El sábado 6 de abril la vimos en el enlace de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo; solo dos días más tarde, la reina Sofía volvía a reaparecer, esta ocasión, para homenajear la memoria de su sobrino fallecido, Fernando Gómez-Acebo. Veinticuatro horas más tarde, la emérita ingresaba en los servicios de urgencia de la clínica Ruber.

La madre de Felipe VI, tal y como se desveló en un comunicado distribuido por Zarzuela, presentaba una “infección en el tracto urinario”, pero su pronóstico era de lo más halagüeño, “su evolución está siendo rápida y favorable”; manifestaron en la nota compartida.

Desde entonces, poco más hemos sabido. Su hijo y su hija Elena acudieron a visitarla la misma tarde que se hizo pública su hospitalización, y sus rostros reflejaban la preocupación del momento.

“La infección más habitual”

Hemos querido consultar con una profesional de la medicina para saber qué implica una infección de estas características en una paciente tan concreta como lo es la reina Sofía, mujer y de 85 años; y nos ha desvelado que “la infección de tracto urinario es una de las más frecuentes, si no la más frecuente, de los ingresos hospitalarios en personas mayores de 80 años”, cuenta la doctora María Rodríguez, médico de urgencias.

“Los síntomas más frecuentes con los que cursan este tipo de infecciones son molestias y sangre en la orina, dolor abdominal, dolor lumbar, malestar general, escalofríos, fiebre…”, nos cuenta, por lo que la emérita habría presentado un cuadro parecido que habría hecho que el martes 9 requiriera asistencia médica.

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En estos momentos, a la reina Sofía se le estará administrando tratamiento antibiótico sensible al organismo causante de la infección. Además, tal y como señala la doctora Rodríguez, es importante que durante estas primeras horas haya una “adecuada reposición de líquidos”.

Peligros asociados a la infección que presenta la reina Sofía

Son horas cruciales para doña Sofía. Y es que, tal y como nos señala la médico de urgencias, las infecciones de esta clase, a pesar de tener un buen pronóstico, “requieren vigilancia muy estrecha, sobre todo en pacientes mayores, porque es muy frecuente una complicación que se llama shock séptico”. La doctora hace mención a un fallo multiorgánico que puede ser causante de una mala evolución de la infección y eso sí “tiene un pronóstico muy desfavorable”; nos apunta. “Por eso son muy importantes unas medidas terapéuticas adecuadas y un inicio del tratamiento lo antes posible, sobre todo en las primeras horas desde su diagnóstico, para un buen control del foco séptico”.

Quizás, dado que existe esta posibilidad, desde el hospital han preferido, a pesar de la evolución favorable, mantenerla en observación y no darle el alta tan rápido como en otro tipo de paciente más joven cabría esperar.

¿Qué le ha podido causar la enfermedad a doña Sofía?

Tal y como nos explica la doctora, estos cuadros médicos son muy habituales en las mujeres de edad avanzada, por un lado, por el simple hecho de ser mujeres y de tener una fisionomía concreta que hace que la uretra que va de la vejiga al exterior es más corta que en el caso de los hombres, “con lo cual es más fácil que los microorganismos penetren”. Y, por el otro, por el hecho de ser una paciente mayor que, por norma general, tal y como nos señalan, “se hidratan menos y, por lo tanto, orinan menos”. Todo esto, sumado a la humedad propia de la zona, genera unas condiciones que propician estas infecciones. Lo que descarta por completo es la excusa del frío, uno de los grandes mitos asociados a las infecciones de orina. “No es que el frío las cause, es que cuando hay frío, quizás bebemos menos, nos deshidratamos más…”.

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Doña Sofía, con una salud digna de admirar

La salud de la madre de Felipe VI es antológica. A sus 85 años permanece en una estupenda forma física que la hace seguir en activo con una nutrida agenda oficial de actos a los que siempre acude puntual y entregada. Jamás una baja, jamás un ingreso hospitalario. De hecho, el último del que se tiene constancia tuvo lugar hace casi 60 años.

Sus achaques nunca han trascendido a los medios, a diferencia de los de su marido, que llevan años abriendo informativos. La reina Sofía se cuida y se toma muy en serio su salud. De manera reciente, supimos que contrajo coronavirus hace dos años, un contagio que coincidió con la visita de Juan Carlos a Felipe VI. Una enfermedad, sin duda, de lo más oportuna.