Los tomates son altamente consumidos y apreciados debido a su versatilidad en la cocina y su valor nutricional. Estos frutos son una fuente saludable de nutrientes esenciales y se utilizan en una amplia variedad de preparaciones culinarias, desde ensaladas hasta salsas y guisos, ofreciendo a los amantes de la comida una amplia gama de opciones para disfrutar de sus beneficios para la salud.

No obstante, conservar este alimento puede convertirse en un auténtico desafío. Cuando se encuentra en mal estado, este fruto exhibe texturas y olores distintivos. El color se convierte en un indicador primordial de su frescura: si observas la aparición de moho, áreas hundidas o decoloración, es importante descartarlo, ya que no es adecuado para su consumo.

Ante esta situación nos preguntamos... ¿Cómo se puede conservar el tomate? Si quieres conocer el secreto para disfrutar de este sabroso fruto, ¡sigue leyendo!

¿Cuáles son los beneficios de comer tomate? 

Diversos estudios han demostrado que aquellos que incorporan una mayor cantidad de licopeno (el conocido pigmento carotenoide con efectos antioxidantes que le confiere su atractivo color rojo al tomate) en su dieta experimentan una notoria protección contra enfermedades cardiovasculares.

Además, este nutriente contribuye a reducir significativamente el riesgo de desarrollar condiciones como la diabetes, el alzhéimer y otros trastornos asociados al envejecimiento prematuro, como la ceguera y la sordera. Además, el consumo de tomate tiene más beneficios como: 

  • Protege las células.  El licopeno, un potente antioxidante, supera en efectividad a la vitamina E y se potencia cuando se combina con otros carotenoides como el fitoeno, la luteína y el betacaroteno. Este último puede convertirse en vitamina A, beneficiando la piel, los ojos y funciones esenciales como el crecimiento óseo y la formación de tejido embrionario. El licopeno y sus compañeros carotenoides ofrecen un apoyo valioso para la salud.
  • Cuida el corazón. Científicos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, han dedicado sus investigaciones a las notables propiedades del licopeno y han examinado cómo su consumo diario en forma de una píldora de 7 mg (equivalente a dos tomates y medio) podría beneficiar a pacientes con afecciones cardíacas. Los resultados de su estudio han revelado que este compuesto tiene un impacto significativo en la flexibilidad de los vasos sanguíneos, lo que, a su vez, reduce las posibilidades de recaída en pacientes con problemas cardíacos.
  • Actúa como protector de los huesos. Una investigación llevada a cabo en Canadá ha arrojado resultados concluyentes acerca del papel beneficioso del licopeno en la salud ósea, destacando su importancia, en particular, para las mujeres que han atravesado la menopausia.
  •  Un fruto bajo en calorías. Tras conocer esta información, seguramente te estés preguntando: ¿cuántas calorías tiene el tomate? Debes saber que el 94% de la composición de este fruto es agua y, por tanto, se trata de un alimento muy bajo en calorías y grasas. De hecho, 100 gramos de tomates contienen unas 22 calorías. 

¿Cómo hacer para que el tomate dure más tiempo? 

La clave para prolongar la frescura de los tomates radica en el buen control de la humedad, es decir, en evitar que pierdan agua. En otras palabras, debemos preservar la humedad en el interior de los tomates durante el mayor tiempo posible. ¿Cómo? Debes tener en cuenta que la piel del tomate juega un papel crucial en la retención de la humedad en su interior, y eso hace que el fruto pueda conservarse por más tiempo. 

Sin embargo, si bien es cierto que la piel cumple su función eficazmente, existe un punto vulnerable: la zona donde el tomate se conecta con la planta, conocida como pedúnculo. ¿Cómo podemos lograr que eso no suponga un impedimento a la hora de mantener en buen estado nuestros tomates? 

El truco simple y efectivo para prolongar la frescura del tomate 

Existe un truco simple y efectivo para conservar los tomates de manera óptima, y consiste en una sencilla técnica: mantener los tomates con el pedúnculo hacia abajo. Al colocarlos en el recipiente de almacenamiento con esta parte en contacto con la superficie, se reduce significativamente la pérdida de humedad y, por lo tanto, se prolonga su frescura.

Además de la posición, se recomienda aplicar un pequeño truco adicional: colocar un trozo de cinta adhesiva transparente en la zona del pedúnculo. Este simple paso sirve para proteger la parte más vulnerable del tomate, evitando que se deshidrate y garantizando una conservación más prolongada. Con estas medidas simples, podrás disfrutar de tomates frescos por más tiempo.