Comer carne de buena calidad y a buen precio no es tan difícil como de entrada podría parecer. Solo hay que saber qué carne y qué piezas comprar. Y conocer los secretos de los profesionales para conseguir que cunda más. No te pierdas nuestros trucos para ahorrar hasta 1.000€ al año en la cesta de la compra.
Escoger la carne más económica
Por regla general, las carnes blancas (pollo, conejo, pavo, cerdo…) son más baratas que las rojas. Además, si quieres ahorrarte unos euros, sale más a cuenta comprar piezas grandes que troceadas. Un pollo entero, por ejemplo, te sale mejor de precio que unas pechugas sueltas. Y prácticamente puedes aprovecharlo todo: con la carne de las alitas y el hígado puedes preparar unas deliciosas croquetas o unos canelones, y hacer que la cantidad de carne cunda más mezclando el pollo con cebolla caramelizada, unas setas y bechamel.
Decantarse por la pieza adecuada
Para obtener un plato de carne lo más económico posible, lo mejor es que elijas cortes de segunda (espaldilla de cerdo, falda de cordero, morcillo, aleta...), que suelen ser más baratos pero igual de sabrosos. El único inconveniente es que, al ser carnes más duras, requerirán recetas con un tiempo de cocción mayor, como guisos o platos de cuchara. Otra opción es optar por órganos como el corazón o el hígado de ternera. Muy nutritivos, pero mucho más económicos que un filete.
Añadirle un plus saciante
Si a los guisos de carne que vayas a elaborar les añades patatas, verduras o incluso setas, obtendrás platos mucho más saciantes, que llenan sin necesidad de usar una elevada cantidad de carne. También puedes preparar la carne en ragú, que al tener mucha salsa es ideal para acompañar con arroz o puré de patata, por ejemplo. Y otra opción es cocinar este tipo de carnes rellenándolas con verduras, setas, frutos secos, jamón y queso, fruta fresca…, con lo que conseguirás un plato económico con un look de fiesta.
"Estirar" la carne picada
Estos cortes económicos también son ideales para picar y hacer hamburguesas o albóndigas. Si añades a la mezcla un poco de miga de pan remojada en leche o claras montadas, te cundirá mucho más. También puedes hacer canelones o lasaña y "estirar" la carne con otros ingredientes como champiñones, verduras, bechamel, etc. O bien puedes asar la carne y cortarla en trozos muy pequeños para hacer un kebab casero, mezclándola luego con hortalizas frescas entre dos rebanadas de pan si no tienes a mano pan de kebab.