Mejora tu vida

Ley del Espejo: una herramienta para ser más feliz y liberarte de tu enemigo interior "usando" a los demás

La Ley del Espejo es una técnica de autoconocimiento que refleja lo negativo y positivo que hay en tu interior. Pero, ¿cómo aplicarla para poder cambiar las cosas que te hacen daño?

Ley del espejo cómo aplicar
Gtres
Begoña Bernáldez
Begoña Bernáldez

Periodista especialista en estilo de vida, actualidad y SEO

Actualizado a

¿Alguna vez te has preguntado por qué te molestan ciertas actitudes o comportamientos de los demás? ¿No te has parado a pensar que igual esas cosas habitan en ti, y no tanto en los demás? La Ley del Espejo es una herramienta de autoconocimiento propuesta por el psicólogo japonés Yoshinori Noguchi, que dice que todo lo que nos rodea es un reflejo de nuestro interior.

Es algo similar al eneagrama, una técnica que te ayuda a descubrir tu personalidad, pero que va mucho más allá, ya que te ayuda a ser más feliz, a ver todo de manera positiva y a cambiar todo lo que no te gusta de ti. ¿En qué consiste la ley del espejo y cómo puedes aplicarla para mejorar tus relaciones y tu bienestar?

test personalidad descubre como eres

Artículo relacionado

Dominante, sensible, tímida...

Test de personalidad: Descubre cómo eres y cómo te ven los demás

Mamen Lorenzo

¿Qué dice la ley del espejo?

La ley del espejo se basa en la idea de que los demás nos sirven como espejos, donde podemos ver reflejados nuestros aspectos positivos y negativos. Yoshinori Noguchi, autor del libro 'La ley del espejo: una regla mágica que resuelve cualquier problema en la vida', expone su teoría sobre cómo nuestras emociones y pensamientos influyen en nuestra percepción de la realidad.

Según Noguchi, todo lo que nos sucede en la vida es un resultado de lo que somos, sentimos y hacemos. Por lo tanto, si queremos cambiar nuestra situación, debemos empezar por cambiar nosotros mismos y dejar a autosabotearnos para ser más positivos y felices.

¿Cómo se proyecta en ti lo que "no te gusta" de alguien?

Según el psicoanalista Sigmund Freud, la ley del espejo se entiende como "un mecanismo de defensa mediante el cual atribuimos a los demás aquellos rasgos de nuestra personalidad que no queremos ver ni reconocer en nosotros por resultarnos dolorosos e inaceptables".

Es como si tuvieras una vocecita interior que mina tu confianza o daña tus relaciones. Así lo manifiesta la psicoterapeuta Katie Krimer en su guía 40 técnicas para superar el autosabotaje mental y acallar a tu criterio interior (Ed. Sirio), donde reconoce que son tus pensamientos destructivos los que no te dejan vivir, y te desvela las herramientas más eficaces para "mandar a la mierda a tu mente tóxica" y construir una mentalidad positiva que te ayude sentirte mejor contigo misma.

Por su parte, Borja Vilaseca, autor del libro 'Tú eres lo único que falta en tu vida', dice que la ley del espejo nos ayuda a entender que las relaciones son una gran fuente de conflicto y de aprendizaje, y que cada persona que nos encontramos en nuestro camino es un maestro que nos aporta algo valioso, aunque "para mejorar nuestras relaciones con los demás primero tenemos que hacer las paces con nuestro enemigo, y para conocerlo es necesario mirarnos en ese espejo".

Así, cuando nos sentimos molestos, irritados o heridos por alguien, en realidad estamos proyectando en esa persona algo que no nos gusta o no aceptamos de nosotros mismos, y sería un maestro de oscuridad, porque nos muestran nuestras sombras y defectos. Del mismo modo, cuando nos sentimos alegres, agradecidos o inspirados por alguien, estamos reconociendo en esa persona algo que nos gusta o admiramos de nosotros mismos, que según Vilaseca, sería tu maestro de luz.

¿Qué dice la ley del espejo?
CANVA

¿cómo te puede ayudar?

Noguchi resume la ley del espejo en cuatro leyes que nos ayudan a comprender y aplicar este concepto:

  • La primera ley dice que "el origen de todos los problemas está en uno mismo". Este es uno de los principios básicos de otra herramienta de autoconocimiento como es el método Kaizen, que significa que no podemos culpar a los demás o a las circunstancias de lo que nos pasa, sino que debemos asumir la responsabilidad de nuestra vida y de nuestras emociones.
  • La segunda ley dice que "los problemas se resuelven cambiando uno mismo". Esto implica que si queremos solucionar un conflicto o mejorar una relación, debemos empezar por cambiar nuestra actitud, nuestra forma de pensar o nuestro comportamiento, en lugar de esperar que los demás cambien.
  • La tercera ley dice que "todo lo que necesitamos para cambiar está dentro de nosotros". Esto significa que tenemos el poder y los recursos para transformarnos y para crear la vida que deseamos, sin depender de factores externos o de la aprobación de los demás.
  • La cuarta ley dice que "para cambiar, hay que practicar". Esto supone que el cambio no se produce de forma automática o mágica, sino que requiere de un esfuerzo consciente y constante por nuestra parte, de poner en práctica lo que hemos aprendido y de ser coherentes con lo que queremos.

¿Cómo aplicar la ley del espejo en tu vida?

Para aplicar la Ley del Espejo en tu vida hay que "utilizar" a los demás como un medio para conocernos mejor a nosotros mismos y para crecer personalmente. Para ello, debemos estar atentos a nuestras reacciones emocionales ante las personas con las que nos relacionamos, y preguntarnos qué nos están mostrando o enseñando sobre nosotros.

Por ejemplo, si te sientes molesto por alguien que nos parece egoísta, puedes reflexionar sobre cómo es tu propio egoísmo, y cómo puedes ser más generoso y solidario. Si te sientes atraído por alguien que te parece creativo o artista, debes mirar hacia tu interior para reconocer tu propia creatividad, y buscar el modo de expresarla y desarrollarla más.

Consiste en poner en práctica de la autoobservación y la autoindagación, para comenzar a cambiar tu realidad, conocerte mejor y terminar con las disputas internas que te destruyen. En otras palabras, aplicar la Ley del Espejo te invita a ser más consciente, más honesto y más humilde contigo mismo, y a aprovechar cada situación y cada persona como una oportunidad para aprender y mejorar.