El viernes 22 de marzo Kate Middleton se asomaba a las pantallas de todo el mundo tras dos meses de destacada ausencia. Lo hacía para dejar atrás los rumores y contar, de primera mano, qué le pasaba. La princesa de Gales padece cáncer y está recibiendo tratamiento preventivo de quimioterapia. Todos sus planes quedaban en suspenso. También su participación en uno de los actos más destacados de la agenda de la familia real británica: la misa de Pascua.

 Se había especulado con un posible regreso antes de lo previsto a su agenda, pero el anuncio de su enfermedad lo ha transformado todo. Kate Middleton permanecerá de baja, vaticinan, hasta después de verano

Carlos III se vuelca con Kate Middleton

Como cada año, la familia Windsor al completo se ha dirigido hasta la capilla de San Jorge donde ha tenido lugar la misa de Pascua. Hasta allí se han acercado Carlos y Camilla, que han querido anteponerse a la durísima situación que atraviesan. 

Carlos III ha querido sacar fuerzas de flaqueza a pesar de qué, al igual que Kate, también está enfermo. En ninguno de los casos se ha especificado qué clase de cáncer padecen; pero sí sabemos que tanto a suegro como nuera se le están administrando tratamiento de quimioterapia

Cuando el monarca desveló el proceso médico que debía atravesar, explicó que se ausentaría de algunos de sus compromisos reales. De ahí que no haya acudido a ningún acto y que solo haya recibido a contadísimas autoridades en su propia residencia, el Palacio de Buckingham. 

carlos III
GTRES

El tratamiento contra el cáncer ha hecho que merme la energía del Rey, pero sentía que el Domingo de Pascua debía ser la cabeza visible de esta celebración de enorme tradición para los Windsor, especialmente tras el anuncio de Kate. 

Con este paso al frente, Carlos III se expone y permite a su nuera descansar con tranquilidad. Lo que esta pidió en su comunicado. La madre de tres necesita dedicar todas sus energías a recuperarse. Alguien de la familia real debía sacrificarse y, ante semejante situación, el monarca ha querido tener esa deferencia no solo con su nuera, sino también con su hijo mayor; que también se ha ausentado. 

Un verdadero acto de generosidad con Kate, a quien quiere como una hija. Middleton y Carlos mantuvieron un almuerzo privado un día antes de que el comunicado de la princesa se hiciera público. Una comida a puerta cerrada en la que suegro y nuera pudieron sincerarse sobre cómo están viviendo el proceso de curación. Una conversación que buscaba la empatía y la comprensión entre estas dos personas que atraviesan caminos tan parecidos. 

Kate Middleton

Artículo relacionado

los pasos que han seguido

La estrategia de Kensington que se oculta tras el potente anuncio del cáncer de Kate Middleton

Conchi Álvarez de Cienfuegos

El último Domingo de Pascua de Kate Middleton

El Castillo de Windsor acogía un año más esta tradicional celebración en la que participan tanto mayores como niños. Es una ocasión muy especial para ver a los ‘royals’ vestidos de punta en blanco; ellos con el clásico traje, mientras que ellas lucen fascinantes tocados y fabulosos abrigos de entretiempo.

kate middleton
GTRES

Kate, en la misa de Pascua del año 2023

El pasado año, la última vez que vimos a Kate Middleton acudiendo a la capilla de San Jorge, la princesa de Gales lució un look maravilloso en uno de sus colores favoritos y heredados directamente del gusto de Diana, el ‘royal blue’ un tono muy asociado a la realeza. La esposa de Guillermo eligió un vestido, que iba acompañado por un abrigo en idéntico color, con solapas de terciopelo y botones XL. En la cabeza, un magnífico sombrero estilo Jacky Kennedy, redondo y con una original lazada a un lado.

Entonces, Kate, pendiente de los más pequeños de la casa, no le soltó la mano a Louis que ponía muecas a su llegada al templo. Charlotte iba de la mano de su padre, mientras que su hermano George, el mayor de todos, que este año cumple 11 años, iba solo, con un caminar independiente y reflexivo que recordaba a su propio padre cuando tenía su edad.

La melancolía de los royals en un día importante

Este año, la estampa ha sido una completamente distinta. Las sonrisas del pasado año se contraponen al poso de tristeza que acompaña a la familia real británica desde comienzos de este 2024. Muchos ya hablan hasta de una maldición.

Supercherías aparte, lo cierto es que la Corona británica atraviesa uno de los momentos más delicados de las últimas décadas. La frágil salud de dos de sus miembros más destacados ha puesto en jaque a la institución revelando la fragilidad de la misma. Con su presencia el día de hoy, Carlos ha querido reforzar la imagen de la monarquía y enviar un mensaje de tranquilidad a todos los británicos que, en las últimas semanas, ha vivido angustiados por cuál sería el futuro de la misma.

Carlos también ha querido ahorrarle a su hijo Guillermo el mal trago. La Casa Real británica no deseaba una instantánea de un príncipe de Gales cabizbajo, con una sonrisa triste porque sabe que esta festividad es muy diferente a cuantas antes había celebrado. Pero, sobre todo, había que proteger a los más pequeños. Una fotografía de los niños Cambridge sin su madre habría sido demasiado melodramática. Por lo que han preferido protegerles. Bastante ya tienen los tres menores lidiando con la enfermedad de su progenitora, para, encima, gestionarla de manera pública. 

El futuro de Kate Middleton 

Han sido semanas de incertidumbre y de muchísima confusión. Kate Middleton quiso acabar con toda la desinformación que rodeaba a su situación atajándola de la única manera posible: contando la verdad. Está enferma y tiene por delante meses complicados. Una versión para nada almibarada pero con confianza en el futuro.

Tras su complicada operación abdominal, los médicos le recomendaron a la princesa que iniciara un tratamiento de quimioterapia preventiva. También fueron honestos con ella. Será una época dura, en la que tendrá que alternar semanas de sesiones con sueros, con otras de descanso.

De momento, sus deberes como princesa están en suspenso completo. Sus compromisos han sido anulados hasta que esta no se encuentre más fuerte y acabe el tratamiento fijado. No parece que vaya a ser pronto, pero, en un caso como este, no se busca la rapidez, sino la eficacia para que así, dentro un año, en la próxima misa de Pascua, podamos volverla a ver con su sonrisa de siempre.