Federico de Dinamarca está de cumpleaños. El actual rey de todos los daneses llega a los 56 años tratando de dejar atrás todas las polémicas de su juventud. Bueno, juventud y edad adulta, porque hace solo medio año de su último escándalo; el mismo que propició que ahora ocupe el trono de su país.

Durante muchos años, Federico X fue apodado por la prensa danesa como ‘el príncipe turbo’, por su afición a la velocidad; la misma que le valió sus primeros y polémicos titulares. El hijo mayor de la reina Margarita era su mayor fuente de disgustos y preocupaciones, que empezaron en el mismo momento en el que el joven aprendió a conducir y se empezó a interesar por las chicas.

Federico, el niño mimado de la Corona danesa

El marido de Mary Donaldson ha hecho demasiados equilibrios por el finísimo hilo de la sucesión. En una de sus mayores provocaciones a la casa real danesa, cuando fue detenido excediendo el límite de velocidad en estado de embriaguez, el parlamento llegó a pedir que los derechos dinásticos le saltaran y fueran a parar a su hermano Joaquín, dos años más pequeño. Finalmente, la reina, tomó cartas en el asunto y envió un comunicado en el que prometía que esto no volvería a suceder y que, por supuesto, lo ocurrido no cambiaría el orden sucesorio a la hora de acceder al trono. Federico era, es y será, su ojito derecho. Su niño mimado al que siempre ha sido capaz de perdonarle todo y por el que ha sido capaz de hacer los mayores sacrificios. Hasta abdicar. 

Margarita hizo lo que habría hecho cualquier familia acomodada ante unas circunstancias similares: mandar a su hijo a estudiar al extranjero. ¿Que el joven o la joven da problemas y acapara titulares? Nada mejor que mandarle fuera una temporada. Se hacía en los ochenta, cuando la reina danesa envió a su hijo mayor a estudiar a Estados Unidos, con la excusa de perfeccionar el idioma, y lo ha hecho la infanta Elena con su hijo Felipe Juan Froilán enviándole a Abu Dabi con el abuelo. En el extranjero, el comportamiento de la persona quizás no mejore, lo que sí pasa es que, al estar fuera del radar de la prensa, los escándalos no ven la luz

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Mary de Dinamarca a vueltas con su pelo: el desafortunado incidente que vivió en pleno acto

David Nuñez Navajas

Modelos y cantantes, pero poco material para ser princesas

De Estados Unidos Federico volvió con un inglés perfecto y fluido, pero, además, con novia. A la pobre Margarita le volvía a salir el tiro por la culata, porque, una vez más, no veía con buenos ojos a esta nueva pareja de su hijo.

El entonces príncipe presentaba una enorme debilidad por las modelos, que no eran lo que la monarca esperaba como la perfecta sucesora a la Corona. La reina no podía más y se lamentaba del mal ojo de su hijo con las mujeres. Las madres de estas novias seguro que tampoco podían decir lo mismo de la pareja de sus hijas.

Con los años, el testimonio de estas mujeres ha salido a la luz y hemos podido conocer el calvario que vivieron al lado del ‘príncipe turbo’. Maria Montell, otra de las parejas del heredero, esta, de profesión cantante, ha declarado ahora que, al finalizar su relación con él, necesitó ayuda psicológica. 

federico de dinamarca mary
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Cuando Federico encontró a Mary sintió que, al fin, había conocido a la indicada. Ella era abogada; una gran profesional con su vida establecida en Sídney. Se habían conocido durante los Juegos Olímpicos celebrados en el país, y él la invitó a una pinta aprovechando que ella no dominaba las casas reales europeas. Donaldson no sabía que se estaba tomando una cerveza con el príncipe de Dinamarca. Esa es la versión romántica, la idónea para todos aquellos que aún creen en los cuentos de hadas pero también circula otra versión: se conocieron en una cena organizada y su encuentro estaba más que pactado por una amiga en común. Cada uno es libre de creer el que más le convenga.

Mary, la salvadora de Federico. La salvadora de la Corona

Pero si Federico X pensaba que al presentar a Mary a su madre todo sería un camino de rosas, se equivocaba. Margarita aún albergaba una minúscula esperanza de que su hijo no se enamorase de una plebeya, pero, al final, cuando conoció la tremenda determinación de Mary, se le despejaron todas las dudas posibles. Jamás iba a encontrar a una mujer mejor. Ella era profesional, culta y tenía una capacidad de sacrificio enorme. Perfecto. Justo lo que necesita una reina consorte. Margarita no se equivocó.

Mary y fede en su boda
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Mary Donaldson dejó en Australia toda su vida, su familia, sus amigos y su amada profesión. Se instaló entonces en Dinamarca y se dedicó en cuerpo y alma a conocer el idioma, las costumbres y el protocolo de la casa real. Era una alumna tan aplicada que pronto se ganó el favor de todos. 

