Hacer una estimación de cuántos tipos de infusiones existen en la actualidad sería tarea imposible. Se toman en la mayor parte del mundo, y las hay de distintos sabores, colores y aromas, pero lo más significativo y particular de cada una de ellas son los beneficios y efectos que tienen para nuestra salud.

Algunas actúan contra la menopausia, como la infusión de salvia; aceleran el metabolismo, como el té verde o la infusión de cardamomo; otras nos ayudan a dormir mejor… Pero hay una en concreto que reduce el apetito, es antiinflamatoria y una gran aliada para nuestro sistema digestivo por su alto contenido en prebióticos, incluso mayor al del yogur o el kéfir.

El kéfir, recientemente popular en España, es una bebida fermentada que mejora la digestión, refuerza el sistema inmunitario, regula el azúcar en sangre y previene infecciones. No obstante, hoy queremos enseñarte una sustancia muy beneficiosa y con más prebióticos que el kéfir, que se puede tomar en infusión y es muy fácil de preparar: hablamos del extracto de diente de león.

 

¿Qué diferencia hay entre prebióticos y probióticos?

Los prebióticos son sustancias que se encuentran en algunos alimentos y que favorecen el crecimiento y la actividad del ecosistema microbiano que habita en nuestro intestino. Estas bacterias, conocidas como microbiota o flora intestinal, cumplen funciones importantes para nuestra salud, como mejorar la digestión, reforzar el sistema inmunitario, regular el azúcar en sangre y prevenir infecciones. Los prebióticos son principalmente fibras solubles que se encuentran en cereales integrales, plantas, verduras, etc, y no se digieren en el estómago ni en el intestino delgado, sino que llegan al colon, donde son fermentadas por las bacterias. 

Los probióticos son microorganismos vivos que se ingieren con algunos alimentos o suplementos y que pueden aportar beneficios para la salud al colonizar el intestino y reforzar la microbiota, y se encuentran en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el chucrut y el kimchi

Así, los prebióticos y probióticos están estrechamente relacionados. La función de los primeros es la de estimular el sistema inmunitario y favorecer el desarrollo de las bacterias beneficiosas. La función de los segundos es la de aportar directamente esas bacterias beneficiosas al intestino. Y ambos, pueden contribuir a mejorar la salud intestinal.

Entonces, ¿qué tiene más prebióticos, el kéfir o el diente de león?  El extracto de diente de león puede aportar hasta 100-240 mg de prebióticos por cada gramo, mientras que el kéfir tiene unos 50-80 mg por cada gramo. Ambos alimentos son fuentes de prebióticos, pero el diente de león tiene una mayor concentración de prebióticos por cada gramo, por encima del kéfir y de otros de los alimentos con más prebióticos, como el ajo, los puerros o las cebollas. Una de las mejoras formas de aprovecharlo es en forma de infusión, mezclando la raíz y las hojas de la planta

¿Qué es el diente de león y para qué sirve?

El diente de león (Taraxacum officinale) es una planta cuyo nombre científico proviene del griego “taraxos” (trastorno) y “akos” (remedio), lo que indica su uso tradicional como planta curativa, que se utiliza mucho como complemento en dietas para bajar de peso por su efecto diurético y su alto contenido en vitaminas o calcio; mientras que su nombre común se debe a la forma dentada de sus hojas, que recuerdan a los dientes de un león. 

Suele crecer de forma silvestre en campos, prados y jardines y se caracteriza por sus bellas flores amarillas y sus semillas blancas, pero también por sus propiedades medicinales y nutricionales. Hoy vamos a explicarte todos los beneficios que tiene la infusión de diente de león y cómo prepararla correctamente.

¿Qué propiedades nutricionales tiene el diente de león?

El diente de león es una planta comestible en su totalidad, que se puede usar en ensaladas, sopas, guisos o tortillas. Pero también, se puede preparar como infusión utilizando sus hojas o su raíz secas. El diente de león es una fuente de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Entre sus componentes destacan:

  • Vitamina A: el diente de león contiene más vitamina A que la zanahoria, esencial para la salud visual, la piel, las mucosas y el sistema inmunitario.
  • Vitamina C: el diente de león aporta más vitamina C que el limón. Esta vitamina tiene un efecto antioxidante, antiinflamatorio e inmunológico
  • Vitamina K: el diente de león es rico en vitamina K, que interviene en la coagulación sanguínea y la salud ósea.
  • Vitaminas del grupo B: que participan en el metabolismo energético, el funcionamiento nervioso y la síntesis de ADN.
  • Es una gran fuente de hierro, calcio (más que la leche), potasio (más que el plátano), fósforo, magnesio y zinc.
  • Selenio: un mineral que tiene un papel antioxidante, antiinflamatorio y antitumoral.
  • Inulina: el diente de león es rico en inulina, especialmente en otoño, un tipo de fibra soluble que actúa como prebiótico y fármaco amargo de suave acción colerética, diurética y reguladora del apetito, según detalla el nutricionista y naturópata U. Siedentopp en un artículo publicado en la Revista Internacional de Acupuntura.

