Cómo exprimir Londres en una escapada corta

Londres es una ciudad que siempre apetece, tanto en una primera visita como para repetir mil veces. Y más durante estos días, que se ha convertido en el epicentro de la atención mundial tras el fallecimiento de la insustituible reina Isabel II. Los españoles contamos con un plus adicional: hay vuelos diarios muy económicos para que nuestro bolsillo no se resienta. La capital inglesa ofrece miles de atracciones y actividades de ocio. En viajes breves resulta imposible conocer todo lo que merece la pena, pero también es posible disfrutar al máximo de la escapada si visitáis los lugares que os recomiendo a continuación. ¡Y están agrupados por cercanía!

Área Hyde Park - Palacio de Buckingham -Parlamento. Con más de 140 hectáreas de extensión, Hyde Park es el parque imprescindible. Además de pasear entre paisajes verdes y caminos repletos de flores, patos y cisnes, en este oasis urbano se pueden hacer picnics, tomar el sol, remar en el lago, patinar, montar en bici y practicar otros muchos deportes; está animadísimo a cualquier hora y los días soleados es una gozada. En Hyde Park Corner se ubica The Lanesborough, un sitio ideal para practicar mi ritual inglés preferido, el afternoon tea. En este precioso salón, además, ahora se inspiran en los Bridgerton en el diseño de su carta, repostería y dulces.

Dando un agradable paseo a pie se llega al palacio de Buckingham, el hogar de los Windsor. Desde allí nos podemos acercar hasta las riberas del río desde donde se pueden obtener unas buenas vistas del Big Ben, el famoso reloj de las Casas del Parlamento convertido en uno de los principales símbolos de la ciudad. La torre, construida en 1858, es un peculiar edificio de estilo gótico que alberga cuatro enormes relojes situados en cada una de sus caras. A su lado, la impresionante abadía de Westminster.

South Kesington - Knightsbridge. Es la zona ideal para las más sibaritas y para hacer shopping. Además de ser la residencia de numerosos embajadores, aquí se encuentra Harrods, uno de los más lujosos almacenes que existen: no dejéis de conocer la sección de alimentación, una de las mejores del mundo. Allí se pueden encontrar cualquier tipo de delicatesen, platos preparados, caprichos para paladares gourmet y los manjares más exóticos. Sus dulces, galletas y bombones son una delicia, aunque nada baratos. A pocos pasos de Harrods se encuentra Sloane Street, la calle más elegante que alberga las firmas internacionales más exclusivas y las mansiones de las élites.

Eye of London. Construida en el año 2000 para celebrar el nuevo milenio, la noria London Eye se ha convertido en un icono londinense. Ofrece unas panorámicas impresionantes y en los días claros es posible alcanzar una visibilidad de 40 kilómetros. Desde aquí parten también las embarcaciones que realizan cruceros por el Támesis y que permiten contemplar los principales monumentos desde el agua, como, por ejemplo, el Tower Bridge. Cruzando el puente de Waterloo se puede tomar un cóctel en uno de los bares más prestigiosos del planeta: el American Bardel hotel Savoy, con una decoración al estilo de los años 20. Es perfecto para saborear un cóctel clásico y sentirse la protagonista de una novela de espías por un día.

Covent Garden – Soho - Chinatown. La primera, es una de las zonas más concurridas. Rodeada de teatros, la ópera, restaurantes y tiendas, se caracteriza por los numerosos artistas callejeros. Al lado se encuentra el Soho, una buena zona para salir de fiesta. Y muy cerca, el Barrio Chino que te transporta a Oriente en pleno corazón de Europa. Hay muchos establecimientos para probar la comida china auténtica, pero uno de mis preferidos es el Leong´s Legend con sus especialidades taiwanesas. En el centro de Chinatown se encuentra uno de los hoteles londinenses más lujosos: el W. Y también os aconsejo hacer una parada para conocer una de las tendencias gastronómicas favoritas del público local: Burger&Lobster (queda claro cuál es su carta…). Tampoco te pierdas Wun's Tea Room, el salón superior es una réplica de una casa de té tradicional de Hong Kong y muy instagrameable.

Portobello y Candem. Son los dos mercadillos más famosos. Portobello es un mercado clásico que destaca por las antigüedades y las piezas vintage. Es recomendable dar una vuelta por el barrio en el que se ubica, Notting Hill, para observar sus casas victorianas y sus coloridos jardines. Candem y su mercadillo, sin embargo, representan lo alternativo y vanguardista.

Área Oxford – Regent - Baker Street. Piccadilly Circus es el punto de encuentro por excelencia de la ciudad, fácilmente reconocible por los carteles luminosos y por la fuente de Eros. Y si eres una fanática de los brunchs, justo al lado se encuentra Hide, uno de los mejores y más sibaritas de la ciudad. Desde aquí se puede ir caminando hacia Regent Street, una de las principales áreas de compras. Merece la pena entrar en la tienda de juguetes Hamleys, sobre todo si vais con los más pequeños de la casa: solo es comparable con la famosa juguetería FAO Schwartz de Nueva York. Y desde Regent hay que tomar Oxford Street, la calle más comercial de la capital británica. ¿Mi parada favorita? Selfridges, los fabulosos almacenes cuyos escaparates son todo un espectáculo. Para los amantes de la literatura en la cercana calle de Baker Street se ubica el apartamento, el museo y la estatua de casi tres metros del detective más universal: Sherlock Holmes. Su tienda de souvenirs es completamente irresistible.

Un último consejo: debéis encontrar un hueco en la agenda para disfrutar del arte. El British Museum tan imperdible y las secciones del Antiguo Egipto son obligatorias; la National Gallery es la exposición de arte más importante de Londres; y la Tate Modern, el museo de arte moderno más visitado del mundo.