Sabemos lo importantes que pueden llegar a ser las relaciones interpersonales, pero no somos conscientes de hasta qué punto afectan a nuestro envejecimiento y salud. Esto es uno de los temas, entre muchos otros, sobre los que trata la investigación más longeva sobre la felicidad (nada más y nada menos que 85 años de estudio) realizada por la Universidad de Harvard. Robert Waldinger, director actual de la investigación y psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad, destaca la importancia de la calidad de nuestras relaciones después de seguir la vida de 724 hombres desde 1938. "Ojalá no hubiera trabajado tanto", "ojalá hubiera pasado más tiempo con mi familia" u "ojalá no me hubiera preocupado tanto", son algunas de las afirmaciones que comentaban los participantes al final de su vida (80 años) y que pueden ayudarnos a cambiar la forma de vivir nuestro presente, tal y como comenta el especialista.
La clave de la felicidad y el envejecimiento
Los investigadores preguntaron a una muestra de gente joven cuáles eran sus objetivos a largo plazo. Un 80% contestó hacerse rico, y un 50% de estos, señaló también ser famoso, "unos logros que cambian radicalmente durante el transcurso de la vida", asegura Waldinger. Después de 85 años de investigación (él es el 4 director del estudio), de los 724 hombres que han participado en el estudio, 60 siguen estando presentes contando su vida, aficiones, motivaciones o tristezas a los profesionales de Harvard. Una vez llegados a la vejez, un discurso en común surgió entre ellos: todos habían cambiado de objetivos vitales durante su vida, centrándose en propósitos relacionados con el amor y las relaciones.
Y es que estas últimas son uno de los puntos más esenciales e importantes del estudio. La investigación hizo una estimación sobre cómo iban a envejecer algunos de los hombres, según su estilo de vida y entorno. Pasados 30 años, pudieron concluir que "quienes estaban más sanos eran aquellos que tenían mejor calidad en sus relaciones y que la soledad es uno de los factores que más enfermedades físicas y psicológicas provoca", tal y como destaca el director para el proyecto de Aprendemos Juntos de BBVA. "Puedes estar casado y sentirte solo, o puedes tener una pareja con la que discutes cada día, pero encontrarte muy acompañado", "por estar rodeado de gente no significa que no haya soledad", afirma Waldinger. Así, la conclusión del estudio es clara: las buenas relaciones nos hacen tener una vida más plena y larga.
Los 3 aprendizajes más destacados del estudio más largo sobre la felicidad
Robert Waldinger destaca 3 de los mejores aprendizajes descubiertos en el estudio:
- Sentirse solo es malo para la salud: esta afirmación va relacionada con cómo lidiamos con el estrés en nuestra vida. "Cuando tenemos un problema y sentimos estrés, es natural para los seres humanos llegar a casa y compartirlo con alguien. Esto hace que inmediatamente nuestros niveles de cortisol en el cerebro disminuyan, y que podamos volver a un estado normal. Ahora bien, cuando no tenemos a nadie con quien contar, el cortisol se queda en el cerebro y nos volvemos incapaces de no permanecer en un estado de supervivencia y vigilia". "Esta clase de personas son mucho más agresivas e infelices con su entorno, cosa que afecta claramente en su desarrollo vital", comenta el investigador.
- Las relaciones de calidad nos hacen envejecer mejor: la conclusión va directamente relacionada con la anterior. Somos seres sociales, y poder establecer vínculos nos hace renovar nuestra energía. Poder sentirnos acompañados es un "propio objetivo a alcanzar" y acaba convirtiéndose en uno de los mayores logros para las personas llegadas a la vejez. "Las relaciones no son solo esenciales como peldaños hacia otras cosas, y no son simplemente una ruta funcional hacia la salud y la felicidad. Son fines en sí mismas", afirmaba Waldinger en sus redes sociales.
- Las buenas relaciones no solo nos hacen estar más sanos, también protegen a nuestro cerebro: hemos hablado de vejez, pero uno de los factores más importantes para garantizar nuestra salud es un correcto mantenimiento cognitivo. Así, el estudio asegura que crear relaciones de calidad favorece la capacidad de recordar momentos y, por tanto, conservar la memoria intacta cuando somos mayores.
El motivo por el que más se arrepienten mujeres y hombres, según el estudio
Según explica el director de la investigación, el arrepentimiento entre hombres y mujeres es distinto. Originalmente, el estudio solo incluía a hombres blancos con dos variantes: la clase social de estos. Una parte eran estudiantes de la Universidad de Harvard de 19 años y la otra niños pobres de uno de los barrios con más delincuencia de Boston. A ambos los siguieron durante toda su vida y observaron su evolución. Gracias a cambios sociales, unos años más tarde también incluyeron a las mujeres de estos y sus hijos e hijas. Así, han podido descubrir sobre qué se arrepienten los hombres y las mujeres llegados a los 80 años. Los primeros se centran en haber trabajado demasiado y "no haber podido conectar con sus seres queridos lo suficiente". En cambio, las mujeres se centran en las apariencias, "haber pasado demasiado tiempo preocupándome sobre lo que pensaban los demás en lugar de vivir con autenticidad y por mí misma".