enfrenta diariamente y hasta ha relatado el episodio que casi le cuesta la vida a Gonzalo, un momento que quiere borrar de su memoria pero a la vez concienciar sobre la importancia de saber actuar a tiempo: "Ingresó con 500 de azúcar cuando lo normal deberían ser 70. Creí que se me iba. Me quería morir. Estuvo ingresado tres semanas...", relataba con el susto metido en el cuerpo. "Un hijo enfermo es peor que puede pasar pero hay que aprender a vivir con ello y sacar la parte positiva. Gonzalo es súper disfrutón", aseguraba dejando claro que su hijo es la alegría de la casa y ha sabido recomponerse y normalizar esta dolencia.