El pueblo más bonito de España para ir en octubre según National Geographic: en el País Vasco y con colores otoñales

Aunque el periodo de vacaciones está oficialmente acabado, eso no significa que nos tengamos que quedar en casa hasta el verano que viene. De hecho, el cambio de estación trae también cosas buenas y es el momento perfecto para apreciar la caída de las hojas y los colores preciosos de los que se pintan los montes. 

¿Y a dónde nos podemos ir para disfrutar de estos cambios que nos trae la nueva estación? National Geographic, después de Cudillero, Comillas y Hondarribia, sigue apostando por el norte de la península y este mes ha elegido como destino turístico para ver uno de los pueblos más bonitos de España: Ochagavía. 

Se encuentra apenas a 85 kilómetros de Pamplona, en el corazón del valle de Salazar, y se trata de un pequeño pueblo de casas de piedra por el que pasa el río Anduña y donde parece haberse detenido el tiempo. Si estás buscando tranquilidad, Ochagavía es un oasis de piedra donde se oye nada más que el sonido de los pasos sobre los adoquines, el murmullo del fluir de las aguas del río y el tímido canto de alguno de los pájaros que habitan entre los árboles de la sierra Abodi. Un verdadero placer para los sentidos. 

El nombre Ochagavía (u Otsagabia) proviene del euskera “otso”, que significa “lobo”, y “kabia”, que significa “nido”, de ahí que se traduzca, literalmente, como “nido de lobos”. Destaca también por ser una de las puertas de entrada a la Selva de Irati, y por estar rodeada de bosques y montañas, lo que le hace ser un lugar espectacular, sobre todo para ir en otoño.

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Qué ver en Ochagavía

Un puente medieval, tres palacios y una iglesia

Al ir acercándonos a Ochagavía, lo primero que nos llama la atención es el hermoso puente de piedra medieval que se erige sobre el río Anduña.  Una imagen que se ha convertido en una de las más representativas de la villa. Es el punto perfecto para empezar el recorrido por el pueblo y adentrarnos en las calles y rincones más variopintos del centro hasta perder la noción del tiempo.

Por encima de los tejados de las casas se atisba la antigua torre de la Iglesia de San Juan Evangelista, un edificio del siglo XVI que alberga en su interior varios retablos renacentistas y barrocos que han sobrevivido a los estragos de la historia. 

De entre las cosas que ver en Ochagavía, también destacan los palacios medievales de Urrutia, Iriarte y Donamaría, así como los caseríos blasonados. En la paleta de tonalidades blancas y grises que domina la villa resaltan las flores que decoran los balcones de las casas y los eguzkilore, un símbolo de protección el hogar de la mitología vasca, colgados en las puertas.

Si nos vamos al río, en un lado se encuentra la Antigua Estación Patatera y los bares Iratibizkar y Artzai, dos lugares ideales para tomar algo disfrutando de las vistas de Ochagavía. Al otro lado está la tienda de productos locales Erletxo: sabores del bosque, en la que se puede comprar desde chocolates hechos en la Selva de Irati, mermeladas artesanales, miel de caserío o pastas tradicionales, hasta sidra, vino autóctono o queso Roncal, elaborado en el Pirineo navarro. 

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 LAS CASAS TRADICIONALES DE OCHAGAVÍA 

Pero si por algo llama la atención este pueblo navarro, es por sus casas tradicionales de piedra blanca, con tejados a dos aguas y contraventanas y puertas de madera. De hecho, son tan importantes que en Ochagavía, preguntan “¿de qué casa eres?” en vez de “¿de qué familia eres?”, lo que refuerza la tradición vasca que considera la casa no solo como un edificio más sino como seña familiar.

Más allá de las casas, la villa está dividida en cuatro barrios: Urrutia, que quiere decir “el lejano” y está ubicado al otro lado del río; Irigoyen, que significa “encima de la ciudad” y está en la parte superior del pueblo; Iribarren, que se traduce como “dentro de la ciudad” y es el barrio de la zona inferior; y Labaria, cuyo nombre, “al lado del horno” hace referencia al lugar en el que se encontraban los antiguos hornos de Ochagavía. Las calles de la villa no tienen nombre, por lo tanto, la forma de localizar una casa es por el nombre de esta y el barrio en el que se encuentra.

Las fiestas locales: el ORHIPEAN DE OCHAGAVÍA

Dependiendo del año, el último finde de agosto o el primero de septiembre se celebra la fiesta más importante de la localidad, que es conocida como Orhipean de Ochagavía, o la Fiesta de los Oficios y las Tradiciones.  Durante estas fiestas, se cubren las señales de tráfico, los carteles y cualquier elemento que permita identificar que estamos en el siglo XXI, y se recrea un día cualquiera de 1900. Así, podemos ver en diferentes partes del pueblo los distintos oficios que se han llevado a cabo en Ochagavía a lo largo del tiempo: mujeres vestidas de lavanderas a orillas del río, hilanderas con sus ruecas, panaderos haciendo pan o incluso pastores elaborando queso. 

Normalmente también se pone un mercadillo de comida donde se pueden degustar los mejores productos locales, por lo que es una fecha a tener en cuenta para aquellos que les guste comer. 

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A UN PASO DE OCHAGAVÍA

la Selva de Irati

A solo 10 kilómetros, tenemos la increíble Selva de Irati, el segundo hayedo más importante de Europa y visita obligada para todo aquel que disfrute de la naturaleza. Además, alberga el monte Ori, cuyo pico, situado a 2021 metros de altura, es una de las cumbres más altas del Pirineo navarro. 

La ermita de Muskilda

Otra de las visitas que se pueden hacer muy cerca de Ochagavía, es la de la ermita Muskilda, del año XII, desde donde se pueden ver unas vistas preciosas de la villa y de la Sierra de Abodi. 

Museos y ruinas

Así, en la oferta de Ochagavía también podemos encontrar la visita al Museo de las Estelas de Abaurregaina, que es el único museo, laberinto y cementerio del mundo y la de la Antigua Fábrica de Armas de Orbaizeta, donde se asentó el principal centro industrial militar del norte de España durante el siglo XVIII. 

Y si nos apetece algo diferente, están localizados en esta zona de Navarra cromlech y dólmenes ancestrales alzados durante las Edades de Bronce o de Hierro.

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