¡Cuántas ganas de primavera! Apetece abrir las ventanas de par en par, comprar plantas nuevas, renovar la fragancia de casa con aromas cítricos y añadir algo de color y alegría en la decoración. Lo que no apetece tanto, pero es igual de necesario, es poner a punto la casa con la llamada limpieza de primavera. Desde limpiar a fondo los armarios cuando hagamos el cambio de temporada, hasta limpiar las alfombras o las cortinas.
Otro punto a tener en cuenta es la terraza. Con el buen tiempo irá apeteciendo organizar cenas al aire libre y es indispensable revisar que esté en buen estado, tanto el mobiliario como el suelo. En este sentido, la limpieza del suelo no es ninguna tontería y hay que saber hacerlo para que no se estropee, ya estemos hablando de limpiar el suelo laminado, las juntas del suelo, o incluso el césped artificial.
Balcones, porches y terrazas suelen contar con un tipo de suelo rústico muy bonito que debido al paso del tiempo, el uso y las inclemencias meteorológicos va perdiendo su aspecto original y termina por verse apagado y sucio. Descubre cómo limpiar el suelo rústico del balcón o terraza y que luzca precioso tras el largo invierno.
Cómo limpiar el suelo rústico paso a paso
Si tienes un suelo rústico o de terracota en el exterior de casa, te gustará tenerlo bien bonito y limpio. Ahora que llega el buen tiempo es el momento de limpiarlo a fondo para eliminar todas las manchas y suciedad, así como de devolver los colores que la terracota va perdiendo de forma natural. Puedes pedir ayuda a un profesional.
- Paso 1. Limpia la suciedad y las manchas con un producto específico siguiendo las instrucciones del fabricante, y teniendo la precaución de probarlo antes en una esquina. Por lo general, consiste en diluir una pequeña cantidad en tantas partes de agua y aplicarlo con una fregona. Después de dejarlo reposar, habrá que aclarar para eliminar cualquier resto.
- Paso 2. Para eliminar el velo blanquecino que suele aparecer en el suelo, se puede utilizar otro producto específico quitacemento, de aplicación similar al anterior. Aclara bien y deja secar completamente antes de iniciar cualquier otro tratamiento. Lo ideal es esperar entre 24 y 48 horas, según la temperatura ambiental.
- Paso 3. Este sería el momento de empezar con el tratamiento del suelo. Puede ser un tratamiento invisible y antideslizante para suelos de barro, bien sea manteniendo la tonalidad natural o realzando los colores, por ejemplo con un renovador profesional para suelos porosos.
¿Cómo limpiar un suelo de piedra?
A la hora de limpiar un suelo de piedra, sea natural o artificial, hay que tener en cuenta que al ser un suelo poroso es más propenso a la aparición de humedades. Cuando se trate de piedra natural, utiliza productos de limpieza neutros y aplícalos con movimientos circulares ayudándote de paños o cepillos de cerdas naturales.
¿Se puede utilizar lejía o amoniaco? En caso necesario sí, pero siempre bien diluidos. También existen productos profesionales clorados, especialmente pensados para superficies muy sucias.
¿Cómo limpiar un suelo muy poroso?
Los suelos porosos son superficies muy delicadas que suelen mancharse fácilmente y que necesitan un mantenimiento habitual. Sus recovecos y relieves hacen que la suciedad se incruste en ellos. La terracota, la piedra, el hormigón o la baldosa no esmaltada son los más populares.
- Barrer. Para eliminar la suciedad y el polvo barre con un cepillo de cerdas suaves o pasa el aspirador. Si el suelo tiene manchas difíciles, trátalas por separado con un producto específico.
- Friega. Evita detergentes alcalinos y ácidos, mejor un jabón pH neutro. Si utilizas un limpiador especial, sigue siempre las indicaciones del fabricante. Deja que se seque solo.
- Protege. Un producto específico a modo de sellador lo protegerá de la intemperie y otros factores.