El impagable gesto de Isabel Preysler con su hija Tamara Falcó, muy desanimada a punto de celebrar su boda

Isabel Preysler tiene una relación muy especial con todos sus hijos pero por su hija Tamara Falcó siente especial devoción, esto no es ningún secreto para nadie. La marquesa de Griñón es quien más tiempo ha vivido en Villa Meona junto a su madre y la más parecida a ella incluso a nivel mediático. Isabel siempre ha sido muy exigente con su hija y así lo ha dejado ver en sus charlas con los medios en photocalls o en el documental 'La Marquesa' de Netflix pero al mismo tiempo siente auténtica debilidad por ella. Ahora, a mes y medio de la boda de la ganadora de 'Masterchef Celebrity', no dejan de surgir polémicas que están afectando a Tamara y su madre, una vez más, no se separa de su lado.

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Lo hizo cuando Íñigo Onieva tuvo ese tropezón que acabó dinamitando (por unos meses) su compromiso de boda. Tamara Falcó se refugió en el calor del hogar de Isabel Preysler y esta se volcó en ella, a pesar de que su larga relación con Mario Vargas Llosa en ese momento ya estaba haciendo aguas terminando en ruptura (y con polémica incluida, claro, porque nada en la vida de los Preysler es sencillo).

Ahora, cuando la marquesa de Griñón se ha quedado sin su vestido de novia, tras la abrupta ruptura de su contrato con Sophie et Voilà, Preysler también ha estado ahí. La propia Tamara Falcó lo contó anoche en 'El Hormiguero'.

La angustia de Isabel Preysler por su hija Tamara Falcó

Tamara está viviendo una etapa dulce en su vida, porque se ha propuesto que así lo sea, pero quedarse sin vestido y "lo crudo" que ha sido todo le ha hecho bastante daño. Anoche se lo confesaba a Pablo Motos y sus compañeros en 'El Hormiguero'. Contó que la firma estaba encantada con su propuesta pero que en cuanto ella comentó públicamente -precisamente en una de las tertulias de 'El Hormiguero'- que su vestido estaba "inspirado" en un diseño que a ella le fascinaba la tensión se instaló entre la firma y ella. Todo estalló en la segunda prueba del vestido cuando, según palabras de la marquesa, la firma había cambiado detalles del diseño por su propia cuenta y riesgo. "Se torció mucho la cosa, me desanimé, fue súper crudo", explicaba a sus compañeros de trabajo en horario de máxima audiencia.

"El vestido había cambiado completamente y a esa prueba venía mi madre, y mi madre es muy exigente... Yo nada más ponérmelo no me veía con ese vestido, tenía unos volúmenes que no eran, en cuanto me lo probé supe que no era el mismo. Estaban mi madre, mi hermana, mi cuñada que me iba a dejar la tiara... Bajé con el vestido y solo hubo silencio. Fue súper incomodo y ahí empezó a ir mal todo", explicaba Tamara. 

La chef contaba, ya más relajada, que su madre "no entendía nada". "Fue muy duro, horrible", explicaba en directo. No obstante, a pesar del shock inicial, Isabel Preysler se puso mano a la obra para cumplir con los deseos de su hija. "Mi madre ha puesto su agenda a mi disposición", ha explicado Tamara, que ha dejado claro que tiene muchas propuestas de diseñadores sobre la mesa a pesar de que la creación y confección de un vestido de novia, y no una novia cualquiera sino la novia del año, lleva mucho más tiempo que un mes y medio.

Además de los contactos, Isabel Preysler está volcada en su hija y demostrándole todo su cariño para hacer que el próximo 8 de julio, pase lo que pase, sea el día más importante en la vida de la marquesa de Griñón.