Hay veces que, cuando miramos hacia atrás, nos damos cuenta de que algunas decisiones que tomamos cuando éramos muy jóvenes no eran las más acertadas para nosotros. El tiempo nos hace comprender mejor cómo somos y qué queremos en la vida, pero no podemos más que asumir esas “locuras” de juventud y aprender de ellas para evolucionar. Si no, que se lo digan a Letizia, que muy joven se dejó llevar por el corazón años antes de conocer a Felipe. 

Que Letizia era una mujer divorciada antes de casarse con Felipe VI fue una de las cosas que las personas y medios más tradicionales y conservadores del país utilizaron para atacarla durante años. Su carácter y el apoyo férreo del entonces Príncipe hizo que todas esas personas tuvieran que cambiar de opinión al demostrar lo positiva que Letizia está resultando para la figura de la monarquía en España. Pero, ¿Cómo fue ese romance que llevó a Letizia al juzgado y su “primera boda” que ya casi nadie recuerda? 

Una relación “prohibida”

La historia de amor entre Letizia y Alonso Guerrero marcó un antes y un después en la vida de la Reina. Un capítulo que, sin duda, ha influido en la mujer que es hoy en día y en cómo ve el mundo y su relación con Felipe VI. La primera vez que la asturiana conoció a Alonso Guerrero en 1987, cuando ella tenía 15 años y él era su profesor de Lengua y Literatura en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, donde acaba de llegar a vivir. Aunque solo se llevaban diez años de diferencia, supuso un problema para ellos. Ahí comenzó uno de los capítulos más intensos y desconocidos de la vida de la actual reina de España.

Según cuentan los cronistas, este encuentro inicial derivó directamente en un flechazo. Mutuo por ambas partes, mientras que Letizia miraba con ojos de enamorada a su profesor, que admiraba y a la que le fascinaba su pasión por la literatura; el docente también sintió interés por “la inteligencia, belleza y personalidad” de su alumna. Debido a la diferencia de edad, esta relación comenzó siendo un completo secreto.

Tras una larga espera y por lo civil 

No fue hasta diez años después de conocerse, en el año 1998, cuando decidieron dar el sí quiero en una ceremonia bastante íntima. Ahora se cumplirían 26 años de este enlace celebrado en otoño. No fue por la iglesia, sino que fue un enlace civil realizado en Almendralejo, en la provincia de Extremadura, la ciudad de origen de Alfonso Guerrero. Siguiendo la tónica de privacidad y discreción de la propia Letizia y de todo su entorno, no han trascendido datos de cómo fue dicha ceremonia. Pero parece que fue el comienzo del fin porque, tras diez años de relación y al mudarse a Madrid tras el enlace, las cosas empezaron a torcerse. 

Separación rápida

Debido a ello, solamente un año después de la boda, Letizia y Alfonso Guerrero decidieron firmar su divorcio en el año 1999, meses antes de que la periodista coincidiera con el Príncipe y comenzaran a relacionarse de forma más cercana.  No hay consenso sobre las razones exactas de la separación de Letizia y Alonso. Algunos apuntan a la diferencia de edad y ambiciones, mientras que otros hablan de desavenencias personales.

Según dicen los cronistas, los diferentes momentos vitales por los que pasaba la pareja fue lo que hicieran que se separan: Mientras que Alonso Guerrero seguía con la docencia y buscaba una vida tranquila, Letizia era una emergente periodista que quería seguir creciendo en su profesión y vivir todas las experiencias que esta apasionante profesión tenía para ella.  Tildada de “ambiciones personales”, esta carrera fulgurante de Letizia como periodista hasta dar en Radio Televisión Española se vería interrumpida por un nuevo enamoramiento que la convertiría en la mujer más relevante de España. 

La “segunda” boda de Letizia y la actual relación con su ex

Debido a que esta primera boda de Letizia fue únicamente por lo civil, posteriormente pudo casarse con Felipe VI en la espectacular ceremonia que justo estos días está cumpliendo 20 años en La Almudena, la Catedral de Madrid. Durante estas dos décadas, la vida privada de Letizia ha sido un completo misterio, defendiendo su trabajo como monarca y evitando especulaciones y rumores al respecto. Aunque no se ha confirmado por parte de ambos, se da por hecho que la reina y su exmarido no tienen actualmente ningún tipo de relación. Alonso Guerrero, por su parte, ha evitado hablar públicamente sobre su relación con Letizia, manteniendo un discreto respeto por su vida actúa y él, aunque ha publicado algunas novelas y concedido algunas entrevistas, también buscando un perfil bajo hacia su persona e intimidad. Ambos han pasado página, pero seguro que es un capítulo que, a pesar de su final, ha dejado una huella imborrable en la vida de ambos.