Todavía quedan meses para que se cumpla un año desde que Tamara Falcó e Íñigo Onieva sellaron su amor en matrimonio, pero no hace falta ningún aniversario para demostrar que lo suyo va viento en popa. Lejos queda el pasado 8 de julio, cuando el Palacio de El Rincón acogía uno de los enlaces más espectaculares, a la vez que controvertidos, de los últimos tiempos. Contratiempos consecutivos que partieron de las infidelidades de él, que la marquesa de Griñón, pese a negar la mayor en primera instancia, le acabaría perdonando. Una lista de catastróficas desdichas que se consagraron con la ruptura del acuerdo para la confección del vestido para el gran día y un inesperado robo de las joyas elegidas por la marquesa de Griñón.
Pero lo que tiene que ser, siempre termina siendo. Todo salió bien, el evento fue un éxito y verlos de novios se convirtió en todo un reclamo mediático. Un interés que no se ha desvanecido con el paso de los meses. Primero, por su larguísima luna de miel e incontables viajes por todo el planeta. Después, por su nuevo y espectacular ático de diseño. Siempre con un eje transversal que la opinión pública ansía descubrir: ¿cuándo serán padres?Justo cuando el posible embarazo de la hija de Isabel Preysler vuelve a estar en boca de todos, ellos han tomado la determinación de hacer un plan ideal para desconectar de la vorágine. Para ello se han desplazado hasta un lugar privilegiado en el que la 'socialité' se ha sometido a un tratamiento corporal de lujo.
![Tamara Falcó](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 900 900"%3E%3C/svg%3E)
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Por ahora, todo lo que se sabe a ciencia cierta es que la ganadora de 'MasterChef Celebrity' no está esperando ningún hijo. Al menos todavía, y no por falta de ganas. Tamara, que ahora tiene 42 años, ha expresado en más de una ocasión sus intenciones de ser mamá en el futuro próximo. Todo lo que se sabe es que ese plan sigue en mente y que la pareja no tiene previsto desistir en su idea de concebir a una criatura. No obstante, que la cosa no haya terminado de cuajar todavía no les ha quitado las ganas de disfrutar y, sobre todo, de relajarse. Así lo ha dejado claro la madrileña en las últimas publicaciones de su perfil de Instagram. "Después de tantos viajes y trabajo, necesitaba unos días de depuración", escribía junto a un carrusel de imágenes de su estancia en SHA, una impresionante clínica macrobiótica que dispone de todas las comodidades imaginables.
Vistas de ensueño desde la habitación, instalaciones de lujo e impresionantes piscinas turquesas que no ha dudado en fotografiar para deleite de su más de un millón de seguidores. Todo lo previo, además de un repaso por la espectacular —y saludable— oferta gastronómica, donde ha podido gozar de "una dieta sana, alcalina, energética y basada principalmente en mariscos, pescados y vegetales". Asegura, también, que la variedad la ha dejado "fascinada". Casi tanto como los innovadores tratamientos que el centro pone a disposición de los clientes. "Mi favorito, el de salud cognitiva y emocional que ayuda a gestionar el estrés, la relajación, concentración", confiesa. Ideal para no perder el foco ni agobiarse en exceso ante una situación tan incierta como si conseguirá estar encinta más o menos pronto.
Fue la propia Tamara quien, durante una de sus intervenciones en 'El Hormiguero', expresó que había pasado por este centro para compensar después de haberse "pasado comiendo pasta, turrones y tal". Jornadas de purificación que van de dentro hacia fuera que, por si había alguna duda, no son aptas para cualquier bolsillo. Según ha trascendido, después de que 'Diez Minutos' publique algunas imágenes exclusivas de los enamorados en la localidad alicantina, el precio por alojarse una noche en una suite como la suya oscila entre los 400 y los 7.500 euros. Eso, sumado a un programa de 'wellness' personalizado que ronda los 6.000 euros.
Tamara e Iñigo, un matrimonio de viajeros empedernidos
Cualquiera que haya seguido la pista a marido y mujer durante los últimos meses será consciente de que esta no es la primera —ni la última— escapada de la pareja. El pistoletazo de salida a su larga lista de destinos llegó con su viaje de novios por Sudáfrica y otros puntos tan exóticos como la Polinesia Francesa, que terminó postergándose por más de un mes. Después optarían por lugares más variopintos como Ibiza, Sotogrande, París, Copenhague o la costa amalfitana. Todo antes de la llegada de las Navidades, que las pasaron en Miami junto a la madre de ella, para después cambiar el escenario por los Alpes Suizos.
![Tamara Falcó e Íñigo Onieva en la nieve](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 800 533"%3E%3C/svg%3E)
Instagram @tamara_falco
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