Ingredientes:
600 ml de leche de almendras | 125 g de azúcar | 150 g de maicena | 1 trozo de cáscara de naranja | 1 trozo de cáscara de limón | 1 rama de canela | 1 cucharada de canela en polvo | Aceite de oliva suave | 1 huevo
Paso a paso:
1. Lava las cáscaras de limón y naranja, y disponlas en una cazuela. Añade la canela en rama y la mitad de la leche de almendra. Cuece 5 minutos, a fuego lento y removiendo.
2. Disuelve 100 g de maicena y 100 g de azúcar en el resto de la leche. Agrega al cazo, remueve bien para que evitar grumos y prosigue la cocción, a fuego muy lento y mezclando con frecuencia, durante unos 8 minutos. Apaga el fuego y retira las cáscaras y la canela.
3. Pincela una fuente cuadrada con aceite y vierte en ella la crema obtenida. Debe formar una capa uniforme de 4 o 5 cm de grosor. Espera a que se enfríe completamente y déjala reposar en la nevera durante al menos 4 horas.
4. Retira la crema de la nevera y ve cortando porciones regulares de 4 o 5 cm de lado. Sácalas del molde con cuidado y colócalas en una tabla.
5. Para el rebozado, dispón 50 g de maicena en un plato hondo y, en otro, casca el huevo y bátelo bien. Vierte abundante aceite en una sartén pequeña y ponlo a fuego vivo hasta que esté bien caliente, pero sin llegar a humear.
6. Reboza las porciones de masa, primero con la maicena, y a continuación, con el huevo y ve friéndolas, por tandas, hasta que se doren por ambos lados. Retíralas y déjalas unos segundos en un plato con papel de cocina para que absorba el exceso de grasa. Espolvorea con el azúcar restante y sírvela tibia o fría.