Si eres de las que han descuidado más de lo normal los buenos hábitos y ahora te es difícil retomarlos, este post te interesa. ¿Te consideras una persona sedentaria desde hace tiempo y el deporte no está en tu lista de prioridades? Pues he de decirte que si todavía no estás llevando un estilo de vida activo y saludable o lo has abandonado temporalmente… ¡ya estás tardando!
Este artículo es para ayudarte a crear conciencia de todo lo bueno que puede aportarte el ejercicio físico (y no solo me refiero a un beneficio estético), y de lo que necesitas para conseguir resultados.
Todo forma parte de nuestros pilares fundamentales: entrenamiento, alimentación, autocuidado y bienestar emocional.
Así que… ¡vamos a ver todos los beneficios que tiene el ejercicio físico para tu salud!
1. Previene enfermedades
Hacer ejercicio disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes, hipertensión u obesidad. Según la OMS, en 2017 murieron 17,8 millones de personas por enfermedades cardiovasculares en todo el mundo, y estas estaban estrictamente relacionadas con malos hábitos alimenticios, así como con la inactividad física.
En agosto de este mismo año, la OMS alertaba de que la mala alimentación y el sedentarismo están disparando los casos de diabetes tipo 2, además de que las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20 y 30% mayor que las personas que sí lo alcanzan.
2. Regula las hormonas y mejora el estado de ánimo
Cuando haces ejercicio liberas endorfinas, la llamada hormona de la felicidad, lo que va a ayudar a mejorar tu estado de ánimo.
También se liberan otros neurotransmisores, como la dopamina (sensación placentera responsable de engancharnos al ejercicio), la serotonina (la encargada de que durmamos correctamente y regulemos nuestro apetito) o la oxitocina (encargada de equilibrar los vínculos emocionales y afectivos), los cuales contribuirán a aumentar la sensación de placer, tranquilidad, relajación y bienestar.
3. Articulaciones más protegidas y menos riesgo de fracturas
Si los músculos están fuertes, también tirarán con más fuerza de los huesos; y esto hará que se hagan más fuertes, reduciendo el riesgo de fracturas y ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis. A mayor densidad, menor riesgo de fracturas.
4. Inversión en el futuro y mayor calidad de vida
El trabajo de fuerza toma especial importancia porque hay que pensar que, a partir de los 40 años, cada década perdemos aproximadamente el 8% de nuestra masa muscular, y este porcentaje aumenta al 15% a medida que nos acercamos a los 60. Además, si cuidamos de nosotras mismas, podremos dar lo mejor de nosotras a los demás.
5. Mejora tu autoestima
Llevar un estilo de vida saludable y activo nos ayuda a mejorar nuestro autoconcepto: mejora nuestra imagen corporal y nos sentimos mejor anímica y físicamente. Como hemos visto anteriormente, aumenta nuestro bienestar y, al encontrarnos mejor con nosotras mismas, lo irradiamos hacia fuera. Y no solo por el físico: al cumplir nuestros objetivos o metas y ver que obtenemos unos resultados, estaremos más motivadas.
6. Extra: Consigue un metabolismo más activo
El ejercicio físico nos ayuda a controlar el porcentaje de grasa corporal del cuerpo.
- Quemarás más. El músculo consume tres veces más energía que la grasa, y la masa muscular acelera el metabolismo basal. Así pues, aumenta la quema de calorías y disminuye la grasa.
- Empieza ya. Si todavía no te has puesto en marcha, te animo a que empieces desde ya, aunque sea con poquito. Busca ese mínimo viable que puedes permitirte para empezar a obtener todos los beneficios mencionados anteriormente.
- Céntrate en el proceso. Hay que buscar algo sostenible de por vida, así que aquello que hagas, haz que te divierta, hazlo con consciencia y asegúrate de que lo vas a poder mantener.