Paso a paso

Cómo hacer una tortilla de patatas de premio

Si todavía se te resiste la tortilla de patatas, prueba con nuestro paso a paso. ¡No falla!

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Mamen Lorenzo

Directora de Estrategia Digital

Actualizado a

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Tortilla de patatas

Realizar una tortilla de patatas de premio no es tan difícil como de entrada puede parecer. Solo hay que seguir los siguientes pasos y... ¡a triunfar! Un plato muy nutritivo a base de huevo y patatas que te sirve para hacer una comida completa si lo combinas con hortalizas, por ejemplo con una ensalada. Y, por supuesto, apta para dietas vegetarianas.

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Pela y corta las patatas

Empieza por elegir patatas de piel amarilla y carne blanca; por el contrario, evita las muy harinosas. Pélalas y córtalas en rodajas finas si quieres una tortilla delgada; o en cuadraditos pequeños si quieres una tortilla más gruesa. También puedes añadirle cebolla. Pícala muy fina para que le dé sabor, pero que no se note al masticarla.

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Mezcla las patatas con el huevo

Fríe las patatas y la cebolla en abundante aceite caliente, pero no humeante o las patatas se tostarán en exceso. Déjalas que se cocinen a fuego suave hasta que estén blandas. Escúrrelas bien y, cuando ya se hayan enfriado un poco, añádelas a los huevos batidos. Salpimienta y deja reposar la mezcla.

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Cuájala en una sartén antiadherente

Pon un hilo de aceite en una sartén antiadherente. Cuando esté caliente, echa la mezcla de patatas y huevo. Si la quieres bien hecha, baja el fuego y deja que se cuaje lentamente por dentro sin quemarse por fuera. Si la prefieres poco hecha, cuécela a fuego fuerte hasta que quede dorada por fuera y cruda por dentro. Para darle la vuelta, cubre con un plato del tamaño de la sartén –o un giratortillas– y gírala rápidamente.

Si existe un plato en la cocina realmente sufrido y versátil ese es la tortilla de patatas, uno de los símbolos de la gastronomía española. Encaja a todas horas. Te la puedes comer tanto recién hecha como fría; y en cualquier lugar y de infinitas maneras: al plato, en táper, en pincho, en bocadillo…

Sin embargo, mucha gente tiene respeto a meterse en la cocina a hacerla y, a menudo, acaba tirando de las tortillas de patata precocinadas que venden en todas partes. Una opción muy digna y práctica para salir del paso, pero –no nos engañemos– nada que ver con una auténtica tortilla casera, hecha con mimo y a tu gusto.

Es una lástima porque la verdad es que no es tan difícil de preparar como de entrada parece. Solo tienes que seguir los sencillos pasos que te mostramos en la galería y… ¡prueba superada! Tortilla de patatas de premio y lista para gustar.

TrucoClara

Para que quede jugosa

Una de las claves infalibles es, por un lado, no batir excesivamente los huevos. Así, la tortilla tarda más en cuajarse y no queda seca.

Por otro lado, también es mejor que dejes que las patatas fritas se enfríen un poco antes de mezclarlas con los huevos batidos. Si están muy calientes, el huevo empieza a cuajarse antes y pierde su jugosidad.

Un plato económico y completísimo

Además de ser muy versátil, la tortilla de patatas es una receta muy económica y nutritiva gracias al poder de las proteínas del huevo junto con la energía de los hidratos de carbono de las patatas.

Así que funciona a la perfección como una comida completa si la combinas con hortalizas. Por ejemplo, acompañada de un poco de ensalada de lechuga y tomate, un pisto o unas verduritas escalivadas, espárragos trigueros, calabacín a la plancha… Y por supuesto, es apta para dietas vegetarianas.