Inmaculada Casal, mujer de María del Monte, de lo más explícita sobre la extrema violencia del robo que sufrieron

Son días complicados para el matrimonio formado por María del Monte e Inmaculada Casal. La que podría haber sido una de las mejores noticias para la pareja se ha convertido en una de sus peores pesadillas. Nunca lo hubieran imaginado así cuando las pesquisas policiales apuntaban ya a una información suficientemente consistente para localizar a los responsables del asalto a su vivienda el pasado mes de agosto. Y es que se extraía de la investigación que el autor intelectual del asunto debía ser alguien con mucho conocimiento sobre las intimidades de la artista. Alguien como Antonio Tejado.

El mediático sobrino de la intérprete de 'Cántame' fue detenido como principal sospechoso de haber ocupado ese rol y el estallido en la crónica rosa ha dejado a la audiencia perpleja. En el medio de la vorágine, las dos principales afectadas por el hurto han tenido que acudir a los juzgados de Sevilla para declarar ante el juez. Una situación complicada, puesto que ha implicado que ambas recuerden todo sobre aquella fatídica madrugada. La madrugada en la que, más allá de perder sus objetos de valor, también temieron por su vida. Historia aterradora donde las haya sobre la que cada vez conocemos más detalles.

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Inmaculada casal detalla el momento de "extrema violencia" en el robo

Ha sido el auto de prisión lo que ha arrojado luz sobre todas las dudas que podían surgir sobre el robo de la discordia. Fue sobre las 4:40 h del día 25 de agosto de 2023, cuando unos "encapuchados con guantes y ropas oscuras" consiguieron entrar "en el inmueble por la parte trasera sin necesidad de grandes quebrantos". Los ladrones tampoco hicieron saltar ninguna alarma, puesto que no había ningún sistema de videovigilancia activado. Precisamente, ha sido esto último una de las cuestiones más determinantes en el hecho de que la indemnización a María del Monte no haya compensado por completo los daños. 267.639,15 euros que distan del botín valorado en un millón —y los 14.000 en efectivo— que los asaltantes se llevaron.

Asaltantes que no se limitaron a entrar y salir con lo robado. De acuerdo con la información que ha trascendido, también maniataron al matrimonio y las otras dos personas que se encontraban dentro del domicilio. "Los tuvieron retenidos contra su voluntad, golpeándoles, maltratándoles y amenazándolos de muerte", especifica la transcripción del relato de los hechos. Relato al que ahora se suma la versión más explícita de Inmaculada Casal. De acuerdo con Rocío Romero, reportera de 'Vamos a ver' en Telecinco, la cantante y la periodista de Canal Sur habrían "dado una versión de violencia extrema". Especialmente, en el caso de esta última, que fue muy precisa contando cómo "la amordazaron, la pusieron boca abajo, le taparon la cara con una almohada". Un aspecto destacable que "contó el viernes ante el juez, pero que no había contado antes ante la Guardia Civil cuando se produjo el robo".

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A la espera de que se produzca la declaración de la empleada del hogar para dar por terminada la ronda de declaraciones ante el juez, las declaraciones han seguido fuera del juzgado. Era la propia Inmaculada quien, en su rol de presentadora del magacín 'Andalucía de tarde', prefería no irse por las ramas y abordar este tema que tanto le ha afectado. Un discurso que comenzaba remitiendo a "otra semana difícil, muy difícil, con todas las noticias que han surgido en la última semana en las que me he visto yo como parte, como víctima".

"Me van a permitir que les cuente una cosa. Yo, cuando con 18 años decidí estudiar periodismo en los años 80, en ese afán por cambiar el mundo", proseguía, para después añadir la conclusión que "el mundo no se puede cambiar, pero sí podemos contribuir cada uno desde nuestra posición a que ese mundo sea un poquito mejor, un poquito más justo". "Quizá por eso me debo a esa información en los tribunales e intenté darlo de la manera más seria y contrastada", añadía. Eso y una petición sorprendente: "Respeto para todas las partes". Siempre con la presunción de inocencia presente.