El truco ultra fácil para lavar las fresas correctamente: no lo hagas solo con agua

La fresa es una fruta roja y pequeña que ha cautivado a todos los paladares gracias a su sabor tan delicioso, un sabor que es muy agradecido y se deja combinar con cualquier ingrediente y que queda muy bien en cualquier tipo de receta. Lo "malo" de las fresas es que no podemos disfrutar de ellas todo el año, son una fruta de temporada, aunque decimos "malo" entre comillas ya que ahora mismo estamos de suerte: su campaña de recolección se da entre los meses de marzo y mayo (a veces se extiende hasta junio).

Y ha sido justo por eso, por su época de recolección, por lo que, hace unos días, saltó una alerta sanitaria por parte de la Unión Europea en la que notificaban que se había detectado el virus de la hepatitis A en muestras de fresas en España obtenidas en Marruecos. Por este motivo, y también porque las fresas están expuestas a pesticidas y otros productos similares durante su cultivo, es muy importante lavarlas bien. Además, por si no lo sabías, no se lavan solo con agua, necesitas usar este producto, tal como indica la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).

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el ingrediente secreto para lavar las fresas correctamente

La teoría nos la sabemos a la perfección: las fresas siempre hay que lavarlas antes de comerlas pero, ¿lo hacemos correctamente? La práctica más popularizada es enjuagarlas únicamente con agua, pero no es suficiente: el agua por sí sola no desinfecta ni elimina todos los parásitos o bichitos que se hayan escondido en la fresa. Por eso, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda que el agua vaya acompañada de un aliado que sí tenga poder desinfectante, como es la lejía apta para la desinfección de agua de bebida.

Para lavar las fresas correctamente usando agua y lejía apta para la desinfección de frutas y verduras tal como indica la Aesan, deberás hacer lo siguiente:

• Paso 1. Antes de manipular las fresas, lávate las manos muy bien con agua y jabón para no transferir microorganismos y bacterias a las piezas.
• Paso 2. Llena un bol con agua potable y añade una cucharadita de postre de este tipo de lejía (unos 4,5 ml) por cada 3 litros de agua.
• Paso 3. Sumerge las fresas en la solución anterior durante 5 minutos y, pasado este tiempo, debes aclararlas muy bien con abundante agua y secarlas con un papel absorbente de cocina que esté limpio.

Además, desde la Aesan también recomiendan no comprar fresas que estén magulladas, es en las zonas dañadas donde las bacterias y parásitos suelen esconderse.

errores a evitar al lavar las fresas

Las fresas son una fruta muy delicada, por eso, con cualquier mínimo error que cometamos, las echaríamos a perder, incluso durante su lavado. Además de no lavarlas únicamente con agua, te aconsejamos que evites hacer lo siguiente:

no Quites las hojitas verdes antes del lavado

Lo más seguro es que, cuando lavas tus fresas, retiras sus hojas verdes después de enjuagarlas. Pues, sorprendentemente, esto no es lo correcto ya que, al arrancar la hoja verde, la fresa absorberá el agua y los posibles contaminantes que en ella se encuentren. Además, el agua, aunque esté limpia, les restará sabor. Por eso, a partir de ahora, recuerda: las hojitas verdes de las fresas se quita después del lavado, justo antes de consumirla.

No las laves bajo el grifo

Este es otro error garrafal porque, aunque parezca algo lógico eso de ponerlas en un colador y pasarlas bajo agua del grifo, las fresas son muy delicadas, no soportan bien la fuerza del chorro y la presión las magullaría, acelerando su deterioro y afectando a su sabor.

No las metas lavadas y cortadas en el frigorífico

Aunque creamos que tenerlas en el frigorífico lavadas y cortadas es muy cómodo y nos ayudará a ahorrar tiempo porque ya estarán listas para consumir cuando nos apetezca comerlas, tampoco es aconsejable: una vez las compras, debes intentar que pase el mínimo tiempo posible hasta que las laves y las comas.