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El botón de la cisterna
Si quieres prevenir diarreas, gastroenteritis, o infecciones urinarias, es muy importante que te laves bien las manos después de ir al servicio y más si se trata de uno público. Y la zona más "peligrosa" no es el asiento o la tapa del inodoro como se suele pensar, sino el botón de la cisterna y los pomos, pestillos, tiradores y griferías (los sitios que más se tocan y, por lo tanto, un auténtico nido de bacterias).
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Los transportes públicos
Las barras para cogerse durante el trayecto, los tiradores y pulsadores para solicitar parada, así como las barandillas y los pasamanos de escaleras convencionales y mecánicas son algunos de los lugares más contaminados que existen por estar expuestos constantemente al paso de infinidad de personas día tras días. Si quieres prevenir cualquier infección, lávate las manos al llegar al lugar que te diriges después de haber ido en ellos.
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Los teclados y otros utensilios de trabajo
Sí, también se recomienda hacerlo después de estudiar o trabajar (y sobre todo si se comparten con otras personas los utensilios de trabajo: teclados, impresoras, máquinas de café...). Ten en cuenta que el teclado del ordenador, así como el del televisor o el móvil, se considera como uno de los lugares que más gérmenes puede acumular por milímetro cuadrado al pasar los dedos y las manos.
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El dinero
Según un estudio de la Universidad de Oxford, los billetes que circulan por la zona euro pueden contener hasta 26.000 bacterias de media. Así que corre a lavarte las manos después de tener uno en tus manos si no quieres quedarte con alguna de ellas.
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Un bebé (o cualquier persona vulnerable)
Está muy extendida la práctica de limpiarse las manos antes de tocar bebés u otras personas vulnerables (como, por ejemplo, los ancianos o las personas hospitalizadas) porque son un auténtico imán para las infecciones. Pero, precisamente por eso, también se recomienda lavárselas después de estar en contacto con ellos. Y es que, además de ser el objetivo predilecto de muchas infecciones, también pueden ser sin querer el vehículo de transmisión de estas.
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Los alimentos que estás cocinando
También es muy importante lavarse las manos cuando vamos a preparar los alimentos y una vez que hemos terminado de hacerlo, y sobre todo si se trata de carne o pescado crudos que albergan una auténtica selva de microbios campando a sus anchas. Además, ten en cuenta que la tabla de cortar es uno de los lugares más sucios de la casa. Según algunos estudios, puede tener hasta 200 veces más bacterias fecales que en un asiento de inodoro.
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Los pañales
Cuando cambiamos los pañales a un bebé (o a una persona dependiente) o les acompañamos al baño, también debemos lavarnos las manos, ya que en los restos fecales son uno de los focos potencialmente más infecciosos que existen.
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La basura (y sus cubos)
Y no solo porque los residuos de alimentos y otros materiales de desecho pueden contener bacterias, sino también porque casi nunca limpiamos los cubos de basura y van acumulando suciedad y agentes potencialmente peligrosos sin que te des cuenta... Desinfectarlos regularmente es clave para mantenerlos libres de gérmenes.
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Los pañuelos
Tanto la tos como los estornudos son una reacción del cuerpo para expulsar gérmenes y patógenos de nuestro cuerpo. Pero si los recogemos en nuestras manos y no nos las lavamos, corremos el riesgo de volver a llevarlos a nuestra boca o nariz cuando nos toquemos, rasquemos, maquillemos...
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La tierra
La tierra del campo y la de las macetas de la plantas acumula gérmenes, bacterias y pequeños microorganismos que pueden ser perjudiciales para la salud. Por eso, es muy importante lavárselas bien después de tocar tierra y muy especialmente las uñas, lugar donde puede acumularse suciedad sin que te des cuenta.
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Lo que vas a comprar
Del mismo modo que es recomendable lavarse las manos después de ir en transporte público o tocar dinero, también es conveniente hacerlo después de ir de compras ya que al manosear las cosas que queremos comprar estamos entrando en contacto con gérmenes y bacterias que otras personas han depositado allí sin darse cuenta.
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Cualquier cosa que te lleves a la boca
No solo se recomienda lavarse las manos antes de comer, sino también después, ya que los restos de comida que nos pueden quedar en las manos por contacto o salpicaduras empiezan a descomponerse y a ser pasto de bacterias y otros gérmenes. Y no, no basta con secarse las manos con la servilleta.
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Animales y mascotas
Se considera obligatorio lavarse las manos después de estar en contacto con animales o mascotas (por muy cuidadas y limpias que estén) y en especial después de recoger sus heces. Aparte de que los animales suelen estar en contacto con infinidad de bacterias (por ir libremente por el suelo, olisquear, chupar...), a menudo pueden ser portadores de enfermedades que a ellos no les afectan, pero a nosotros sí.
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Lo que coges del suelo
Está comprobado que las cosas que están en contacto con el suelo están expuestas a peligrosas bacterias como el E. coli o el Staphylococcus aureus. Así que se recomienda lavarse las manos después de manipular cualquier objeto que cojas del suelo.
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Y cualquier cosa que te las ensucie
Es algo que parece lógico, pero que, a veces, el despiste o la pereza nos hace olvidar... Si quieres saber cómo lavarse las manos correctamente, sigue leyendo a continuación.
Del mismo modo que después de comer se recomienda realizar una buena higiene bucal, tras realizar las actividades que has visto es muy conveniente lavarse bien las manos ya que son el principal vehículo de muchas de las enfermedades infecciosas que circulan.
Sin embargo, según algunos estudios solo el 5% de la población se lava las manos correctamente, hasta el 33% de las que se las lava no usa jabón, y el 10% ni siquiera se lava las manos.
¿Cómo hay que lavarse las manos correctamente?
Aunque parezca que con poner las manos unos segundos debajo del grifo ya es suficiente, para librarse de los temidos gérmenes hay que tener en cuenta ciertas consideraciones a la hora de realizar el lavado de manos.
- Quitarse anillos y adornos. Así como arremangarse para poder acceder a todos los rincones de las manos e incluyendo las muñecas.
- Mejor con agua tibia o caliente. Aunque muchas investigaciones dicen que no es determinante la temperatura del agua, por regla general se recomienda que esté caliente o templada para ablandar al suciedad.
- Se tiene que usar jabón. O soluciones con alcohol. Si no, muchos de los gérmenes no desaparecen del todo. Si nos lavamos en casa podemos utilizar jabón en pastilla o jabón líquido, pero si lo hacemos fuera es más recomendable el líquido para no tocar una pastilla que tocan otras personas.
- Lavar bien todos los rincones. No solo hay que frotar la palma, sino también el dorso, los espacios entre los dedos, las uñas e incluso las muñecas. Y hacerlo durante unos 15 o 20 segundos (más o menos lo que se tarda en cantar el 'Cumpleaños feliz', truco que se le puede inculcar a los niños para que calculen el tiempo por sí mismos).
- Secarse con una toalla limpia y seca. Sin embargo, en el caso de que estemos fuera de casa, es preferible utilizar un secador o una toalla de papel desechable.
- Mantener las uñas cortas y limpias. Para evitar que la suciedad y los gérmenes se acumulen en las uñas, lo más recomendable es llevarlas cortas.
Foto de portada: Película Rumores y mentiras