El verano trae consigo un sinfín de recetas culinarias típicas de esta estación, y en el centro de muchas de ellas se encuentra un ingrediente que todos conocemos: el huevo. Desde ensaladas ligeras hasta postres fríos, seguro que no eres la única que lo usa en una gran variedad de platos, sin embargo, su uso en la cocina estival no está exento de controversias y errores comunes.
El Instituto de Estudios del Huevo ha destacado tres aciertos al utilizar el huevo durante los meses más cálidos, así como un error frecuente que puede que cometas y no sepas, poniendo en riesgo tanto su sabor como tu seguridad alimentaria.
¿Te has preguntado si estás cocinando o almacenando bien este ingrediente en tu cocina de verano? ¿O si hay hábitos que deberías reconsiderar para garantizar una experiencia gastronómica óptima y segura? Te cuento lo que aconseja el IEH para usar el huevo de manera segura y eficaz.
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Te explico lo que dice el IEH sobre la seguridad alimentaria en verano
Con la llegada del verano, las altas temperaturas nos obligan a ser más conscientes de cómo manipulamos y conservamos nuestros alimentos. ¿Por qué? Porque, como explica el Instituto de Estudios del Huevo, en esta época del año las bacterias encuentran un ambiente propicio para multiplicarse rápidamente, especialmente en productos como el huevo, que, aunque sea uno de los alimentos más nutritivos y versátiles, también puede ser un caldo de cultivo para microorganismos si no se maneja adecuadamente.
Aunque el sector del huevo español es uno de los más modernos y dinámicos de la UE, los consumidores desempeñamos un papel fundamental en la seguridad alimentaria, y las medidas de prevención que se aplican en las granjas y los centros de embalaje deben acompañarse además de una adecuada manipulación e higiene en nuestro hogar, para que lleguen a nuestra mesa de manera segura.
Para ello, el IEH te ofrece valiosos consejos para aprovechar al máximo este alimento durante la temporada estival sin comprometer tu salud; tres prácticas acertadas y un error común que debes evitar al utilizar huevos en verano.
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3 cosas que sí haces bien al usar el huevo en verano
Almacenamiento y manipulación adecuados
El primer acierto radica en el correcto almacenamiento y manipulación de los huevos. Es crucial seleccionar únicamente aquellos con la cáscara intacta y limpia, respetando siempre la fecha de consumo preferente.
Tras la compra, los huevos deben guardarse inmediatamente en el frigorífico, en su envase original. Aunque muchas personas suelen colocarlos en la puerta de la nevera, es preferible mantenerlos en las baldas centrales para asegurar una temperatura más estable y protegerlos del contacto con otros alimentos y posibles olores que podrían afectar su sabor.
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Temperatura de cocción
El segundo acierto se centra en el adecuado cocinado de los huevos para garantizar la eliminación de posibles bacterias patógenas, como la salmonela.
Es fundamental cocinar los alimentos que contienen huevo a una temperatura mínima de 70-75°C, lo que asegura la destrucción de microorganismos nocivos. Por ejemplo, al freír huevos, es recomendable cuajar bien la clara y la yema, a menos que prefieras consumirla líquida, en cuyo caso se debe hacer de inmediato.
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Higiene extrema en recetas sin cocinar
El tercer acierto se refiere a las preparaciones que no requieren cocción, como las mayonesas y salsas similares. En estos casos, es vital extremar la higiene durante la elaboración. Lávate las manos, utiliza recipientes y utensilios limpios, y emplea huevos frescos, medidas imprescindibles para evitar la contaminación bacteriana.
Además, puedes agregar vinagre o limón a estas salsas para ayudar a reducir el crecimiento de microorganismos, gracias a su efecto acidificante.
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El error que debes evitar si cocinas huevos en verano
A pesar de seguir todas las precauciones mencionadas anteriormente, cometer el error de dejar los alimentos con huevo a temperatura ambiente puede comprometer su seguridad alimentaria.
Después de prepararlos, es fundamental refrigerar inmediatamente cualquier elaboración como pasteles, natillas, salsas, etc., y consumirlos dentro de las 24 horas siguientes. De lo contrario, podrían convertirse en un caldo de cultivo para bacterias dañinas.
¿Y qué pasa si entran en contacto con otros alimentos?
Además de los consejos anteriores, el Instituto de Estudios del Huevo también advierte sobre la contaminación cruzada, una de las principales causas de toxiinfecciones alimentarias. ¿Qué quiere decir esto?
Pues que debes evitar que los huevos y los alimentos con huevo entren en contacto con otros alimentos crudos o con superficies contaminadas. Para eso, el organismo recomienda utilizar tablas de cortar separadas para los huevos y los alimentos con huevo, y limpiar y desinfectar regularmente las superficies de trabajo.
Si como a mí, a ti también te encantan los huevos y algunos de tus platos favoritos están elaborados a base de este alimento, ten en cuenta de aquí a los próximos meses los consejos del IEH para tratarlos adecuadamente, no solo para disfrutar de manera segura de uno de los alimentos más ricos que existen, sino también para cuidar tu salud y aprovechar al máximo su versatilidad en la cocina.