Cannes celebra, hasta el próximo 25 de mayo, la 77º edición de su Festival Internacional de Cine, uno de los más icónicos, elegantes y glamurosos del mundo que, al más puro estilo de la Met Gala, congrega cada año a las celebrities más relevantes del panorama cultural. Las royals más estilosas, sin embargo, también tienen su hueco en la alfombra roja y Carlota Casiraghi no ha querido perder la oportunidad de arrasar, captando todo el protagonismo, todos los flashes y conquistándonos con el vestido más elegante de Chanel para acudir al estreno de la película "Marcello Mio".

Carlota Casiraghi
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Heredando el estilo innato de su madre, Carolina de Mónaco, Carlota Casiraghi nos ha conquistado sobre la alfombra roja de la octava jornada de este Festival de Cine de Cannes. La princesa de Mónaco ha querido desfilar sola para convertirse en la verdadera protagonista del Grand Théâtre Lumière, y también en la invitada más esperada desde que conocimos su ruptura con su ex marido, Dimitri Rassan, con quien compartió 7 años de matrimonio y un hijo en común. No obstante, las sospechas de que comparte una relación con el escritor Nicolas Mathieu son más que evidentes, tras haberlo visto saliendo de su piso y saber que comparten círculos intelectuales. Él tiene 45 años, frente a los 37 de la royal monagesca.

EL LOOK MÁS ELEGANTE DE CARLOTA CASIRAGHI EN CANNES

Carlota Casiraghi se ha vestido de novia, literalmente, con un vestido de la colección nupcial de 2020 de Chanel, firma de la que es embajadora desde hace cuatro años y en la que, al igual que nuestra querida Penélope Cruz, siempre confía para sus ocasiones más especiales. 

Carlota Casiraghi
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La princesa de Mónaco se ha enfundado en un vestido blanco largo, con cuerpo ceñido y bajo, rematado en cola de sirena, con bajo con volantes, con un estilo flamenco qu estos días llevarían nuestras famosas al Rocío y que le daba un toque de frescura. Un bajo rematado con una abertura frontal que, según nos cuenta siempre la estilista Piluka de Echegaray, crea un efecto de lo más estilizador, alarga las piernas y su altura.

El cuerpo del vestido era ceñido, con tirantes anchos y escote recto, decorado con botones joya en un lateral, que le daban un toque de sofisticación y captaban todo el protagonismo del vestido, diseñado en tweed de tablas plisadas que, a su vez, se sumaban a la tendencia de las rayas horizontales, que veíamos a principios de la temporada en pasarela de la mano de firmas como Rochas o Alberta Ferretti y que estilizan un montón, creando sensación de esbletez.

¿Y QUÉ HAY SOBRE LOS COMPLEMENTOS?

Carlota Casiraghi no ha querido dejar al azar la elección de los complementos con los que decorar su look. La royal sabe que la mejor forma de elevar un estilismo sencillo es hacerlo con complementos metalizados o brillantes y, por eso, no se lo pensó dos veces a la hora de escoger un bolsito de strass, un modelo en tonos grises, con una cadena envejecida, que ella llevaba como un bolsito de mano y que nos aventuramos a decir que podría ser de Gucci, una de sus marcas de bolsos preferidas. Un bolso que hacía juego con sus pendientes y, obviamente, con los botones de su vestido.

Carlota Casiraghi
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En cuanto al calzado, la royal se decantó por la opción que nunca falla, los zapatos de tacón negros. Escogió un modelo con plataforma y acabado acharolado, súper en tendencia esta temporada, un básico atemporal con el que seguro que la veremos en más ocasiones.

¿Y QUÉ HAY SOBRE EL PEINADO DE CARLOTA CASIRAGHI?

Carlota Casiraghi

Para una ocasión tan especial, la royal optó por llevar su melena suelta, al estilo de las francesas, que huyen de todo tipo de recogidos y apuestan por un resultado natural. Carlota Casiraghi llevó su melena larga peinada con unas ondas súper naturales, un acabado efecto mojado y un flequillo ladeado, al estilo de la reina Letizia, que le daba un toque cañero y desenfadado, en contraste con su estilismo, y tapaba parcialmente su rostro.

Un peinado arriesgado, tanto para su condición de royal como para una ocasión así que, siendo sinceras, no le favorecía demasiado cuando le daba el viento, ya que se despeinaba demasiado, dando un aspecto de poca cantidad de pelo e, incluso, de pelo sucio. No obstante, admiramos su atrevimiento y no descartamos imitar su peinado para alguna ocasión especial esta temporada. Eso sí, cuando no hay viento de por medio. No vamos a negar que, es posible, que con un recogido natural o una melena pulida hubiera estado mucho más acertada.