¿Qué beneficios tiene la infusión de diente de león?

La infusión de diente de león es una bebida saludable y natural que tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Estas son las más destacadas:

Depura el hígado

La infusión de diente de león estimula la producción y secreción de bilis, lo que favorece la digestión y la eliminación de toxinas. También previene la formación de cálculos biliares y protege el tejido hepático del daño oxidativo. 

Ayuda a perder peso

Estudios como el que realizaron varios expertos en plantas medicinales para la salud, publicado en la 'editorial de revistas científicas MDPI', han demostrado los efectos del diente de león en personas con obesidad. Sus raíces y hojas participan en el metabolismo de los lípidos, disminuyen el tamaño de células grasas y reducen los niveles de triglicéridos en el organismo, ayudando a la reducción de peso corporal.

 

 

Diurético natural

La infusión de diente de león aumenta la producción y excreción de orina, lo que ayuda a eliminar el exceso de líquidos, sales y residuos metabólicos. Un estudio realizado por los investigadores Clare, B.A., Conroy, R.S. y Spelman, K. y publicado en la revista 'Journal of Alternative and Complementary Medicine' demostró que el consumo de extracto acuoso de diente de león aumentaba significativamente la frecuencia y el volumen urinario en voluntarios humanos.

Regula el azúcar en sangre

La infusión de diente de león tiene un efecto hipoglucemiante, es decir, reduce los niveles de glucosa en sangre. Esto se debe a que mejora la sensibilidad a la insulina e inhibe la actividad de ciertas enzimas que intervienen en la digestión y absorción de los carbohidratos. 

Combate la inflamación

También tiene propiedades antiinflamatorias, gracias a su contenido en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitaminas, y puede aliviar los síntomas asociados a la artritis, la artrosis, el asma o las alergias. 

Fortalece los huesos

Como ya hemos visto entre sus propiedades, la infusión de diente de león es una fuente natural de calcio, vitamina K y magnesio, tres nutrientes esenciales para mantener una buena salud ósea.

¿Cuántas tazas de diente de león se pueden tomar al día?

Puedes tomar hasta tres tazas al díade infusión de diente de león, preferiblemente entre las comidas y antes de acostarte, para aprovechar sus múltiples beneficios y ayudarte a dormir mejor.

Cómo preparar una infusión de diente de león en casa

Para preparar la infusión de diente de león, necesitas los siguientes ingredientes y seguir unos sencillos pasos.

Ingredientes

  • Una cucharada de diente de león (fresca o seca).
  • 250 ml de agua.

Modo de preparación

  1. Hierve el agua en un cazo y retíralo del fuego.
  2. Añade el diente de león al agua y tapa el cazo.
  3. Deja reposar la infusión durante 10 minutos.
  4. Cuela la infusión y endúlzala con canela o miel (opcional).
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¿Dónde se puede conseguir diente de león?

El diente de león es una planta que se puede encontrar en muchos lugares del mundo, especialmente en zonas de clima templado. Puedes conseguir el diente de león de varias formas:

  • Recolectándolo tú mismo: si tienes acceso a un campo, un prado o un jardín donde crezca el diente de león, puedes recolectar sus hojas, sus flores o su raíz. Eso sí, asegúrate de que el lugar no esté contaminado por pesticidas u otros agentes químicos. También debes lavar bien las partes de la planta antes de usarlas o secarlas.
  • Comprándolo en una herboristería o supermercado: si prefieres comprar el diente de león ya seco y listo para usar, puedes acudir a una herboristería, tienda especializada en productos naturales o supermercado, donde podrás encontrarlo en diferentes formatos, como hojas sueltas, bolsitas de infusión, cápsulas o extractos líquidos.

Contraindicaciones del diente de león

En dosis correctas, el diente de león es una planta segura de la que no se han encontrado evidencias negativas respecto a su uso. No obstante, un artículo desarrollado por la 'corporación estadounidense WebMD' no recomienda tomarla en casos de embarazo y lactancia, enfermedades de la vesícula biliar, pacientes con gastritis y úlceras gástricas o trastornos hemorrágicos, personas con alergia a la ambrosía, sujetos con insuficiencia renal o mientras se están tomando medicamentos, debido al riesgo de interacciones.

Así mismo, siempre es aconsejable y conveniente consultar con un médico o especialista en plantas medicinales si su consumo es apto según tu estado de salud.

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