Para cuando se anunció su compromiso, la letrada parecía sacada de los mejores círculos royal, y, el 14 de mayo de 2004 su ‘sí, quiero’ fue aplaudido y festejado. 

La nueva princesa se convirtió en el miembro más querido de la familia real, bastante por encima de su esposo. Este pique de popularidad ha durado hasta el día de hoy, y los escándalos de Federico no han contribuido a ganar más simpatía popular. 

Los 'feos' a los que Mary ha tenido que hacer frente

Mary dio a luz a su primer hijo, Christian, pero, para el segundo embarazo, a la abogada le hicieron firmar unas nuevas cláusulas leoninas en el caso se posible separación. Tenían antecedentes. El príncipe Joaquín se acababa de separar de Alexandra y a esta le correspondió una jugosísima cantidad compensatoria; que Margarita no estaba dispuesta a volver a dar si el matrimonio de uno de sus hijos volvía a fracasar. No le importó. Mary es abnegada y sacrificada. Lo que mejor le puede venir a Federico. No lo vivió como una humillación ni tampoco los escándalos siguientes. 

MARY FEDERICO
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Entonces, empezaron a salir fotografías de las salidas nocturnas del heredero al trono. Algunas de ellas, junto a jóvenes misteriosas con quienes se le veía muy cómplice. Mary no creyó lo que le mostraban sus ojos. Y siguió, como el caballo que lleva puestos unos anteojeras para solo ver el camino, y el suyo solo tenía un nombre: la corona danesa.

En noviembre del año pasado, la publicación de unas fotos de Federico de Dinamarca junto a Genoveva Casanova fueron la gota que colmó el vaso. En el momento que las imágenes vieron la luz, los reyes españoles, Felipe y Letizia, se encontraban de viaje de estado en Copenhague, así que la princesa tragó saliva y disimuló. Como llevaba años haciendo. 

El ultimátum a de Mary a Federico y a su suegra

A las pocas semanas, viajó a Australia. ¿Estaba escapando? ¿Huyendo, quizás? El agobio de Margarita era absoluto. Si la perdía, perdía la tranquilidad. Y, entonces, el ultimátum. Si no hay corona, hay divorcio. Los daneses estaban entre la espada y la pared. Debían hacer algo. Donaldson quizás se tiró un farol, pero lo cierto es que ganó la partida. El 31 de diciembre, la reina Margarita anunció su abdicación

FEDERICO MARY
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Tan solo quince días más tarde vivimos la proclamación de Federico y Mary como nuevos reyes de Dinamarca. Él, encantado, triunfante, feliz, disimulando el miedo de, quizás, no estar preparado. Y, a su lado, Mary, una roca firme. Endurecida por los desplantes del pasado pero entregada a la promesa de futuro que tenía por delante. Había conseguido lo que quería. Y es que, tal y como analizó la psicóloga Lara Ferreiro, para ella, por encima de su matrimonio y su propia familia, existe un fin aún mayor: reinar.

Federico, en el punto de mira como rey

Hoy, Federico cumple 56 años con un importante reto por delante: reconducir su imagen y demostrar a todos que puede ser un digno sucesor de la tarea que de manera tan encomiable cumplió su madre. Por suerte, tiene al lado a la persona idónea para ello. A diferencia que su marido, Mary no nació para ser reina, pero lo cierto es que parece tenerlo mucho más claro que él. 

La australiana está capitaneando la labor de representación de la Corona de una manera maravillosa que ya le está reportando las primeras críticas positivas a su fantástica labor. 

Larissa Jerger, periodista especializada en casas reales, está convencida que la Corona danesa goza de una estupenda salud gracias a la llegada al trono de Mary y Federico, que renuevan la institución y la convierten en una más cercana y propia del siglo XXI. La experta en corona asegura que la propuesta que realizan los nuevos monarcas daneses no tiene ni punto de comparación con la que se encuentra en reyes como Harald de Noruega, Carlos Gustavo de Suecia, o, sin ir más lejos, Carlos III; que fue coronado hace solo un año pero que, por edad, está más cerca de los reyes veteranos que de los más jóvenes. 

Nuevos aires y nuevo cambio de rumbo, dos pilares fundamentales en los que se sustenta la propuesta monárquica de los daneses quienes, en palabras de Mary, aseguraban “no haberse marcado una ruta fija, pero sí una dirección”. Entre las actuales preocupaciones de las nuevas caras visibles de la institución: el cuidado del medio ambiente, atención a las comunidades y, además, poner en valor los negocios autóctonos. 

“Nos gustaría ser una pareja real visible y presente en toda Dinamarca”, prometió Donaldson. Con los meses, parece estar cumpliendo sus promesas. Federico hace lo que puede, puesto que él, primero, tiene una imagen que limpiar.