Oporto es un destino portugués imprescindible y que está muy de moda en toda Europa. A escasos cincuenta minutos en avión desde Madrid (con precios de los vuelos muy asequibles) y con muy fácil acceso desde Galicia, es un enclave que fusiona gastronomía, arquitectura antigua, fachadas de cerámica, río, mar y, por supuesto, vino. Se trata de una urbe a la que siempre apetece regresar en cuanto la conoces. Además, ¡es perfecta para disfrutar de una escapada otoñal o para visitarla durante los puentes de las próximas semanas! Por todo ello, hoy os descubrimos un buen número de rincones con encanto que debéis conocer.

El restaurante de Praia da Luz

Playa de la Luz Oporto
Carmela Díaz

En la playa de la Luz, junto a un camino geológico, se encuentra un restaurante que podría pasar por un beach club ideal. Sobre la misma arena de la playa, con camas balinesas, zona chill-out, cafetería, terraza… Podrás desayunar, comer, tomar un cóctel o una buena botella de vino a precios estupendos. No dejéis de probar su tarta de lima, una delicia.

El Dick´s Bar

Dicks Bar
Carmela Díaz

El vino es el absoluto protagonista del hotel Yeatman -el mejor de Oporto- pero hay que conocer el Dick´s, el bar situado en la terraza que regala las panorámicas más impresionantes de la ciudad. Como valor añadido, ofrece precios moderados para encontrarnos en un entorno de lujo (aunque más caros de los habituales allí) y evoca un ambiente distinguido y acogedor, característico de un club privado decorado con muy buen gusto. Disponen de una amplia carta de vinos envejecidos en madera que puedes degustar por copa o por botella.

Café Majestic
Carmela Díaz

El servicio es impecable y también hay tentempiés, platos ligeros y ensaladas ideales para cenar contemplando una puesta de sol inolvidable. Los fines de semana hay conciertos de música en vivo. Y, atención, porque su franceshina (un sándwich típico de Oporto, relleno de varios tipos de embutido y carne, recubierto con queso y regado con una salsa de cerveza y tomate) es fabuloso; con permiso del café Santiago y el Majestic, dos establecimientos que también tenéis que visitar.

La ruta de los petiscos

Nuestros vecinos han sucumbido a una de nuestras tradiciones míticas, las tapas, aunque ellos lo llaman petiscos y lo están promocionando como una nueva tendencia gastronómica. ¿Una ventaja? Se pueden encontrar tapas ricas por un euro. Os recomendamos estos lugares especializados que son una buena opción para tapear a la portuguesa: Caldeireiros, donde hay que probar su salchicha con salsa de espinacas; Cantina 32 un establecimiento con una gran variedad de bocados, como el salmón curado en mostaza y naranja, o el pulpo salteado con patatitas dulces; y Trasca donde además de los salados tienen buenas propuestas de postres.

De gin-tonic sobre el Duero

El puente de Don Luis I es uno de los emblemas de la ciudad. En un primer vistazo recuerda a la Torre Eiffel y hay una explicación muy sencilla para esta asociación: fue diseñado por Teófilo Seyrig, discípulo de Gustav Eiffel. Es un puente muy transitado porque con solo cruzarlo llegas a Vila Nova de Gaia, donde se ubican las bodegas. Pero cuenta todavía con un aliciente más: una terraza sobre el río que ofrece unas vistas increíbles sobre la Ribeira y la población vecina. Un indispensable para disfrutar de un gin-tonic mientras cae el sol.

Joia da coroa

Joia da Coroa
Carmela Díaz

Butacas centenarias, porcelana fina, polvo de oro, manteles de hilo, rosas naturales en cada mesa… En el corazón de la transitada Rua das Flores hay que hacer una parada para tomar un café y un dulce en un establecimiento de cuento, que antiguamente fue una de las joyerías más exquisitas de la ciudad. Es un salón de té de ambiente elegante y refinado, y en el que su bollería artesanal, tartas y zumos están deliciosos. Además, en los pisos superiores hay una galería de tiendas temáticas que merece la pena conocer.

De cata por las bodegas

Desde Gaia
Carmela Díaz

Una parada en la ciudad vecina de Vila Nova de Gaia a la que se llega caminando solo cruzando los puentes, es obligatoria. Además de la degustación de los afamados vinos de la zona, ofrece unas impresionantes panorámicas sobre Oporto. Hay unas cuantas bodegas y todas merecen la pena, pero si dispones de poco tiempo, déjate caer por Croft, la más antigua de Oporto, fundada en 1588. Imprescindibles también Ramos Pinto por su interesante historia, Taylor´s o Sandeman.

¿Dónde alojarnos?

Si puedes, elige pernoctar en La Ribeira, la zona más animada. Con el río Duero a tus pies y la parte histórica y monumental al lado, el Pestana Vintage Porto es una buena opción para ir caminando a todas partes. Una sucesión de coloridos edificios tradicionales de los que aparecen en todas las postales. Lo mejor es cuando abres la ventana de tu habitación y encuentras unas vistas completamente instagrameables y sientes que puedes tocar con tus dedos el puente de Don Luis I. También ofrece una completa oferta gastronómica; los desayunos se disfrutan desde su terraza. Y si eres carnívora no te puedes perder su restaurante RIB que destaca por sus excelentes cortes de vacuno. Si estás buscando lujo cosmopolita en una localización inigualable, en la misma orilla del río, y además eres de las que prefieres tranquilidad y relax en un impresionante edificio de arquitectura diocechesca, el Palácio do Freixo es tu alojamiento perfecto. Entorno natural a pocos minutos del bullicio y un entorno de desconexión plena.

Idea para amantes de los cruceros

Ribeira Oporto
Carmela Díaz

Si te apasiona navegar, aunque sea a través de los ríos más caudalosos de Europa, la compañía CroisiEurope, líder en cruceros fluviales, propone un recorrido por el corazón de Portugal y el valle del Duero, en el que se puede descubrir lugares de gran belleza. Ciudades tales como Lamego y Vila Real, ricas en patrimonio y tradición, o Guimaraes considerada la cuna de Portugal. Y por, supuesto, también se visitan Oporto y Vila Nova de Gaia a lo largo de este viaje.