En verano a todas nos gusta lucir unas piernas bonitas y bien bronceadas, pero seguro que muchas esconden sus piernas detrás de una falda o un pantalón largo para evitar que así salgan a relucir las temidas venitas. También se las conoce como varices vasculares y son dilataciones de los capilares menores y de los vasos superficiales. Su aparición no suele causar dolor y muchas veces se las asocia con las varices.
¿Por qué aparecen las venitas?
Hay muchas posibles causas de la aparición de venitas, pero la principal es por genética. También un brusco aumento de pecho, un reciente embarazo o un cambio en el estilo de vida pueden ser desencadenantes de su aparición. La variación de los niveles hormonales durante el período de embarazo puede dificultar la correcta circulación sanguínea y contribuir al desarrollo de las indeseadas venitas.
Hay personas que además están obligadas a permanecer mucho tiempo de pie o sentadas, lo que favorece la presión en las paredes de sus venas y, en consecuencia, la aparición de estos signos.
Otro factor importante, y que se debe tener en cuenta sobre todo ahora en verano, es que la exposición solar excesiva puede colaborar en el problema, así como el estreñimiento crónico o ciertos medicamentos. Por otro lado, el uso de ropa muy ajustada y zapatos de tacón alto favorecen su aparición.
En la galería encontrarás trucos fáciles y prácticos que te permitirán luchar contra las venitas.
Los mejores tratamientos para las venitas azules
- Farmacológico. Los medicamentos antivaricosos flebotónicos pueden ayudarte a tonificar las paredes de tus venas y mejorar tu circulación, pero no impiden la posterior aparición de varices. Debe prescribirlos un médico.
- Escleroterapia. Consiste en inyectar una sustancia en las venas varicosas que hace que se reabsorban sin necesidad de extirparlas. Es una intervención ambulatoria y la recuperación es rápida, pero puede requerir varias sesiones.
- Láser percutáneo. Este láser se aplica desde el exterior y penetra a través de la piel para eliminar las pequeñas venitas. Es una técnica sencilla pero no suele recomendarse si se tiene mala cicatrización.
- Láser + espumas. También se tratan inyectando espumas fotosensibilizantes de polidocanol y con un láser dinámico que las calienta para luego coagularlas.
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