Además de ser una de las recetas más representativas de Semana Santa, el potaje de garbanzos y bacalao es la manera perfecta de entrar en calor en los meses de frío. Un plato supercompleto nutricionalmente con el que triunfarás si utilizas un bacalao de calidad.
INGREDIENTES
4 personas | 1 hora y 40 minutos
- 400 g de garbanzos remojados | 500 g de espinacas | 350 g de bacalao desalado | 2 cebollas | 3 dientes de ajo | 2 huevos | 1 rebanada de pan seco | 1 ramita de perejil | 2 hojas de laurel | aceite de oliva | pimentón dulce y sal.
CÓMO HACER GARBANZOS CON BACALAO
- Después de haber dejado los garbanzos en remojo durante toda la noche, colócalos en una olla junto a las dos hojas de laurel y una de las cebollas pelada. A continuación, agrega agua hasta cubrirlo todo y cuece durante 1 hora a fuego lento.
- Transcurrido ese tiempo, echa media cucharada de sal y deja que los garbanzos cuezan durante otros 20 minutos. Apaga y reserva.
- Cuece los huevos 10 minutos aproximadamente en un cazo con agua. Retíralos y una vez que estén tibios, pélalos y reserva.
- Lava muy bien las espinacas con abundante agua, porque habitualmente suelen tener mucha tierra tanto en el tallo como en las hojas. Luego, corta los primeros y separa las hojas. Mientras se escurren, pela y pica bien fina la otra cebolla y dos de los ajos.
- Calienta una cazuela con unas tres cucharadas de aceite. Fríe en ella la rebanada de pan seco y el último diente de ajo entero, vigilando que no se queme. Retira del fuego el pan y el ajo y resérvalos. Después, echa la cebolla y los ajos que tienes picados y sofríe todo junto durante unos 5 minutos más o menos.
- Enseguida, incorpora el pimentón dulce y remueve solo unos segundos para evitar que se queme. Posteriormente, cúbrelo todo con un litro de agua.
- Incorpora las espinacas, tapa la cazuela y cuécelo todo a fuego lento durante unos 10 minutos, más o menos.
- Echa los garbanzos cocidos y el bacalao desalado, que antes habrás cortado en dados, y deja que se cueza todo junto entre unos 8 y 10 minutos aproximadamente, siempre a fuego lento.
- Mientras tanto, haz una picada con el pan fritos y agrégala al potaje al mismo tiempo que echas los huevos duros cortados a cuartos. Cuécelo todo durante un par de minutos y apaga el fuego. Sirve el plato bien caliente.
- El truco. Esta receta, por su gran aporte de minerales, vitaminas y proteínas, puedes servirla como plato único.
Artículo relacionado
Para todos los gustos
Marina Blanco