No lo hagas

Esto es lo que le pasa a tu cerebro si te saltas el desayuno: una práctica “dolorosa” según un reconocido psicólogo

Aunque estés practicando el ayuno intermitente, saltarte el desayuno puede cambiar el curso de tu día y resultar fatal para tu estado de ánimo. ¿Por qué ocurre y qué debes hacer?

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Begoña Bernáldez
Begoña Bernáldez

Periodista especialista en estilo de vida, actualidad y SEO

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¿Sacrificas el desayuno todos los días con tal de disfrutar de unos minutos más en la cama? Crees que esto te ayudará a enfrentar la jornada con más energía… excepto por este pequeño detalle: te saltas el desayuno. ¿Cómo te afecta esta decisión? Estés practicando o no el ayuno intermitente, puede que, como muchos, optes por omitir la primera comida del día, bien por falta de tiempo o tal vez para “respetar” tu dieta si estás en un proceso de adelgazamiento. Pero, ¿qué sucede realmente con tu estado de ánimo cuando decides no desayunar, incluso dentro de un régimen de ayuno intermitente?

Lo que haces (o no haces) por la mañana puede cambiar el curso de tu día, empezando por algo tan simple como es el desayuno. Y no, no significa darte un fiestón de azúcares o un atracón nada más levantarte. Aunque la práctica del ayuno intermitente resulta generalmente beneficiosa, es fundamental mantener una dieta equilibrada y no saltarse comidas, especialmente la primera del día.

Si te sientes más irritable o menos concentrada durante la mañana, probablemente sea por eso, pero el impacto en tu bienestar puede ser mucho más significativo, según un reconocido catedrático estadounidense. 

Ayunas, ¿pero no desayunas?

Esta cuestión puede sonarte chirriante, o algo confusa, ¿qué sentido tiene hacer ayuno pero desayunar? Pues mucho, porque aunque parecen antónimos, no por ayunar tienes que dejar de desayunar.  

El ayuno intermitente ha ganado mucha popularidad en los últimos años y, aunque muchas personas no lo siguen a rajatabla, sí toman de ejemplo la práctica de ayunar y no comer nada hasta el almuerzo. Sin embargo, es importante recordar que el ayuno intermitente implica ciclos de ayuno y alimentación, y saltarse el desayuno dentro de este o cualquier otro régimen puede tener consecuencias no deseadas.

Cuando decides no desayunar, especialmente si estás en medio de un período de ayuno intermitente, tu cuerpo puede experimentar una serie de cambios, tanto físicos como emocionales. Sí, no desayunar también afecta a tu mente y estado de ánimo.

¿Cómo afecta a tu bienestar emocional y mental?

Según Gary L. Wenk, profesor de psicología, neurociencia e inmunología de la Universidad Estatal de Ohio, el desayuno juega un papel crucial en la regulación de nuestro estado de ánimo. Cuando te saltas esta comida, tu cerebro puede experimentar cambios en la producción de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, que están involucrados en la regulación del estado de ánimo y la sensación de bienestar.

Esto se debe a la falta de nutrientes, que puede afectar la función cognitiva y emocional, y puede manifestarse en forma de irritabilidad, ansiedad y falta de motivación. Además, la sensación de hambre constante que puede acompañar al ayuno sin desayunar puede contribuir aún más a estos cambios de humor negativos.

Como explica Wenk, también puede impactar de forma adversa en tu capacidad para recordar información, tanto en la memorización de palabras como en la retención de elementos mientras realizan tareas cognitivas. Cuando sales apresuradamente de casa rumbo a tus compromisos matutinos, como ir al trabajo o a clase, sin haberle dado a tu cerebro la energía necesaria, "se produce una notable disminución en tu capacidad para recordar".

Es posible que experimentes dificultades para encontrar las palabras adecuadas al expresarte verbalmente o por escrito, ya que tu organismo carece de la glucosa necesaria, lo cual siempre acarrea consecuencias en tu rendimiento cognitivo.

