- Ingredientes:
- 12 láminas de canelones
- 300 g de pechuga de pollo en daditos
- 25 g de mantequilla
- 25 g de harina
- 1 vaso de leche
- 1 diente de ajo
- 100 g de calabaza
- 2 tomates
- 1 cebolla
- 6 pimientos del piquillo
- Vino blanco
- Queso rallado
- Aceite
- Sal
(Versión ligera 365 kcal | Versión tradicional 510 kcal)
Son muchos los que piensan que los canelones engordan. Pero no tiene por qué ser así. Los de nuestra receta 100% libre de culpa son ligerísimos y admiten muchas variantes.
El secreto para que estos canelones sean mucho más ligeros es sustituir la clásica bechamel que se usa para la cobertura y en el relleno por una salsa de pimientos por encima. Y también aligerar el picadillo mezclando la carne de pollo con verduritas.
Y si quieres que aún engorden menos, puedes prescindir también del queso del gratinado y servirlos calientes o fríos.
Cómo realizarlo paso a paso
- Cocinar la pasta. Cuece las láminas de canelones en agua tibia el tiempo que indique el fabricante. Y cuando estén en su punto, escúrrelas y extiéndelas sobre una superficie antiadherente (una fuente de cristal, una tela sobre el mármol de la cocina, etc.).
- Pochar la cebolla y la calabaza. Pela y pica la cebolla. Póchala en aceite junto con la calabaza cortada en daditos, hasta que estén tiernos.
- Incorporar los tomates y el pollo. Añade a la cebolla y la calabaza pochada 1⁄2 vaso de vino y deja evaporar. Agrega los tomates pelados y picados. Deja cocer durante unos minutos e incorpora el pollo.
- Preparar la salsa. Sofríe el ajo picado y los pimientos troceados en la mantequilla. Agrega la harina y la leche y cuece removiendo, hasta que espese. Sazona y tritura.
- Rellenar y gratinar. Coloca un poco del sofrito de pollo sobre cada una de las placas de canelones y enróllalos. Colócalos en una fuente que pueda ir al horno. Riégalos con la salsa de pimientos del piquillo. Y, finalmente, espolvorea con queso y gratina.
Versión vegetariana
Si quieres una versión vegetariana, puedes prescindir del pollo y añadir más verduras: calabacín y berenjena, por ejemplo.