¡Sácale partido!

Claves para aprovechar bien la paga extra

No te dejes llevar por la emoción de cobrar la paga extra y acabes gastando lo que tienes y lo que no. Te contamos los peligros que te acechan al recibir la extra y te damos las claves para hacer que dure más.

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a

Con el buen tiempo y la paga extra puedes tener un subidón que te lleve a pensar que dispones de dinero ilimitado para todos tus caprichos (bikinis, maquillaje... ¡por no hablar de esos pantalones que sabes que nunca te vas a poner!).

Empiezas creyendo que como tienes la extra te puedes permitir esto y lo otro, y cuando te quieres dar cuenta te la has pulido, no te queda para afrontar los gastos suplementarios que llegan en forma de regalos, viajes y escapadas varias y, encima.

Para que esto no pase y no tengas que esperar, te damos algunos consejos para que puedas estirar el dinero de la paga extra todo lo que necesites.

Un poco de historia…

La paga extra se inventó durante la primera mitad del siglo XX para que los trabajadores poco cualificados y con escasa cultura económica pudiesen hacer frente a los gastos suplementarios que hay que afrontar durante las vacaciones de verano y Navidad.

Cuando se acordó establecer dos pagas extra, lo que se hizo no fue añadir dos pagas a las ya existentes, sino dividir el sueldo anual entre 14 pagas y no entre 12 como era habitual.

Por lo tanto, si tienes dos pagas extra, cada mes te retienen una sexta parte para devolvértela después como paga extra. Es decir, no cobras más, sino que tienes el sueldo más repartido. El número de pagas extra es variable, según la empresa, aunque lo más común es que sean dos.

Parece una buena idea pero, ojo, puede convertirse en un espejismo

Recibir la paga extra antes de Navidad o de verano suele ser una inyección de adrenalina pero, lo que quizá no sabes es que, si no la gestionas correctamente, al final puede suponer un dolor de cabeza más que una alegría.

  • ¿Cómo te hace sentir? Cuando llega la extra, empiezas el mes con ilusión, te relajas, bajas la guardia y te das algún caprichito. Te sientes rica y poderosa.
  • ¿Qué haces? Te sientes confiada para quemar la tarjeta de crédito (no de débito) y no te da miedo agotar el crédito porque tienes saldo en efectivo en la cuenta. Y tampoco te da miedo gastar el efectivo.
  • Resultado: un drama. Todos estos factores dan como resultado la “tormenta perfecta”. Llegados al día 15 aproximadamente lo que ocurre es que te has quedado sin saldo en la cuenta y también en la tarjeta de crédito. Un cataclismo.
  • Y la cosa se complica... Como estás -casi– de vacaciones, la sensación es de claustrofobia financiera. Y resolverlo se complica si el director de nuestro banco está de vacaciones.

En pareja, la locura se multiplica por dos

Si vives en pareja y tenéis una cuenta compartida pero no ponéis un poco de “cabeza”, cuando os llegue la paga extra, el resultado puede ser apoteósico. Si la cantidad media de la paga extra es de 1.300 x 2 = 2.600€, organizaos bien el mes para no terminar gastándoos los 5.200€ ¡y más!

¿Cómo puedes frenar esta "tormenta perfecta"?

  • Con el sueldo habitual y la tarjeta actúa normalmente como lo haces cada mes, no te dejes llevar por la lujuria económica. Es más, este mes guarda la tarjeta de crédito bajo llave, y no la saques más que en ocasiones muy especiales, cuando el gasto esté bien meditado.
  • Haz una lista de los gastos extra que vas a tener: viajes, salidas al cine o al teatro, etc.
  • Asigna una cantidad a cada partida. Sé realista con lo que te puedes gastar en cada cosa y no te pases del presupuesto. Si los viajes, por ejemplo, te desequilibran la partida, échale imaginación y propón hacer una escapada exprés.
  • Si no te fías de hacerlo bien tirando de tarjeta, puedes sacar el dinero en efectivo y meterlo en sobres para cada gasto: transporte, comidas, etc. Sobre todo, no olvides guardar los sobres en un lugar seguro, que tampoco queremos disgustos.
  • Intenta guardar, además, una parte para imprevistos y una parte para rebajas y otros gastos que se presentan después de verano, cuando ya no tendrás extra y deberás volver a pasar con tu sueldo "pelado", como seguros del coche o del hogar, etc.

¿Y qué pasa si tú no tienes extra?

Al no tener retenido el dinero en dos pagas extra, eres tú la que debe ahorrar cada mes para las vacaciones y Navidad. Quizá puedas hablar con tu agencia de viajes y pagar a plazos. Y si no, utiliza el truco del sobre: cada mes lo vas rellenando con una cantidad fija. O recurrir a una cuenta ahorro para estos gastos. ¿Qué cantidad ahorrar? Una sexta parte de tu sueldo, que es lo que haría una empresa (incluso algo más si puedes permitírtelo).