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¿Qué tiene de bueno desayunar para tu estado de ánimo?

Si no desayunar es "doloroso" para el cerebro, hacerlo tendrá consecuencias buenas, ¿no? Así es. El acto de desayunar puede tener un efecto psicológico positivo en ti, ya que te proporciona una sensación de normalidad y rutina, lo que puede reducir el estrés y la ansiedad.

El experto te recomienda tomarte un tiempo para disfrutar de una comida equilibrada por la mañana, ya que puede promover la relajación y el bienestar mental, lo que puede tener un impacto duradero en tu estado de ánimo a lo largo del día.

Puesta a desayunar, ¿qué deberías comer para sentirte mejor?

Si eres de las que acostumbra a no desayunar, puede que te estés preguntado qué tomar a primera hora que sea apetecible pero al mismo tiempo, saludable. Aunque como ya sabes, esta comida es importante para tu bienestar emocional, no cualquiera es válida: "Lo que el cerebro prefiere que comas, y cuándo, no siempre es bueno para el resto de tu cuerpo. Un mal desayuno puede tener consecuencias mentales y físicas", explica Wenk en su libro Your Brain on Food.

Aquellos cargados de grasas, carbohidratos simples y azúcares no son la mejor opción. No obstante, el catedrático de Psicología asegura que “un poco de azúcar en el desayuno podría ser bueno”, pues es un potenciador cognitivo muy eficaz. Tal vez una galletita, o algo de zumo exprimido con frutas frescas, pero no te pases. 

Puesta a desayunar, lo ideal para optimizar tu salud emocional es un desayuno equilibrado y nutritivo que incluya proteínas de calidad como huevos, yogur griego, tofu o salmón; carbohidratos complejos, como avena integral, pan integral o frutas frescas enteras (que promueven la producción de serotonina); grasas saludables, como nueces, semillas de chía, aguacate o aceite de oliva; algo de fibra, ya que mejora la salud digestiva, lo que repercute positivamente en el bienestar emocional; y antioxidantes, como frutas y verduras coloridas.

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¿Y cuál es el mejor momento para hacerlo?

Puede que nada más levantarte no te entre nada en el cuerpo, o que estés practicando el ayuno intermitente y tengas que cumplir los ciclos entre comidas. No pasa nada, no tiene que ser de inmediato, aunque como ya has visto, tomarte un tiempo antes de salir de casa para disfrutar aunque sea de un café y una tostada puede ayudarte a arrancar el día con otra perspectiva. Ahora bien, ¿cuándo sería la mejor hora para hacerlo, si no quieres romper el ayuno, pero deseas encontrarte mentalmente bien?

Aunque el ayuno intermitente ofrece cierta flexibilidad en cuanto al momento de comer, es importante elegir el momento adecuado para disfrutar del desayuno sin romper el ciclo de ayuno. Según los expertos, el mejor momento para desayunar dentro del ayuno intermitente es durante la ventana de alimentación, que puede variar según el protocolo específico que estés siguiendo. Es decir, si estás haciendo el ayuno 12:12, deberán pasar al menos 12 horas desde que cenaste hasta que desayunes. Si sueles cenar a las 21:00, tendrás que desayunar en la ventana de las 9:00 y las 10:00 horas del día siguiente.

Idealmente, el desayuno debe tomarte una o dos horas después de despertarte, no más tarde, para proporcionar al cuerpo los nutrientes necesarios para empezar el día con energía y mantener estables los niveles de glucosa en sangre. Esto te ayudará a prevenir los cambios de humor y mantener una sensación de bienestar general.

Con todo esto no queremos decir que el desayuno sea la fórmula mágica para estar enérgica y feliz durante todo el día, es importante, pero no lo es todo. La clave para mantener un buen estado de ánimo y bienestar emocional es mantener una alimentación equilibrada y variada a lo largo de la jornada: desayunar bien, comer mejor y cenar ligeramente; además de cuidar otros aspectos de tu estilo de vida, como el ejercicio regular, el sueño adecuado y la gestión del estrés.